Ahora vale la pena.
Dios
se quedó dormido.
Todos sabemos que esto
no es
definitivo
que es una suerte loca
quizá un breve
delirio.
Ahora vale la pena
vivir
aunque haga frío
aunque la tarde vuele.
O no vuele.
Es lo mismo.
Ahora sí
pero luego
si Dios no se despierta
qué pasará
diosmío.
Mario Benedetti