Se abre una nueva sección en piel-l-Latinoamericana destinada al conocimiento y divulgación de la historia de la medicina y sus personajes más conspícuos y anecdóticos con especial énfasis en el área dermatológica.
Están todos cordialmente invitados a participar en ésta nueva página, de manera que, si conoces anécdotas, pasajes históricos, críticas a la historia ….. … envíalas al correo electrónico editores@piel-l-org para procesarla y compartirla con los otros internautas cutáneos. Bienvenidos todos ¡!
Hipócrates Y Su Tiempo:
El primer gran médico de la antigüedad griega (460 – 370 a.C.), sin duda alguna. Sacerdote de la isla de Cos, considerado fuente de sabiduría y un hombre honorable. Su gran mérito está en haber dado a la medicina cuerpo de ciencia, al establecer las normas de observación de los diferentes fenómenos patológicos.
Las casi sesenta obras que componen el llamado corpus hipocráticus fueron redactadas por él, sólo en el sentido en que se atribuye La Ilíada a Homero ó el Pentateuco a Moisés . Las discrepancias internas revelan que fue escrito por diversas manos a lo largo de un cierto período de tiempo.
El corpus explicaba la salud y la enfermedad desde el punto de vista de los humores, fluidos esenciales confinados en el seno de la envoltura dérmica y cuyo desequilibrio generaba enfermedad. Estos humores protectores de la vitalidad eran cuatro:
*la sangre, fuente de vitalidad
*la cólera ó bilis amarilla, era el jugo gástrico indispensable para la digestión
*la flema, eran las secreciones incoloras incluyendo sudor y lágrimas, y
*la bilis negra ó melancolía, responsable de oscurecer otros fluidos y de que la sangre, la piel ó las heces se volvieran nauseabundas.
Esta visión se mantuvo hasta bien entrado el siglo XV y podemos volver a referirnos a ella en futuras entregas.
Es imperecedero su juramento (Juramento Hipocrático) donde abordó las preocupaciones éticas acerca de la conducta de los médicos en el ejercicio de su profesión:
Juro por Apolo, médico, por Esculapio, Higea y Panacea y por todos los dioses y
diosas a quienes pongo por testigos del siguiente juramento, que me obligo a
cumplir con todas mis fuerzas y voluntad……
Instruiré con preceptos, lecciones orales y demás modos de enseñanza a mis hijos,
a los de mi maestro y a los discípulos que se unan bajo el convenio y juramento
que determina la ley médica y a nadie más….
Si soy fiel a mi juramento, séame concedido gozar felizmente mi vida y mi profesión
honrado siempre entre los hombres; si lo quebranto y soy perjuro, caiga sobre mí
la suerte contraria.
Estos son solo fragmentos del mismo. El juramento se proponía proteger a los médicos . Pese a su posterior carácter sagrado, poco se sabe acerca de los orígenes ó primeros ritos del Juramento, sin embargo, hace presagiar el paradigma de una profesión( una que presta juramento) como una disciplina en donde la ética desempeña una función autoreguladora entre los que comparten un conocimiento especializado y empeñada en un ideal de servicio.
La medicina hipocrática era un monopolio masculino y tenía sus deficiencias, sabían poco de anatomía y fisiología ya que la disección humana habría sido contraria al respeto de los griegos por el hombre y carecía de remedios eficaces. Su punto fuerte residía en describir la enfermedad como un trastorno del individuo, quien entonces gozaría de una atención médica personal . No pretendían realizar curas milagrosas sino que se empeñaban sobre todo en no hacer daño (primun non nocere).
También pasaron a la historia sus célebres aforismos.
"La vida es corta, el arte duradero, la oportunidad efímera, la experiencia engañosa, el juicio difícil" …..
Esto lo proclama el primero de los aforismos hipocráticos, perfilando de este modo la exigente pero loable vocación de los médicos. Este elevado ideal merece respeto hasta el día de hoy como paradigma de identidad y conducta profesional.
Es historia, a través del personaje…..
Amalia Panzarelli
Caracas,01 de Junio de 2008