Oct 06José Félix Oletta: “La salud nunca ha funcionado bien en regímenes no democráticos”
Publicado el 06-10-2009 en Actualidad, Biología y Medicina, Entrevista, Noticia, Opinión, Política y Sociedad, Venezuela | Sin comentario
En una entrevista en El Carabobeño José Félix Oletta evalúa la actuación del gobierno bolivariano en salud. Sobretodo a raiz de las declaraciones del presidente Chávez que reconocían fracasos en el control de enfermedades.
La trayectoria de Oletta y su incasable labor por la búsqueda de mayor transparencia informativa en la situación de salud del país, lo colocan como uno de los grandes voceros.
Oletta anuncia que a partir del 26 de octubre se promoverá un informe médico denominado “El sistema de salud que necesita Venezuela”, el cual propondrá un sistema de salud sustentado en el desarrollo y la protección social y combatir la pobreza y exclusión en materia de salud.
Gobierno “paralelo” de Chávez “en coma” por fallas en las misiones
El Carabobeño
5-10-2009
Luis Carías
José Félix Oletta, ex ministro de Salud
La estrategia política del presidente Hugo Chávez es crear un sistema paralelo de gobierno que -además de debilitar al original- ejerza una hegemonía sobre los sectores más necesitados. Éstos, aliviados de que sus problemas elementales se han solucionado, votarán por quien les ofreció una alternativa.
Esa estrategia se consolida a través de las misiones sociales, creaciones en paralelo que acumulan progresivamente fallas importantes que necesitan de un análisis cuidadoso. Estas reflexiones fueron ofrecidas por el ex ministro de Salud, otrora llamado de Sanidad, José Félix Oletta.
Entrevistado para el Foro de los Lunes, aseveró que el Gobierno utiliza las misiones como pilares de la revolución, cuando en realidad son brazos políticos que aseguran votos durante procesos electorales, pues brindan atenciones (alimentos, salud o educación) en lugares a los que antes no se había llegado.
Cómodo en su biblioteca, el doctor Oletta toma un café no con demasiada azúcar. Su teléfono suena un par de veces; sin embargo, es indiferente a su insistente repique. Los libros observan desde los altos estantes, iluminados por la claridad filtrada a través de la ventana.
– ¿Anteriores declaraciones de emergencia? No, al menos en un período de 12 años. La única ha sido la de la pandemia, y ésta sucedió en junio. Esto no tiene precedentes desde 1996. No obstante, opina que las declaraciones del Presidente no cobran valor, pues no pasaron a través de un Consejo de Estado.
– La declaración afecta mucho al Presidente, porque es un punto sensible de su gobierno. Su emblema político en los últimos cinco años ha sido la salud, y esto es una confesión de fracaso. Toda la inversión y el esfuerzo se perdieron, y eso es delicado.
Aunque el Presidente intentó sustituir el sistema de salud actual por Barrio Adentro, esto no se pudo lograr, pero sí se debilitó a los hospitales, pues la inversión bajó para uno y subió para otro.
Tanto dinero, tan pobres resultados
Mientras en el denominado sistema paralelo de salud la inversión es dos o tres veces más que en el sistema original, la afluencia o asistencia de la población al primero ronda el 16%, mientras que en el segundo caso es de 56% aproximadamente; “eso demuestra que hay desconfianza”.
Para el profesor de la Cátedra Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, el problema es producto de un conjunto de debilidades estructurales que se gesta desde hace más de 20 años. Relata que hasta los años ´70 la curva fue en ascenso, la asignación en el presupuesto nacional alcanzaba el 16% ó 18%, y aun para aquellos momentos eran cifras insuficientes.
Después de esa etapa el desgaste es nocivo y se hace notable, pues llega hasta 5% del presupuesto nacional, equivalente a dos puntos del PIB. “A partir de 2004 se empiezan a hacer inversiones en ese sistema paralelo que generó una distorsión que lo privilegió sobre el sistema normal”.
Para el año 2006, los recursos dirigidos por el Estado hacia la Misión Barrio Adentro alcanzaban los nueve puntos del PIB, “nunca antes se gastó tanto dinero para tan pobres resultados, pues la tasa de mortalidad aumentó notablemente”.
La manera de brindar confianza a una población es otorgándole herramientas para suscitarla. Una de las maneras es mediante las leyes, cuya función es velar por el cumplimiento de la Constitución.
“La oportunidad máxima para lograr eso era la Constitución del ´99, se establecía la salud como un derecho y en 10 años aún no tenemos una Ley Orgánica de Salud, por eso al Gobierno no le interesa la salud como un derecho humano”, expresó.
Corriendo en círculos
Son llamadas por algunos “enfermedades olvidadas”, el doctor Oletta prefiere denominarlas “descuidadas”. Son todas esas enfermedades reemergentes que en un pasado pudieron erradicarse y ahora vuelven a tomar forma en el presente. No tienen un origen político, pero sí tienen consecuencias de tal índole.
Sus circunstancias son de orden geográfico y ecológico. Venezuela está dentro de un grupo de cinco países con riesgo de padecer esas enfermedades, pues el hecho de pertenecer a un área tropical con ambientes diversos hace propicio el de-sarrollo de las “enfermedades olvidadas”.
– No tenemos conciencia de ellas, ya las olvidamos, cuenta el último consejero en materia de salud (1997-1999) del segundo período presidencial de Rafael Caldera y las nuevas generaciones ni las conocen, pero no dejan de ser importantes, pues en un momento dado Venezuela pudiera acumular entre 12 ó 14 de estas enfermedades, entre ellas las hay incluso bíblicas.
¿Los ejemplos emblemáticos? La malaria y el dengue. Tal trascendencia cobra la primera de ellas que admite que el país pudiera dividirse en un antes y un después de la malaria. Su experiencia en el tema lo acredita para hablar con confianza del asunto. Ha publicado 68 trabajos científicos de diversas materias, entre ellas: medicina interna, educación médica o salud pública desde el ´95 hasta 2008.
“Antes éramos un país muy rural y la malaria se criaba en todos los lugares, pero después de los rociamientos comenzó un inesperado proceso de desarrollo y articulación de la sociedad como la conocemos hoy día”.
Pero al acabarse con la malariología, así llamado el programa que eliminaba no sólo esa enfermedad, sino también el Chagas, se destruyeron todos los conocimientos que antaño se tuvieron sobre esa enfermedad. “Ésa fue una de las peores decisiones del Gobierno, pues ese programa era una gran fortaleza para la salud”.
Historia: referencia de vida
“El pasado es el comienzo del futuro”, los errores cometidos deben usarse como referencia para generar vida y salud, razona Oletta.
En el año 2007, los casos de la enfermedad ascendieron a la cifra de 41 mil 749, en 2008 se redujo la cantidad a 30 mil, y hasta la semana 36 de 2009 hay 21 mil casos de malaria. Números que, en comparación con los obtenidos del año anterior, superan las cifras oficiales.
Para el año 2014, la malaria no se podrá reducir ni en 50%; aún peor, las cifras aumentarán, argumentó con preocupación el ex ministro de Salud. Con respecto al dengue, las cifras se ven menos prometedoras aún: en 2007 fueron 42 mil 29 casos, y en 2008, 80 mil 646.
Anunció que para el 26 de este mes se promoverá un informe médico denominado “El sistema de salud que necesita Venezuela”, en el que desarrollarán varias ideas para proponer un sistema de salud sustentado en el desarrollo y la protección social y combatir la pobreza y exclusión en materia de salud.
¿Luz al final del túnel?
A su juicio, el presidente Chávez ha sembrado una visión mítica de país, en la que la gente no concibe cómo él puede cometer errores, y eso le da la facilidad al primer mandatario de reconocerlos, “como si no estuviera pasando nada”.
Ese fenómeno tiene un nombre, arguye, se denomina teocracia. Lo que haga el jefe es un mandato divino. Esto es grave, porque el Presidente debe recibir los mandatos del pueblo, incentivarlo, no son éstos los que deben aceptar lo que haga.
La salud nunca ha funcionado bien en regímenes no democráticos, admite, pues aquellos con restricciones carecen de transparencia. “Eso hace mella en el Gobierno, porque no hay mecanismos contralores para evaluar una gestión y eso debilita al sistema democrático. Venezuela es ejemplo de ello”, ratifica el médico cirujano e internista egresado de la UCV.
Cuando se le pregunta sobre las proyecciones que pudiera dar sobre el sistema de salud para los próximos años, responde con inquietud que el sistema funciona como “cuerpo de botella”, y eso causa un colapso en todo su funcionamiento.
“Al crear todo paralelo, todo lo normal se viene abajo, y al ver la situación en los hospitales se observa la gravedad de todo el asunto. Al arrancar un plan de mejoramiento del 75% de los hospitales, el Gobierno lo hace todo al mismo tiempo. Eso causa el efecto como si un elefante pasara a través de una cristalería”, manifestó.
Los trabajos debían terminar en 2007, advirtió, y ahora se dice que pudieran estar listos para dentro de 15 meses.
Barrio Adentro
La estrategia original -comenta el especialista- no era sustituir un sistema por otro, lo ideal sería articular los puntos positivos de Barrio Adentro (BA) con las cosas buenas del sistema anterior. Pues, BA sólo es “un pedacito del sistema de salud”, y no se puede atender como si fuera el total.
No sólo le preocupa que el sistema original fue perdiendo “vitalidad”, sino que también Barrio Adentro fue decayendo en la medida en que crecía. “En los años 2005 y 2006 se retiraron 4 mil ‘técnicos´ cubanos’, así llama a los doctores. Además, en 2008 hubo una reducción del 65% de los recursos financieros para BA.
“En la práctica abandonaron hasta los espacios físicos, dejaron de mantener el sistema”. A su juicio, en 2003 se llegó a lugares que no se había llegado con la ayuda de BA, y eso repuntó la popularidad del Presidente para el referéndum de 2004.
Advirtió sobre las consecuencias de querer hacer lo mismo en vista de los comicios parlamentarios, pues se pretende llegar a 32 mil médicos cubanos para el próximo año. Al bajar la cobertura de las misiones como estrategias político-sociales, desciende la popularidad o carisma del primer mandatario, concluye.
En 10 años…
La capacidad de anticipar los problemas se perdió -destacó-, no hay boletín epidemiológico desde 2007, y eso ha causado que situaciones como la ocurrida con la parotiditis en 2008 -200 mil 700 casos no reportados- no sean expuestas a la luz pública con transparencia.
Reflexiona: si disponemos de tantos recursos, entonces, ¿por qué la salud está tan enferma? Hay derechos humanos en juego.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies
Oct 06José Félix Oletta: “La salud nunca ha funcionado bien en regímenes no democráticos”
Publicado el 06-10-2009 en Actualidad, Biología y Medicina, Entrevista, Noticia, Opinión, Política y Sociedad, Venezuela | Sin comentario
En una entrevista en El Carabobeño José Félix Oletta evalúa la actuación del gobierno bolivariano en salud. Sobretodo a raiz de las declaraciones del presidente Chávez que reconocían fracasos en el control de enfermedades.
La trayectoria de Oletta y su incasable labor por la búsqueda de mayor transparencia informativa en la situación de salud del país, lo colocan como uno de los grandes voceros.
Oletta anuncia que a partir del 26 de octubre se promoverá un informe médico denominado “El sistema de salud que necesita Venezuela”, el cual propondrá un sistema de salud sustentado en el desarrollo y la protección social y combatir la pobreza y exclusión en materia de salud.
Gobierno “paralelo” de Chávez “en coma” por fallas en las misiones
El Carabobeño
5-10-2009
Luis Carías
José Félix Oletta, ex ministro de Salud
La estrategia política del presidente Hugo Chávez es crear un sistema paralelo de gobierno que -además de debilitar al original- ejerza una hegemonía sobre los sectores más necesitados. Éstos, aliviados de que sus problemas elementales se han solucionado, votarán por quien les ofreció una alternativa.
Esa estrategia se consolida a través de las misiones sociales, creaciones en paralelo que acumulan progresivamente fallas importantes que necesitan de un análisis cuidadoso. Estas reflexiones fueron ofrecidas por el ex ministro de Salud, otrora llamado de Sanidad, José Félix Oletta.
Entrevistado para el Foro de los Lunes, aseveró que el Gobierno utiliza las misiones como pilares de la revolución, cuando en realidad son brazos políticos que aseguran votos durante procesos electorales, pues brindan atenciones (alimentos, salud o educación) en lugares a los que antes no se había llegado.
Cómodo en su biblioteca, el doctor Oletta toma un café no con demasiada azúcar. Su teléfono suena un par de veces; sin embargo, es indiferente a su insistente repique. Los libros observan desde los altos estantes, iluminados por la claridad filtrada a través de la ventana.
– ¿Anteriores declaraciones de emergencia? No, al menos en un período de 12 años. La única ha sido la de la pandemia, y ésta sucedió en junio. Esto no tiene precedentes desde 1996. No obstante, opina que las declaraciones del Presidente no cobran valor, pues no pasaron a través de un Consejo de Estado.
– La declaración afecta mucho al Presidente, porque es un punto sensible de su gobierno. Su emblema político en los últimos cinco años ha sido la salud, y esto es una confesión de fracaso. Toda la inversión y el esfuerzo se perdieron, y eso es delicado.
Aunque el Presidente intentó sustituir el sistema de salud actual por Barrio Adentro, esto no se pudo lograr, pero sí se debilitó a los hospitales, pues la inversión bajó para uno y subió para otro.
Tanto dinero, tan pobres resultados
Mientras en el denominado sistema paralelo de salud la inversión es dos o tres veces más que en el sistema original, la afluencia o asistencia de la población al primero ronda el 16%, mientras que en el segundo caso es de 56% aproximadamente; “eso demuestra que hay desconfianza”.
Para el profesor de la Cátedra Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, el problema es producto de un conjunto de debilidades estructurales que se gesta desde hace más de 20 años. Relata que hasta los años ´70 la curva fue en ascenso, la asignación en el presupuesto nacional alcanzaba el 16% ó 18%, y aun para aquellos momentos eran cifras insuficientes.
Después de esa etapa el desgaste es nocivo y se hace notable, pues llega hasta 5% del presupuesto nacional, equivalente a dos puntos del PIB. “A partir de 2004 se empiezan a hacer inversiones en ese sistema paralelo que generó una distorsión que lo privilegió sobre el sistema normal”.
Para el año 2006, los recursos dirigidos por el Estado hacia la Misión Barrio Adentro alcanzaban los nueve puntos del PIB, “nunca antes se gastó tanto dinero para tan pobres resultados, pues la tasa de mortalidad aumentó notablemente”.
La manera de brindar confianza a una población es otorgándole herramientas para suscitarla. Una de las maneras es mediante las leyes, cuya función es velar por el cumplimiento de la Constitución.
“La oportunidad máxima para lograr eso era la Constitución del ´99, se establecía la salud como un derecho y en 10 años aún no tenemos una Ley Orgánica de Salud, por eso al Gobierno no le interesa la salud como un derecho humano”, expresó.
Corriendo en círculos
Son llamadas por algunos “enfermedades olvidadas”, el doctor Oletta prefiere denominarlas “descuidadas”. Son todas esas enfermedades reemergentes que en un pasado pudieron erradicarse y ahora vuelven a tomar forma en el presente. No tienen un origen político, pero sí tienen consecuencias de tal índole.
Sus circunstancias son de orden geográfico y ecológico. Venezuela está dentro de un grupo de cinco países con riesgo de padecer esas enfermedades, pues el hecho de pertenecer a un área tropical con ambientes diversos hace propicio el de-sarrollo de las “enfermedades olvidadas”.
– No tenemos conciencia de ellas, ya las olvidamos, cuenta el último consejero en materia de salud (1997-1999) del segundo período presidencial de Rafael Caldera y las nuevas generaciones ni las conocen, pero no dejan de ser importantes, pues en un momento dado Venezuela pudiera acumular entre 12 ó 14 de estas enfermedades, entre ellas las hay incluso bíblicas.
¿Los ejemplos emblemáticos? La malaria y el dengue. Tal trascendencia cobra la primera de ellas que admite que el país pudiera dividirse en un antes y un después de la malaria. Su experiencia en el tema lo acredita para hablar con confianza del asunto. Ha publicado 68 trabajos científicos de diversas materias, entre ellas: medicina interna, educación médica o salud pública desde el ´95 hasta 2008.
“Antes éramos un país muy rural y la malaria se criaba en todos los lugares, pero después de los rociamientos comenzó un inesperado proceso de desarrollo y articulación de la sociedad como la conocemos hoy día”.
Pero al acabarse con la malariología, así llamado el programa que eliminaba no sólo esa enfermedad, sino también el Chagas, se destruyeron todos los conocimientos que antaño se tuvieron sobre esa enfermedad. “Ésa fue una de las peores decisiones del Gobierno, pues ese programa era una gran fortaleza para la salud”.
Historia: referencia de vida
“El pasado es el comienzo del futuro”, los errores cometidos deben usarse como referencia para generar vida y salud, razona Oletta.
En el año 2007, los casos de la enfermedad ascendieron a la cifra de 41 mil 749, en 2008 se redujo la cantidad a 30 mil, y hasta la semana 36 de 2009 hay 21 mil casos de malaria. Números que, en comparación con los obtenidos del año anterior, superan las cifras oficiales.
Para el año 2014, la malaria no se podrá reducir ni en 50%; aún peor, las cifras aumentarán, argumentó con preocupación el ex ministro de Salud. Con respecto al dengue, las cifras se ven menos prometedoras aún: en 2007 fueron 42 mil 29 casos, y en 2008, 80 mil 646.
Anunció que para el 26 de este mes se promoverá un informe médico denominado “El sistema de salud que necesita Venezuela”, en el que desarrollarán varias ideas para proponer un sistema de salud sustentado en el desarrollo y la protección social y combatir la pobreza y exclusión en materia de salud.
¿Luz al final del túnel?
A su juicio, el presidente Chávez ha sembrado una visión mítica de país, en la que la gente no concibe cómo él puede cometer errores, y eso le da la facilidad al primer mandatario de reconocerlos, “como si no estuviera pasando nada”.
Ese fenómeno tiene un nombre, arguye, se denomina teocracia. Lo que haga el jefe es un mandato divino. Esto es grave, porque el Presidente debe recibir los mandatos del pueblo, incentivarlo, no son éstos los que deben aceptar lo que haga.
La salud nunca ha funcionado bien en regímenes no democráticos, admite, pues aquellos con restricciones carecen de transparencia. “Eso hace mella en el Gobierno, porque no hay mecanismos contralores para evaluar una gestión y eso debilita al sistema democrático. Venezuela es ejemplo de ello”, ratifica el médico cirujano e internista egresado de la UCV.
Cuando se le pregunta sobre las proyecciones que pudiera dar sobre el sistema de salud para los próximos años, responde con inquietud que el sistema funciona como “cuerpo de botella”, y eso causa un colapso en todo su funcionamiento.
“Al crear todo paralelo, todo lo normal se viene abajo, y al ver la situación en los hospitales se observa la gravedad de todo el asunto. Al arrancar un plan de mejoramiento del 75% de los hospitales, el Gobierno lo hace todo al mismo tiempo. Eso causa el efecto como si un elefante pasara a través de una cristalería”, manifestó.
Los trabajos debían terminar en 2007, advirtió, y ahora se dice que pudieran estar listos para dentro de 15 meses.
Barrio Adentro
La estrategia original -comenta el especialista- no era sustituir un sistema por otro, lo ideal sería articular los puntos positivos de Barrio Adentro (BA) con las cosas buenas del sistema anterior. Pues, BA sólo es “un pedacito del sistema de salud”, y no se puede atender como si fuera el total.
No sólo le preocupa que el sistema original fue perdiendo “vitalidad”, sino que también Barrio Adentro fue decayendo en la medida en que crecía. “En los años 2005 y 2006 se retiraron 4 mil ‘técnicos´ cubanos’, así llama a los doctores. Además, en 2008 hubo una reducción del 65% de los recursos financieros para BA.
“En la práctica abandonaron hasta los espacios físicos, dejaron de mantener el sistema”. A su juicio, en 2003 se llegó a lugares que no se había llegado con la ayuda de BA, y eso repuntó la popularidad del Presidente para el referéndum de 2004.
Advirtió sobre las consecuencias de querer hacer lo mismo en vista de los comicios parlamentarios, pues se pretende llegar a 32 mil médicos cubanos para el próximo año. Al bajar la cobertura de las misiones como estrategias político-sociales, desciende la popularidad o carisma del primer mandatario, concluye.
En 10 años…
La capacidad de anticipar los problemas se perdió -destacó-, no hay boletín epidemiológico desde 2007, y eso ha causado que situaciones como la ocurrida con la parotiditis en 2008 -200 mil 700 casos no reportados- no sean expuestas a la luz pública con transparencia.
Reflexiona: si disponemos de tantos recursos, entonces, ¿por qué la salud está tan enferma? Hay derechos humanos en juego.