Este es mi reciente artículo sobre COVID-19 en Prodavinci.com. Espero sea de su interés.
Felix J Tapia
«Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes».
– Khalil Gibran
La complejidad y estruendo del covid-19 tiene que ver por la puerta de entrada del coronavirus a la célula huésped en los mamíferos. Esa puerta es el ACE2, siglas para el receptor de la enzima convertidora de la angiotensina tipo 2. Este receptor, a su vez, está en las células epiteliales. Los epitelios o tegumentos son la parte externa (la piel) y mucosas y endotelios son la parte interna.
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Me encanto tu análisis y reflexión de cómo abordar la prevención de la tormenta de citoquinas , cosa muy compleja ya que a veces dependerá esa respuesta de la genética que se traiga, las enfermedades concomitantes, la nutrición y la capacidad de nuestro sistema inmune de responder en forma equilibrada al contacto con el virus, soy de las que sigue pensando que si fortalecemos nuestro sistema inmunológico tanto con la vacunación como con las otras medidas que ya hemos aprendido ( Vit D3 , Zinc , Vit C y AM3 ) estaremos más lejos de una tormenta de citoquinas y de visitar una UCI .
En relación a la genética , es el gen TLR7 uno de los implicados en favorecer la tormenta de citoquinas, descubrimiento revelado en la revista science immunology recientemente y con respecto al AM3 ha salido en Junio de este año en la revista frontiers in immunology cómo un suplemento oral con potencial adyuvante en el tratamiento y vacunación del Covid 19 .
Gracias Eliana por tus interesantes comentarios. Me motivan a pensar y escribir más. Te lo agradezco.
Con respecto a la genética y la tormenta de citocinas, no lo dudo, pero creo que es más una reacción a un insulto antigénico fuerte que entra en un organismo por primera vez. Se ha visto en varias enfermedades, incluso en pacientes de la gripe española. Ver mi artículo divulgativo, Los beneficios inesperados de las pandemias https://prodavinci.com/los-beneficios-inesperados-de-las-pandemias/. En el caso de COVID-19, la tormenta causa muertes, pero no en números grandes quizás porque los humanos tenemos varias décadas infectándonos con coronavirus y tenemos algunos anticuerpos que aminoran el daño tisular.
Los TLR7 y TLR9 son sensores intracelulares de los desequilibrios inmunológicos por infecciones, otras enfermedades y moléculas asociadas con daño tisular. El sensor mayor es el inflamasoma NPLR. La destrucción de estos sensores son parte del daño que causa la tormenta de citocinas, que como sabemos acaba con la inmunidad innata. Dicho esto, para evitar la tormenta debemos ir aguas arriba y eso es lo que se hace al controlar el exceso de IL-6 y el disparo inflamatorio con los esteroides. Igual será con la IL-1 que es aumentada al ser destruido el inflamasoma NPLR. Con buena ciencia vamos en el camino correcto.