Alquien sabe qué es ser mexicano, Yo sí…

No existe explicación alguna, quizás nace de lo más profundo del ser que no tiene un lugar físico en el cuerpo…

¡Es un honor, orgullo y privilegio ser MEXICANO!

Nuestro país, del que me lee y del mío,  devastado y sacudido por una tragedia sin magnitud y precedente similar en el que tras una feroz arremetida de la naturaleza existan y actúen de manera entusiasta miles de ciudadanos voluntarios, incontables, despojados de clase social, posición económica, actividad laboral o profesión, religión, color, nacionalidad; héroes anónimos sin esperanza de recibir aplauso o gratificación, sin vínculo político ni social que masivamente participen en labores de ayuda, rescate  entre escombros enormes, con emisión invisible de gases y materiales tóxicos, arriesgando sus propias vidas sin importarles. El objetivo es ayudar al prójimo desvalido, al hermano caído.

Ahí donde se solicita que no acudan más voluntarios, porque están plenos los sitios de acopio de alimentos, medicinas, material e instrumental de curación, porque ya son demasiados y no hay mayor cabida para acogerlos; de todos modos gracias por  su disposición y entereza.

Aqui en este pedacito de suelo donde no importa el agobio, la hora o el cansancio pero seguimos en la búsqueda de aquellos que nos faltan y no los hallamos.

Aqui donde la gente ajena se agolpa en los supermercados a comprar agua, alimentos y medicamentos para los damnificados no importa donde estén ni quienes sean.

Aqui donde todos trabajan hombro a hombro, con manos sangrantes y exhaustas hasta lograr la meta, no importa el espacio, tiempo o condición.

Aqui donde la gente humilde ofrece comida gratuita en las calles, hospedaje a extraños y las compañías telefónicas y muchísimas más ofrecen sus servicios sin costo alguno para quien lo requiera.

De este pedazo de tierra estremecida por una fuerza desmedida en la que vamos y ayudamos no importa el nombre del ser humano en desventaja; de este lugar que dicen se llama MEXICO en el que su himno no sólo se entona con el pecho erguido y con el corazón en las manos…

“… y retiemble en sus centros la tierra… más si osaré un extraño enemigo… piensa ¡oh Patria querida! Que el Cielo un soldado en cada hijo te dió…”

Se demuestra día con día a pesar de ignotos enemigos, que sus soldados y aquellos no naturales de este suelo bendecido siempre estarán en acción para defenderte

Soy de un país en el que el compatriota lucha ferozmente por los suyos y nadie quedará atrás…

Es un honor, orgullo y privilegio ser mexicano y este es el día en el que probablemente nos abracemos con tal fortaleza y sinceridad con todos y cada uno de nuestros hermanos solidarios que  el que estemos o no, nuestros hijos estarán orgullosos de haber nacido  aquí, siempre recordando que fue tal la fuerza de ese ABRAZO que este pedazo de suelo nunca volverá a temblar!!!!

Antonio David Pérez Elizondo