La destrucción creativa en medicina

Existe un evidente desfasamiento entre lo que está ocurriendo en materia de tecnologías de la información, y en el estudio del genoma humano, por una parte, y su posible utilización práctica en medicina. Ese es el complejo tema que aborda el doctor Topol en su nuevo libro (enero de 2012).

El doctor Topol elige para titular el libro el concepto original del famoso economista austríaco, Joseph Schumpeter, quien popularizó el término “destrucción creativa” para identificar la transformación que acompaña la innovación radical.

Es fácil colegir que la masiva y penetrante invasión por parte de la digitalización en nuestras vidas cotidianas, ha producido un cambio radical en la manera como nos comunicamos unos con otros y con una compleja red social de manera casi instantánea y sin limitaciones geográficas. Es bastante obvio que todavía las oportunidades que se han abierto para utilizar esos medios tecnológicos en medicina no se han aprovechado a capacidad..

Es evidente que con la utilización -cada día más diseminada y al alcance de todos los bolsillos- de computadoras personales, tabletas, teléfonos móviles inteligentes, Internet y WiFi, se abre una ventana de oportunidades para educar al gran público acerca de cómo cuidar de su salud y difundir -inclusive de manera discriminada a los grupos de alto riesgo-, información relevante sobre medicina preventiva, y así influir en forma eficiente y económica en el mantenimiento de la salud de la población global.

Ya era hora que un distinguido científico con autoridad en la materia, como el doctor Topol, llamara la atención de la profesión médica acerca del potencial ya existente y los beneficios que puede acarrear su adecuada y masiva utilización.

No se trata de especulaciones de ciencia ficción, muchas veces a décadas de distancia, sino de un fenómeno real, existente, que es el empoderamiento del gran público con armas tecnológicas avanzadas como es el teléfono celular inteligente de última generación, que adecuadamente utilizado puede informar a los usuarios de la manera más eficiente de cuidar de su salud y así reducir significativamente los costos involucrados.

Los primeros interesados en auspiciar programas de esta naturaleza deberían ser las compañías de seguros, cuyas carteras de hospitalización cada día que pasa se hacen más onerosas y que deberían ver en los programas educativos sobre prevención en salud, la manera lógica e inteligente de reducir los riesgos de sus afiliados y así reducir sus altos costos.

En contra de esa estrategia sólo puede invocarse el “cortoplacismo” al cual cómodamente nos hemos acostumbrado. Es más que conocido que un buen número de las dolencias crónicas que afectan al adulto mayor están determinadas por factores que pueden y deben controlarse, bien cambiando el estilo de vida (dieta adecuada, ejercicio, eliminación del cigarrillo, consumo moderado de alcohol), o mediante medicamentos que controlan enfermedades “silentes” como la diabetes, la hipertensión arterial o la hipercolesterolemia.

Con razón afirma Elias Zerhouni (ex-Director de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos) en la introducción de este libro:

“Si seguimos ejerciendo la medicina tal como la conocemos hoy en día, los cuidados médicos se convertirán en una carga insoportable a todas las sociedades modernas en un futuro muy cercano. Estamos en una verdadera carrera entre la innovación en cuidados de salud que pudiesen cambiar esta preocupante tendencia y la resistencia al cambio característica de nuestro actual sistema.

En un gran esfuerzo comprensivo, bien investigado y bien pensado, Eric Topol, siempre un líder de su generación, claro y sin compromisos, nos desafía a pensar acerca del potencial revolucionario de un mundo en que la información puede ser obtenida de muchas fuentes para mejorar enormemente los cuidados de la salud para todo ¡Es de lectura obligatoria! “

Dr. Francisco Kerdel Vegas

Acerca de Francisco Kerdel Vegas

Médico dermatólogo. Embajador y académico recibió Premio Martín Vegas de la Sociedad Venezolana de Dermatología. Individuo de Número de la Academia de Ciencias Físicas y Matemáticas de Venezuela (Sillón XIII, 1971). Doctor en Ciencias Médicas de la UCV. Vicerrector Académico (fundador) de la Universidad Simón Bolívar. Fue elegido directamente Individuo de Número de la Academia Nacional de Medicina Sillón XXIV en 1967, incorporado por su trabajo "Autorradiografía en Dermatología".

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