Del libro «Paradojas médicas»
Una situación ha dado lugar al comercio ilegal de órganos de gente necesitada proveniente de países del Tercer Mundo que no vacilan en privarse de un órgano doble (generalmente riñones), mediante una intervención quirúrgica delicada, para obtener un dinero que necesitan con urgencia | Por: Francisco Kerdel-Vegas
La transfusión sanguínea puede ser considerada como un trasplante de un tejido (la sangre) y en muchos países existe una tradición de venta de la misma a los Bancos de Sangre por parte de muchos donantes —por ejemplo en Estados Unidos—, que hacen de ello una ganancia monetaria.
Afortunadamente en Venezuela no se permite la venta de sangre humana y por tanto existe una tradición de excluir del comercio partes del cuerpo humano para trasplante, como puede ser el caso de órganos dobles como riñones, o huesos, ya que es evidente que otros órganos trasplantables como el corazón requieren de un cadáver, pues son órganos únicos e indispensables para la vida del individuo.
Dentro de la tradición cristiana los dos santos patronos de los médicos (junto con San Lucas), San Cosme y San Damián (…-300), hermanos gemelos que vivieron en el Cercano Oriente a comienzos de nuestra era, quienes (uno como anestesista, el otro como cirujano) practicaron el trasplante de una pierna de un esclavo negro recién muerto a un paciente blanco a quien se le había amputado el miembro inferior.
Este fue el principal milagro de estos santos, que se encuentra representado en grandes pinturas de famosos museos (una de las cuales escogimos para la portada del libro Paradojas Médicas). Tomó casi dos milenios para que Alexis Carrel (1873-1944, médico, biólogo y escritor de origen francés, Premio Nobel de Medicina 1912, quien trabajó en el Instituto Rockefeller para la Investigación Médica en Nueva York) lograra tamaño avance tecnológico en un par de perros (uno blanco y otro negro) y trasplantara una pata de uno a otro animal.
Varias decenas de años más tarde se logró el trasplante de la mano de un cadáver a un amputado por accidente. Lo que antes fue un “milagro” pasó a ser de pronto una realidad de la moderna tecnología quirúrgica, con la ayuda de poderosos fármacos para impedir el rechazo de unos tejidos que no son los propios.
Pero lo que en este artículo queremos destacar es que la sociedad contemporánea considera inmoral e ilegal el comercio de órganos, por tanto quien necesita de uno de ellos —y muchas veces significa la diferencia entre la vida y la muerte—, tiene que encontrar un donante voluntario y gratuito(generalmente un familiar próximo).
Esa situación ha dado lugar al comercio ilegal de órganos de gente necesitada proveniente de países del Tercer Mundo que no vacilan en privarse de un órgano doble (generalmente riñones), mediante una intervención quirúrgica delicada, para obtener un dinero que necesitan con urgencia.
En algunos países de América Latina se publican avisos económicos en la prensa ofreciendo en venta riñones, córneas, etc. Sin la menor duda el comercio de órganos existe.
Hace algún tiempo oí por el radio, un programa de la BBC de Londres, relatando la denuncia de varias organizaciones voluntarias, que atribuyen la desaparición de cientos de mujeres en el norte de México acrímenes relacionados con la venta de órganos. Aparentemente se trata de un serio problema que no podemos poner de lado sin una investigación a fondo de las denuncias planteadas.
La gravedad del caso es que para hacer posible un comercio de tal naturaleza se necesitaría toda una cadena de complicidades, que son difíciles de tan siquiera imaginar.
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Texto extraído del libro: “Paradojas médicas: Contradicciones de la medicina actual”, escrito por Francisco Kerdel-Vegas, médico fundador de BITÁCORA MÉDICA. Para más información pulse aquí.