¿Hormona de crecimiento? Es la fuente de la juventud?

Simposio: Dermatología Cosmética e Innovaciones en Aparatología
Resumenes de conferencias enviadas por el autor: Javier Ruiz Ávila México, DF

A la hormona del crecimiento (HC) también se le conoce como somatotropina, es un polipéptido sintetizado, almacenado y secretado por la adenohipófisis. En un adulto sano la adenohipófisis almacena un total de 5- 10 mg de HC, es liberada a la sangre de forma intermitente (hasta 12 pulsos de secreción cada 24 horas). El sueño y ejercicio son los estímulos fisiológicos más potentes para la secreción.

La hormona del crecimiento tiene diversas funciones, tales como:

En hueso estimula la diferenciación de las células precursoras del cartílago para que se conviertan en condrocitos, la mitosis y la actividad de los oseteoblastos.

En el músculo aumenta la masa corporal ayudando a la captación de aminoácidos y síntesis de proteínas.

En tejido adiposo lleva a cabo lipólisis que disminuye la adiposidad.

En otros órganos aumenta su tamaño y por tanto su actividad.

Hasta los 6 años los niveles plasmáticos de HC son bajos, con la pubertad los niveles plasmáticos aumentan y permanecen relativamente constantes durante la edad adulta y a partir de los 40 años en cada decenio se presenta un descenso del 10 al 20% de la concentración de la HC.

En la vejez la disminución de los niveles de HC pueden estar asociados con: aumento de las grasas, disminución de la masa muscular y de la densidad ósea, descenso de las funciones cerebrales, disfunción de la actividad sexual, depresión y fatiga.

Esto no justifica la aplicación indiscriminado de la HC con el fin de revertir o detener el proceso de envejecimiento. “No es la fuente de la juventud” .

Independientemente de las promesas de la mercadotecnia, existen indicaciones precisas para el uso de HC, tales como:

Retraso de crecimiento debido a deficiencia de hormona de crecimiento, síndrome de Turner, retraso de crecimiento en niños prepuberales debido a enfermedad renal crónica, trastorno del crecimiento en niños nacidos pequeños para su edad gestacional con un peso y/o longitud en el momento de su nacimiento por debajo de -2 DE, que no hayan mostrado una recuperación en el crecimiento a los cuatro años o posteriormente, síndrome de Prader- Willi y para tratamiento sustitutivo en adultos con deficiencia marcada de la hormona de crecimiento.

Se ha descrito Indicaciones no convencionales, tales como: estados catabólicos producidos por: quemaduras, heridas, osteoporosis y fracturas, mejorar el rendimiento físico y para rejuvenecimiento.

En rejuvenecimiento no se ha demostrado que la administración exógena de HC sea capaz de revertir otros factores asociados al envejecimiento, por el contrario puede ser un factor de mal pronóstico para ciertas enfermedades e incluso puede disminuir la sobrevida.

Debido a su naturaleza proteica, la GH tiene que ser administrada en inyección porque por vía oral se inactiva en el tracto digestivo, administrada por vía intramuscular o subcutánea alcanza un pico en plasma a las 2- 6 horas, si se realiza de forma intravenosa, su vida media es corta, alcanzando un pico a los 60 minutos y vuelve a sus niveles basales en 3 horas.

Esta hormona se metaboliza principalmente en el hígado, riñón y tejidos periféricos y una pequeña cantidad se elimina intacta por la orina.

 

Los riesgos asociados al uso inapropiado son:

Retención de líquidos, edemas, artralgias, mialgias, parestesias, hiperglucemia, hipotiroidismo hipertensión intracraneal, aumento del desarrollo de tumores.

La realidad es que actualmente más del 30% del consumo anual de HC es en casos no indicados que ponen en riesgo la salud.