A los entusiastas de la natación y del deporte de la bicicleta se les oye decir en ocasiones que se depilan las piernas para ser más rápidos. Presuntamente el afeitado, igual que la velocidad del viento, favorece la aerodinámica.
Es absurdo que éste sea un motivo para que incluso los aficionados se depilen las piernas. Es natural que los auténticos profesionales utilicen todas las oportunidades del aire y así poder arañar al tiempo cualquier mínima décima de segundo, pero nunca ahorraran ese tiempo por el hecho de eliminar el vello. Lo hacen exclusivamente porque en caso de una eventual caída o lesión la atención de las heridas se puede hacer mejor y con más higiene. No cabe ninguna duda que la vanidad también juega aquí su pequeño papel, pues unas piernas musculosas destaca aún más si están limpias de vello. Esto puede impresionar al espectador aunque, evidentemente, no a la resistencia del aire.