Cápsula de Amor Nº 32: CUERNAVACA, MI AMOR

CUERNAVACA, MI AMOR.

Regresar a tu tierra, volver a estar con todo lo tuyo, familia, amigos, bugambilias, primaveras, azaleas, golondrinas, canarios…clima…

EMBARAZO!!. 1961.

Me caen del cielo 4 horas en consulta externa del Seguro, que me «hereda» mi buen amigo el Dr. Guillermo Malo Martini.

De esa manera reingreso y soy bien recibido.

Primer Congreso de la Sociedad Mexicana de Dermatología, 1961, Centro Médico del IMSS, Ciudad de México, y que me lanzo. Mis compañeros me decían, «cómo te atreves, con todos esos gallones?». Presenté un caso muy bonito, una niña con Dermatomiositis (ahora ya es abuela). Al final de mi exposición dije: «PRIMERO SEAMOS MÉDICOS, DESPUÉS ESPECIALISTAS». Cuando toma la palabra el Maestro Latapí, dice: «ESTOS JOVENES MÉDICOS CREEN QUE ABARCARLO TODO ES MUY FÁCIL»..(???). Silencio de mi parte.

Otro regalo, me dan trabajo en el Centro de Salud, de la Secretaría de Salubridad, así llamada en ese momento, en Cuernavaca.

Lo más hermoso es que logré «venderle la idea» a la directora, Dra. Alicia Márquez, de crear el SERVICIO DE DERMATOLOGÍA EN EL CENTRO.

Como dijeran los políticos «para mi beneplácito», ACEPTÓ!.

Este chamacón mañoso (yo), con este servicio creo mi propia campaña para continuar atendiendo a los pacientes de lepra y a los de otras enfermedades de la piel, ahora en Morelos. Inches gueyes!!.

Qué creen?, LE PEDÍ AL MAESTRO LATAPÍ QUE VINIERA A INUAUGURARLO, Y VINO!!

Sé que siempre me estimó, ya les platicaré por qué

Escribí un trabajo para presentarlo en el Congreso Iberolatinoamericano de Dermatología enBuenos Aires, con el título: «El servicio de Dermatología en un Centro de Salud Mexicano». No existian ni existen estos servicios en los centros de salud. Mi idea era promoverlos para que los hubiera en todo el país.

No pude ir a Buenos Aires porque en esas fechas (noviembre 1963), llegaban los «servicios directos» del IMSS a Morelos; si me iba me quedaba sin base.

Exigian dejar otros trabajos, tuve que dejar el Centro de Salud.

Un golpe muy fuerte es que no me dieron Dermatología, me dejaron como Médico Familiar. «Es que tu sabes Medicina General y Dermatología, pero este otro cuate solo sabe algo de Dermatología».

Era una oportunidad para dejar el Seguro y, no lo hice, no sé por qué.

Seguí con mi ideal de promover cambios para hacer del Seguro una institución más humanitaria.

En cuanto a Dermatología, asistía los jueves al Centro Pascua, estaba un rato en consulta con mi querido maestro Malacara y en la sesión con el maestro Latapí, comentando los casos.

Los miércoles iba al Servicio de Dermatología del Centro Médico Nacional, con otro buen amigo, el Dr. Ernesto Macotela Ruiz.

Me invitó, el maestro Latapí a la Sociedad Mexicana de Dermatología, presenté mi trabajo de ingreso: «Los micetomas en Morelos».

El micetoma es un problema frecuente en la zona cañera de Morelos, veía yo bastantes casos, escribía sobre ellos en la revista de Dermatología.

Cuando llegué al Congreso Internacional de Dermatología en Munich, en el lobby, se me acercó un dermatólogo japonés, leyó mi nombre en mi gafete y me dijo: «Atala, Micetoma?». En ese mismo lobby ví al Dr. Ahumada, dermatólogo mexicano, lo saludo, «hola, Dr, Ahumada», él, me pregunta: » me conoce?» y, yo de mulilla, le digo, «no, es que leí su nombre en el gafete». Purrun..tun..tun.

Como médico familiar me preguntaban algunos pacientes, «qué, es otro sistéma?», porque los Escuchaba, los Exploraba, los Educaba y para el final , dejaba el expediente. Como ya he dicho, nos evaluaban por medio del expediente, entonces yo hacía la letra ilegible ( que no me costaba mucho trabajo). Los evaluadores se quejaban, «es que no entendemos la letra de Atala». Muy bien, muchachito.

Un día llegó a mi consulta un niño,como de doce años, solo. Le digo, «en que te puedo servir?». «Es que me mandó mi mamá pa’ ver que me dá pa’ lo guevón». «Juegas fut?», «si», «juegas basket?», «sí». «Entonces que no puedes hacer?». » «barrer y trapear». «Ah!»…

El 5 de noviembre de 1961, Dios nos regala el primer hijo, varón, enorme alegría para mi machísmo, para mi ego, ni quien me aguantara.

Lo llevaba yo en brazos, acabadito de nacer, una señora lo vé y dice, » está simpatiquito», «inche vieja pen..».

Por supuesto, quise que se llamara Assad.

Ya grandecito, me reclamó, «oye papá, por qué me pusiste Assad?», » a mí tampoco me preguntaron, m’hijito», le contesté. «Sí, pero tu eres Assad Atala Freyat, suena bien, y, nomás vé, yo, Assad Atala Rodríguez, cómo te suena?».

Sintetizando, resumiendo la llegada a Cuernavaca:

Nuevamente Seguro Social.

Dos años en el Centro de Salud, creando y atendiendo el Servicio de Dermatología.

NACIMIENTO DE JOSÉ ASSAD ATALA RODRÍGUEZ, MUY BIEN DOTADO POR DIOS Y FUTURO MÉDICO DE CUERPOS Y ALMAS, QUÉ REGALAZO, SEÑOR!!

Establezco mi consultorio privado como dermatólogo.

Primera experiencia: En el café que estaba abajo de mi consultorio, un conocido abogado con su pastor alemán, pasa una señora, también muy conocida, y el perro la ataca hiriéndola en la cara.

Me la suben, yo solito, y «como Dios me dió a entender», curación y sutura.

Magníficos resultados, fama inmedita, QUE MANOS DE HOMBRE!.

Seguro Social, me eligen como Presidente de la Sociedad Médica de la Clínica Hospital. Me encanta hacer programas, me gusta la Educación Médica Continua, me piden temas dermatológicos, tutti conttenti…

Vivo agradecido a mis jefes del Seguro, siempre me permitieron asistir a los congresos dermatológicos. Dr. Rodolfo Elizondo y Dr. Rafael Barba.

Llego un día a mi consultorio y mi secre me dice, «pidieron una consulta a domicilio para la señora Brigit Bardot», «???». «Es una broma».

Pues era verdad, volvieron a llamar. Dije, «Je…sus..to».

Toco la puerta y, ABRE ELLA!!. Hermosísima!.

Una lesioncita en su mejillita derechita, un anillito bien formadito.

(Tiña, fácil). En mi buen francés, » a chaton ou un chiot?», » oui, a chat».

«Brasil?», «oui», «Oh!»

Y, que me atrevo, » la photographie me permet?», «Oui».

Tan, tan y más tan.