Ya no soy aquel muchacho
del Colegio San Josè,
ni tampoco el estudiante
que cantaba por placer.
Ya no soy aquel muchacho,
flaco, alto y bien peludo,
he ganado algunos kilos,
Y pelos…solo algùn rulo.
Ya no soy el que creìa
A Peron “el Salvador”,
de mi paìs tan querido,
que casi se derrumbò.
Ya no soy el que bailaba
en fiestas de carnaval,
ni tampoco el que en Palermo
le gustaba la Especial.
No està Tucho, ni està el viejo,
ni la abuela, ni el abuelo,
pero todos esta noche
festejan con vino bueno.
Ya no soy el padre bravo,
de tres pequeños varones,
hoy son grandes, y andan siempre,
con sus tiempos e ilusiones.
Y ya el disco està màs cerca,
que las gateras y el codo,
pero tengo un buen motor
que me impulsa a proyectar,
una vida singular,
de trabajos y alegrìas,
afectos…y sin juzgar,
pretenderla transitar
con quienes ando el camino
Y me quiera acompañar.
Fernando Gatti
Buenos Aires, enero 2003