El optimismo puede definirse como una característica DISPOSICIONAL de personalidad que media entre los acontecimientos externos y la interpretación personal de los mismos. Es la tendencia a esperar que el futuro depare resultados favorables. Es el VALOR que nos ayuda a enfrentar las dificultades con buen ánimo y perseverancia, descubriendolo positivo que tienen las circunstancias, confiando en nuestras capacidades y posibilidades. El optimismo supone un esfuerzo para encontrar soluciones ventajosas. Tanto el optimismo como la esperanza tienen que ver con la expectativa de rersultados positivos y con la creencia en la propia capacidad de alcanzar metas. Esto nos ayuda a salir fortalecidos y a encontrar beneficios en situaciones traumáticas y estresantes. Hace poco, los que tuvimos la fortuna de escuchar a ese baluarte de fortaleza que es Laureano Márquez en la ATD, nos dejó claro un mensaje: «Un individuo que puede vivir sin odio y sin temor, escoge la mejor manera de vivir». La pesadilla está pronta a terminar (uh, ah, lo malo ya se va).
DRa Raquel M Ramos M
Valencia.
Hermosas palabras Dra. Raquel, yo siempre he tenido fe en Dios, no creo en la suerte sino en lo que hacemos cada día por nosotros y por los demás, pero si creo en el optimismo para lograr lo que deseamos y la esperanza no la pueden arrancar del corazón de nadie, ni siquiera del balsero que se lanza al mar en busca de la otra orilla, y de nuestros corazones podrán arrancar muchas cosas pero nunca la esperanza de ser libres, demócratas, prósperos y felices.
Luz Marina Aular M
Valencia-Vzla.
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El optimismo puede definirse como una característica DISPOSICIONAL de personalidad que media entre los acontecimientos externos y la interpretación personal de los mismos. Es la tendencia a esperar que el futuro depare resultados favorables. Es el VALOR que nos ayuda a enfrentar las dificultades con buen ánimo y perseverancia, descubriendolo positivo que tienen las circunstancias, confiando en nuestras capacidades y posibilidades. El optimismo supone un esfuerzo para encontrar soluciones ventajosas. Tanto el optimismo como la esperanza tienen que ver con la expectativa de rersultados positivos y con la creencia en la propia capacidad de alcanzar metas. Esto nos ayuda a salir fortalecidos y a encontrar beneficios en situaciones traumáticas y estresantes. Hace poco, los que tuvimos la fortuna de escuchar a ese baluarte de fortaleza que es Laureano Márquez en la ATD, nos dejó claro un mensaje: «Un individuo que puede vivir sin odio y sin temor, escoge la mejor manera de vivir». La pesadilla está pronta a terminar (uh, ah, lo malo ya se va).
DRa Raquel M Ramos M
Valencia.
Hermosas palabras Dra. Raquel, yo siempre he tenido fe en Dios, no creo en la suerte sino en lo que hacemos cada día por nosotros y por los demás, pero si creo en el optimismo para lograr lo que deseamos y la esperanza no la pueden arrancar del corazón de nadie, ni siquiera del balsero que se lanza al mar en busca de la otra orilla, y de nuestros corazones podrán arrancar muchas cosas pero nunca la esperanza de ser libres, demócratas, prósperos y felices.
Luz Marina Aular M
Valencia-Vzla.