a medicina occidental realmente no tiene actualmente rivales de consideración, y sus tecnologías, debido a su demostrada efectividad (por ejemplo la utilización de los antibióticos en un amplia gama de enfermedades infecto-contagiosas), son aceptadas sin mayor discusión en todas partes del mundo, y han contribuido a establecer una predominancia sin reservas de la ciencia y la tecnología occidentales.
Las antiguas culturas orientales (especialmente la china, japonesa, coreana, hindú, e islámica), con algunas vacilaciones, han tenido que aceptar esa superioridad -un tanto incómoda por las inferencias obvias en las más diversas áreas de la cultura-, pero siempre tratando de mantener intactas la mayor parte de sus tradiciones y costumbres. En el caso concreto de la medicina, se busca siempre combinar hábilmente la tecnología occidental con la medicina tradicional de cada país.