La fotografia en los libros de dermatología en el siglo XIX

Salvio Serrano Ortega(*), Cristina Serrano Falcón (**)

(*) Catedrático de Dermatología.Profesor Emérito de la Universidad de Granada. España.

(**) Médico Esppecialista en Dermatologia Médico Quirúrgica. Hospital Inmaculada. Granada. España.

Las ideas vienen después, cuando la imagen está terminada
Ramón Mª del Valle Inclan

Introducción.-

La imagen es esencial para la enseñanza de la clínica dermatológica. Su inclusión en los textos de Dermatología es paralela al desarrollo de las técnicas de impresión y fotografía. Los primeros libros impresos de dermatología eran solo para leer, como en el “Sumario de la medicina con un tratado sobre las pestíferas bubas” de Francisco López de Villalobos (Salamanca, 1498) o el clásico “Doctrina de morbis cutaneis” de Joseph Jakob von Plenck, (Viena, 1776) (Figura 1). Sin duda su lectura sería tan interesante como aburrida.

Las técnicas de grabado permitieron la reproducción múltiple de las diferentes imágenes que previamente un artista diseñaba y él mismo u otro, elaboraba la matriz o “plancha” en la se realizaba el negativo de la imagen. Aunque todo empezó en la antigua China no es hasta el siglo XV con la introducción de la xilografía cuando se empezó a generalizar el procedimiento con las cortapisas propias de la ideología cristiana medieval que decretó que cualquier forma de producción plástica se destinase a objetos religiosos como los “libros ilustrados” o “libros miniados” (1). El deterioro lógico de las planchas de madera obligó a sustituirla por metal (“grabado en hueco o talla dulce”) que alcanzó su máxima perfección en el Renacimiento con las obras de Alberto Durero (Núremberg,1471-1528). En los años siguientes se introducen los aguafuertes y aguatintas como modificaciones a las técnicas de impresión que se simplificaron en 1796 por el músico Aloys Senefelder (Praga,1771-Munich,1834) (Figura 2) con la introducción de la litografía (lithos piedra, y graphe dibujo), técnica que consiste en dibujar el motivo escogido sobre una piedra calcárea con un lápiz graso, un pincel o plumilla cargados con “tinta litográfica”; finalizado el dibujo se humedece la superficie de la piedra y el agua penetra por sus poros mientras que se repele por la grasa (1). Con esta técnica, más simple y económica que las anteriores, se permitió la impresión de de imágenes clínicas dibujadas por distintos artistas en revistas y libros a lo largo del siglo XIX. Baste decir que el clásico libro de Bateman, (hemos manejado la cuarta edicion de 1917) (2), con 336 páginas, incluye sólo seis imágenes, (Figura 3) mientras que unos años después, en 1832, Alibert en su “Monographie des dermatoses(3) incluye más imágenes y de mejor calidad (Figura 4).

Pero todavía el proceso de inclusión de láminas en los libros y revistas era muy caro. Alfred Hardy (Paris, 1811-1893), en el prefacio de su libro “Clinique photographique de l´hopital de Saint Louis” se queja de la inexactitud de las láminas y de su alto costo y se inclina por la fotografía, más barata y más exacta (4).

El concepto de fotografía fue creado por el astrónomo inglés John Herschel (1792-1871) en febrero de 1839. Poco después, en el mismo año, se divulgó en París el “daguerrotipo” inventado por Louis Mandé Daguerre (1787-1851), (Figura 5) procedimiento que permitía fijar la imagen obtenida con una camera obscura en una placa de cobre recubierta con sales de plata que posteriormente se revelaban con vapores de mercurio. Con el daguerrotipo obtenían imágenes en blanco y negro que luego, en la mayoría de los textos, se coloreaban a mano para resaltar mejor las lesiones cutáneas. Daguerre contó con la protección del político y astrónomo François Arago (1786-1853) y, gracias a su apoyo, obtuvo una pensión vitalicia y la gloría de ser un inventor reconocido. Los trabajos de Daguerre se basaron en las investigaciones de Nicéphore Niépce (1765-1833) que en 1816 consiguió fijar imágenes en materiales fotosensibles a través de una camera obscura. (Figura 6) (5).

En 1888, la compañía Eastman Kodak Company (Figura 7) comercializó la primera cámara portable dotada con un carrete que se revelaba por la misma casa. La fotografía se popularizó y quizás este fue su mejor slogan publicitario “you press the button, we do the rest”. En 1908 los hermanos Lumière, inventores del cine y fabricantes de material fotográfico, idearon un proceso que permitía obtener directamente positivos en color, las autocromas Lumière que eran caras y tenían una sensibilidad muy baja. En 1935 la Kodak comercializó sus diapositivas en color Kodachrome. En 1936 la casa Agfa presentó sus diapositivas Agfacolor (5).

En 1969, los laboratorios Bell (AT&T) diseñaron un chip fotosensible primer paso para la fotografía digital. La imagen se obtiene con una cámara oscura, con las mismas características que las cámaras de fotografía clásicas en las que el “carrete” se sustituye por un sensor electrónico con múltiples unidades fotosensibles, que aprovechan el efecto fotoeléctrico para convertir la luz en una señal eléctrica que se digitaliza y almacena. La primera cámara digital se desarrolló en 1975 por Kodak y Steve Sasson, de gran tamaño, muy lenta y de poca calidad. Con el paso de los años se han perfeccionado y popularizado debido fundamentalmente a su precio y comodidad.(6)

Primeras fotografías en libros de dermatología.

La inclusión de imágenes en los libros de Dermatología se ha producido progresivamente en función del desarrollo de las diferentes técnicas de captación e impresión de imagen y de las dificultades técnicas y económicas de los autores y editores.

La primera fotografía médica de la que tenemos noticia se realizó en 1845 por Alfred Donne (7). (1801-1878), médico del hospital de la Charité de París y descubridor de la Trichomonas vaginalis. Con la ayuda de Léon Foucault (1819-1868) consiguió adaptar una cámara Daguerrotipo al microscopio para conseguir las primeras microfotografías (3). En 1844 publicó 86 imágenes en el Cours de Microscopie Complementaire des Etudes Medicales (8).

Las primeras fotografías (daguerrotipos) en publicaciones dermatológicas aparecieron, en Inglaterra, en 1865 en el libro Photographs (coloured, from life) of the Diseases of the Skin (5) de Alexander Balmanno Squire (1836-1908),(9) obra que también se conoce como Atlas of the Diseases of the Skin. En 1868, A manual of the Diseases of the skin, que sigue la clasificación de las dermatosis clásica de Willan, incluye 12 fotografias coloreadas a mano ( Figura 8, 9 y 10 ) y otras 12 litografías en sus 275 páginas (10). En 1887 hace una edición reducida en la que se suprimen las imágenes y parte del texto (11).

En Paris, el profesor de Patología y Dermatología Louis Phillip Alfred Hardy (1811-1893) y su alumno Aimé de Montméja, se interesaron por las fotografías publicadas por Alexander Balmanno en Inglaterra y en 1867 comenzaron a editar la Clinique Photographique de l’Hôpital Saint-Louis (12) que solo incluye enfermedades dermatológicas, base libro Clinique Photographique des Maladies de la Peau. En 1869 fundaron el primer servicio de fotografía en el Hospital de Saint Louis (12, 13, 14). En el prólogo de su obra “Clinique photographique de l´hopital  Saint-Louis”, Montmejá escribe “Dans le courant de l´été de 1866, M Hardy eut connaissance d´essais photographique faits en Anglaterre, et me confía, dès lors, le projet d´etudier avec lui ce nouveau procédé d´iconographie dermatologogique”

La Clinique photographique de l´hopital Saint-Louis (13) consta de 167 páginas con 49 fotografías en blanco y negro, algunas coloreadas a mano (Figuras 11,12, 13 y 14 ).

Entre 1869 y 1876, Désiré-Magloire Bourneville (1840-1909), junto con Aimé de Montméja y J. Rengade publicaron en París la Revue Photographique des Hôpitaux de Paris (14) donde se incluyeron gran cantidad de casos dermatológicos.

En USA Howard Franklin Damon (1833-1884) (15), en 1867 publicó en Boston Photographs of the Diseases of the Skin, el primer atlas fotodermatológico de los Estados Unidos, un libro de solo 54 páginas con 24 fotografía realizadas por George Moore y A. H. Lincoln (15). En 1876 se publicó el Segundo libro de Dermatología norteamericano por Henry G. Piffard (1842-1910) titulado “An Elementary Treatise on Diseases of the Skin for the Use of Students and Practitioners” que incluía cinco grabados y cinco fotografías en sus 375 páginas (16, 17). Unos años después, en Nueva York, George Henry Fox (1846-1937) publicó, en 1980, Photographic Illustrations of Skin Diseases (18) un verdadero atlas con 48 fotografías a toda página, coloreadas a mano, algunas formadas por varios pacientes en sus 208 páginas (Figura 15 a 26). Un año después, en 1881, publicó  Photographic Illustrations of Cutaneus Syphilis (19) (Figura 27 a 34). Este mismo autor uso años después publicó un atlas (Photographic atlas of the Diseases of the skin, in four volumes) en cuatro volúmenes con copyright en los años 1900, 1901, 1902 y 1905 respectivamente y 24 fotografías en cada uno de los tomos. En prólogo de este atlas considera la fotografía como “la forma más precisa y económica de reproducir de una manera similar a la vida las diversas de la enfermedad cutánea” (20).

El primer atlas de dermatopatología publicado en Alemania, con 50 fotografías, redondas de baja calidad, pegadas en el texto, se publicó en 1899 por Max Joseph (1860-1933) y Paul Meissner (1868-1939) Atlas der Histopathologie der Haut in mikrophotographischer Darstellung (21). En la publicación original de la Neurofibromatosis, Friedrich Daniel von Recklinghausen (1833-1910) empleó fotografías, tomadas por el H Winter, de Estrasburgo, donde Recklinhausen era profesor de su universidad (17).

En España las primeras fotografías aparecieron en el libro del catedrático de Barcelona Don Juan Giné y Partagás (1836-1903) (22) (Figuras 25 y 36) Este libro tiene dos partes, la primera con 12 capítulos (general) y la segunda, de 24 capítulos, que se dedica de forma específica a las enfermedades de la piel. El libro incluye 16 laminas de los licenciados Ignacio Carbo y Enrique Castell , otra lámina tomada del Atlas de Olavide (locura pelagrosa) y 3 fotografías realizadas por los fotógrafos “Partagás hermanos”, pegadas y coloreadas a manos y, al final, un “formulario” con 200 recetas para el tratamiento de las enfermedades cutáneas. En el prólogo, el profesor Giné destaca la importancia de la fotografía en la enseñanza de la Dermatología:

«La iconografía es un auxiliar poderosísimo y hasta indispensable tratándose de transmitir impresiones nosológicas, que en su mayor parte son visuales. La descripción más precisa y detallada de una dermatosis, no equivale a una mediana representación pictórica sacada del natural, ………. en el curso de 1874 a 1875, me propuse hacer una colección fotográfica de los enfermos de la Clínica quirúrgica”. Más adelante justifica por qué incluye solo tres fotografías: “Un incalificable veto de la Administración del Hospital de la Santa Cruz, que no encontró en la autoridad universitaria un poder que le contrarrestase cual convenía, dejó sin efecto mis esfuerzos. Por esto, hoy sólo puedo publicar tres fotografías, únicas pertenecientes al grupo de las enfermedades de la piel de entre las que formaban parte de la iniciada colección”.

Unos años después, en 1883, publicó “Tratado clínico iconográfico de las enfermedades venéreas y sifilíticas. Sifiliografía” (23) en el que, en las 716 páginas, incluye 11 láminas pero no incluyó ninguna fotografía.

BIBLIOGRAFIA

1.- Rubio Martinez M. Ayer y hoy del grabado y sistemas de estampación. Conceptos fundamentales, historia, técnicas. Ed Tarraco, Tarragona, 1979.

2.- Bateman T.- Practical sinopsis of cutaneous diseases. Logman. London, 1817.

3.- Alibert JL. Monographie des Dermatoses ou Precis theorique et pratique des maladies de la peau. Dainac Ed. Paris, 1832.

4.-  Hardy MA y Montméja MA.“Clinique photographique de l´hopital de Saint Louis”. Chamerot et Lauwere, Paris,1868.

5.- Torres J.M.-La retina del sabio. Fuentes documentales para la Historia de la Fotografía Científica en España. Colección Bernardo Riego. Santander, 2001.

6.- Ratner, D., Thomas, CO., Bickers, D. The Uses of Digital Photography in Dermatology. J Am Acad Dermatol. 1999;41:749-56.

7.- Diamantis A, Magiorkinis E, Androutsos G.-Alfred Francois Donné (1801-78): a pioneer of microscopy, microbiology and haematology. J Med Biogr. 2009;17:81-7

8.- Donné A, Foucault F. Cours de microscopie élémentaire des études médicales et physiologiques. Acompagné d’un atlas. Baillière. París, 1844-1845.

9.- Squire A. B. Photographs (coloured, from life) of the Diseases if the Skin. John Churchill. Londres, 1865.

10.- Squire AJB. A manual of the Diseases of the skin . John Churchill and Sons, London, 1868.

11.- Squire AJB. A manual of the Diseases of the skin. Fourth smaller edition. J&A Churchill. London, 1887.

12.- Hardy A, de Montmeja A. Clinique Photographique de l’Hôpital Saint-Louis. Chamerot et Lauwereyns. París, 1867-1868

13.- Hardy A, de Montmeja A. Clinique Photographique des Maladies de la Peau. Chamerot et Lauwereyns. París, 1868

14.- Bourneville D. Revue Photographique des Hôpitaux de Paris. Delahaye. París, 1869-1876

15.- Damon HF. Photographs of the diseases of the skin. Boston: Campbell; 1867.

16.- Burns S. Early Medical Photography in America 1839-1883. The Burns Archive. New York, 1983.

17.-  Wilfried H. The History of Photography in Dermatology. Milestones from the roots to the 20 th Century. Arch.Dermatol, 1996; 132: 1492-1498

18.- Fox G. H. Photographic Illustrations of Skin Disease. Treat. New York, 1880. Disponible en: https://archive.org/stream/photographicillu00foxguoft#page/n7/mode/2up

19.-Fox G. H. Photographic Illustrations of Cutaneous Syphilis.New York, 1881

20.- Fox GH. Photographic atlas of the Diseases of the skin, in four volumes. J.P.Lippincott Co. Philadelphia and London, 1900.

21.- Joseph M, Meissner P. Atlas der Histopathologie der Haut in mikrophotographischer Darstellung. Ernst Hesse. Berlín, 1899

22.- Giné i Partagás J. Tratado clínico iconográfico de dermatología quirúrgica. Establecimiento tipográfico de la Academia de Evaristo Ullastres. Barcelona, 1880

23.- Gné i Partagás J.-  Tratado clínico iconográfico de las enfermedades venéreas y sifilíticas. Sifiliografía. Tipografía de la Academia de Evaristo Ullastres, Barcelona, 1883.

Acerca de Salvio Serrano Ortega

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