Vecina e interrelacionadas a las controversias científicas, especialmente a las biológicas, están las controversias médicas. Por ello debemos mencionar, aunque muy brevemente, que existe una profunda diferencia en la forma como se solventan estos problemas que afectan profundamente a la sociedad contemporánea.
Tom L. Beauchamp ha tratado el tema en el capítulo "Teoría ética y el problema de la conclusión" en el libro "Controversias científicas" [123]. Se trata de un problema filosófico complejo, que ha encontrado en épocas diferentes y en culturas distintas, soluciones diversas.
Se llega al primer tipo cuando se encuentra una posición "correcta"; al segundo mediante procedimientos de arbitraje (por ejemplo legales); el tercero cuando el interés en un determinado asunto sencillamente declina; y el cuarto a través de un compromiso negociado.
Es típico de la sociedad norteamericana contemporánea encontrar la resolución de conflictos -en el área cientifíca, en la médica y en muchas otras-, en la negociación, donde generalmente se encuentra una solución aceptable entre dos extremos opuestos. En cambio en los países que han adoptado el comunismo, tal como sucedió reiterativamente en la desaparecida Unión Soviética, siempre se terminaba la controversia mediante el primer método.