José Antonio Román G.
Médico Epidemiólogo
«El ignorante ataca con la boca, el sabio se defiende con el silencio»
Gandhi
Un estudio sobre el impacto psicosocial de COVID-19, científicos han revelado que entre las alteraciones más habituales entre la población general figura la depresión, la ansiedad, los síntomas de estrés. Esta pandemia nos ha dejado o nos está dejando muchas secuelas de lo que nos imaginamos y algunos de ellos van a ir apareciendo a lo largo de los próximos meses y debemos estar preparados para ello. Hoy hay pocas dudas de que la pandemia y las medidas tomadas para combatirla han tenido un claro impacto psicológico en la población: ansiedad, depresión, insomnio, negación, angustia, miedo, terror. Estos efectos se atribuyen a efectos directos e indirectos de la propia enfermedad y del confinamiento.
La trasmisión asintomática de la enfermedad causa miedo y ansiedad. Y la falta de medidas de protección personal y una cierta discriminación social hacia los Médicos de primera línea o carne de cañón aumenta los niveles de estrés y ansiedad. Los profesionales de la Salud estamos expuestos de manera acumulativa a situaciones traumáticas, que generan miedo.
Ante el miedo, la persona puede estar en shock, confusa, desorganizada, estresada, muy activa o bloqueda. Pero estas situaciones tienen un alto impacto emocional y lo que haga con ello puede ser determinante para desarrollar el denominado estrés postraumático. Esta pandemia va a incrementar muchos de estos problemas. Una falta de clara respuesta gubernamental, al menos al principio, los problemas derivados de la falta de test confiables y de mascarillas eficientes, impactaron en todos nosotros de forma traumática.
A eso hay que añadir años de desinversión en Salud que dejó a hospitales sin recursos para atender una demanda explosiva de cuidados críticos y medidas de protección. Las repercusiones de la pandemia en la Salud Mental, tanto por el propio virus como de la situación social generada con especial hincapié en los profesionales Médicos, como uno de los grupos vulnerables a presentar algún trastorno psicológico junto a los hospitalizados.
No soy pesimista, nunca lo he sido, si le tengo temor y mucho al virus, pero creo que tenemos que tener estas cosas presentes. Ahora los hospitales y Clínicas están colapsados y que han dejado de alagarnos a pesar del esfuerzo. Aun queda mucho por hacer y que a lo largo de los próximos meses habrá que ayudar, aun normalizando los efectos psicológicos que, nos han causado a todos esta pandemia.
Fuente Impacto Psicológico de covid-19. Kharman. R.C y colaboradores