Estuve este fin de semana en un Simposio en el que estaban dos de los autores de este trabajo (Drs Zaratti y Guillen) y son elocuentes sus razones para plantear la modificación de esta escala pues no es posible aplicarla tal como está a la situación latinoamericana y muy particularmente a la situación de los habitantes del altiplano andino que desde Chile hasta Colombia padecen una actividad solar que supera el límite de 11 de la escala de la OMS en mas del 50% de los dias del año. Las medidas del indice en nuestro altiplano pasa de 14, de 17 y aún de 20 con frecuencia de manera que, si se empleara la escala con límite superior de 11 practicamente TODOS los días del año estaríamos en la zona violeta (y violenta, diría yo) que obligaría a que la gente no pudiera salir de sus casas. Y cuando la señal de alarma es permanente pierde su efecto disuasor.
Ojalá, esta vez tomen en cuenta la voz de los expertos latinoamericanos que hablan con cifras y con conocimiento de causa.
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Estuve este fin de semana en un Simposio en el que estaban dos de los autores de este trabajo (Drs Zaratti y Guillen) y son elocuentes sus razones para plantear la modificación de esta escala pues no es posible aplicarla tal como está a la situación latinoamericana y muy particularmente a la situación de los habitantes del altiplano andino que desde Chile hasta Colombia padecen una actividad solar que supera el límite de 11 de la escala de la OMS en mas del 50% de los dias del año. Las medidas del indice en nuestro altiplano pasa de 14, de 17 y aún de 20 con frecuencia de manera que, si se empleara la escala con límite superior de 11 practicamente TODOS los días del año estaríamos en la zona violeta (y violenta, diría yo) que obligaría a que la gente no pudiera salir de sus casas. Y cuando la señal de alarma es permanente pierde su efecto disuasor.
Ojalá, esta vez tomen en cuenta la voz de los expertos latinoamericanos que hablan con cifras y con conocimiento de causa.