Los depósitos localizados de grasa subcutánea son una preocupación creciente en el público que acude a los centros de estética, particularmente en mujeres. Aunque las técnicas quirúrgicas pueden dar lugar a muy buenos resultados, también están asociadas con los riesgos inherentes a cualquier cirugía, así como a tiempos de recuperación prolongados. Estos factores en combinación con los estilos de vida activos de los pacientes y su deseo de opciones de tratamiento no invasivo han popularizado los enfoques de tratamiento no quirúrgicos, que han conducido al desarrollo de nuevas tecnologías para el moldeado corporal. Los primeros tratamientos no invasivos disponibles para el moldeado del cuerpo se basaron en rodillos mecánicos no térmicos y sistemas de aspiración con el fin de causar un efecto vasodilatador, mejorando el drenaje linfático y movilizar la grasa. Posteriormente, la tecnología ha avanzado hacia el uso de dispositivos que combinan la radiofrecuencia (RF) y la radiación infrarroja con el masaje mecánico. La aplicación de energía a la superficie de la piel produce calor en la dermis y los tejidos subcutáneos induciendo la desnaturalización del colágeno seguida de neocolagénesis tensando así los tejidos. La tecnología de RF proporciona un estímulo térmico a la piel y al tejido adiposo superficial causando un engrosamiento de la dermis y acelerando el metabolismo celular en los adipocitos contribuyendo así también a la reducción de la laxitud de la piel y del volumen de los adipocitos (Ghani, 2019).
El equipo de Velashape III® incorpora la combinación de cuatro abordajes tecnológicos incluyendo radiación infrarroja, radiofrecuencia bipolar, masaje de drenaje y vacumterapia. El tratamiento se realiza con unos rodillos especialmente diseñados para aplicar un masaje mecánico y además emitir energía térmica de una forma segura y eficiente. La radiación infrarroja pre calienta el tejido blanco, mitigando la impedancia y favoreciendo así la penetración profunda de la corriente generada por la RF. Así la aplicación de radiofrecuencia bipolar y radiación infrarroja induce un calentamiento profundo del tejido conectivo. Esto a su vez promueve la neocolanogénesis y acelera el metabolismo celular en los adipocitos, como se mencionó antes (Ghani, 2019). La manipulación mecánica adicional de los tejidos por la vacumterapia y el masaje mecánico provoca un aumento inmediato de la circulación local y mejora el drenaje linfático (Narsete and Narsete, 2017). Ambos efectos se consideran componentes esenciales para la estructura de la piel sana. El usuario puede individualizar el tratamiento mediante el ajuste de las energías y los niveles de vacío de acuerdo con el paciente y sitio anatómico tratado.
Estudios realizados en Venezuela (Unimel) han demostrado la eficacia del sistema para la reducción de la grasa localizada y la celulitis en los glúteos, abdomen y muslos. Por ejemplo, en la siguiente gráfica se observa que entre el 70% y el 80% de un grupo de 175 mujeres tratadas con Velashape III® (4 sesiones) para eliminar la grasa abdominal muestran una reducción mayor a 3mm del volumen de grasa superficial y total, y una reducción mayor a 2 mm en la grasa profunda, medido por ecografía.
Referencias
Ghani, S., 2019. Review of non-invasive and minimally invasive skin tightening techniques. J. Aesthetic Nurs. 8, 26–33. https://doi.org/10.12968/joan.2019.8.sup1.26
Glancey, L., 2019. Radiofrequency technologies: applications for body contouring. J. Aesthetic Nurs. 8, 12–19. https://doi.org/10.12968/joan.2019.8.sup1.12
Narsete, T., Narsete, D.S., 2017. Evaluation of Radiofrequency Devices in Aesthetic Medicine?: A Preliminary Report. J. Dermatology Ther. Case Rep. Eval. 1, 5–8.
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