Drs: PLACENCIO, G. GONZÁLEZ, F. SÁENZ, A. CIROCCO, A HOSPITAL UNIVERSITARIO DE CARACAS Servicio de Dermatología y Sifilografía
Paciente femenina de 4 meses de edad presenta DESDE EL NACIMIENTO máculas violáceas en miembros superiores e inferiores que no se modifican con cambios de la temperatura
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Este caso podría tratare de la enfermedad de Conradi porls hallazgos clínicos?.
Este caso podría tratarse de la enfermedad de Conradi?.
Hola Beatriz.
La paciente presentaba un Cutis MArmorata Telangectasia Congenita.
El síndrome de Conradi Hunnerma es una ictiosis y te anexo un
comentario sobre la enfermedad.
SAludos
Francisco Gonzalez
Descripción en lenguaje coloquial:
El síndrome de Conradi Hunermann es una enfermedad congénita (que está
presente desde el nacimiento) extremadamente rara del desarrollo. Se
trata de una variedad de condrodisplasia (retardo e irregularidad en
la formación del cartílago) punteada, término que engloba un grupo
heterogéneo de enfermedades constitucionales óseas, de base genética
caracterizadas por la aparición, desde el momento del nacimiento de
calcificaciones puntiformes en las epífisis (extremos de los huesos
largos) de los huesos, que afectan el crecimiento de los mismos,
asociada a rasgos faciales inusuales, alteraciones oculares y
trastornos hiperqueratósicos (desarrollo exagerado de la capa córnea
de la piel) de la piel.
Fue descrito por primera vez, en 1914, por Conradi y más tarde, por
Hunermann; Spranger, en 1971, clasificó la enfermedad en diversas
formas, en función de los patrones genético clínico y radiológico.
En la práctica suelen presentarse casos intermedios, que se consideran
subgrupos o variantes de los anteriores, en los que la distinción
clínica y genética no es tan evidente.
Clínicamente, se caracteriza por afectación de huesos largos,
calcificaciones periarticulares múltiples contracturas articulares
múltiples, rasgos faciales anómalos siendo los más frecuentes
microcefalia (cabeza anormalmente pequeña), frente amplia,
hipertelorismo (aumento de la separación de los ojos), hipoplasia
(desarrollo incompleto o defectuoso) nasal y nariz en silla de montar.
El acortamiento afecta a miembros superiores e inferiores, falanges de
manos y pies; pueden presentar opistótonos (espasmo tetánico de los
músculos de la nuca y el dorso, que arquea el cuerpo que se apoya sólo
en la nuca y los talones).
Suelen aparecer cataratas congénitas (opacidad del cristalino, que
esté presente en el nacimiento) y puede existir retraso psicomotor que
suele ser de grado leve a moderado.
La piel es seca y descamativa desde el nacimiento. Se afecta en
cualquiera de las formas clínicas en el 28% de los casos, pueden
presentar lesiones de tipo ictiósico con eritrodermia (enrojecimiento
inflamatorio de la piel acompañado de descamación simultánea de las
lesiones enrojecidas) y lesiones eritemato descamativas, que se
extienden en forma centrífuga, de distribución lineal o circular y de
cualquier localización: área del pañal, cuello y regiones perioral y
periauricular, menos frecuentemente en zonas de flexuras. Algunas
veces las lesiones suelen ser parcheadas y menos frecuentemente
exudativas (el exudado es la materia fluida que sale de los vasos
pequeños en las inflamaciones). Cuando existe afectación del cabello
éste es escaso, delgado y opaco.
Siguiendo el patrón hereditario las podemos dividir en 4 tipos, siendo
los dos primeros los de rasgos clínicos más diferenciados:
1.- Tipo autosómico dominante o tipo I o tipo Conradi Hunermann: es la
forma clásica o más frecuente, cursa con un patrón de herencia
autosómico dominante. Los afectados presentan facies peculiar,
catarata congénita en un 18% de los casos, talla corta, alteraciones
de la columna vertebral y acortamiento de extremidades leve, simétrico
o poco asimétrico.
2.- Tipo autosómico recesivo o tipo II o rizomélico (rizomelia es el
acortamiento de las extremidades): cursa con un patrón de herencia
autosómico recesivo. Los afectados presentan facies de aspecto
mongoloide, catarata congénita en un 75-90% de los casos, enanismo
desproporcionado, malformaciones y retracciones articulares múltiples
y acortamiento evidente simétrico proximal (más cerca de un centro
tronco o línea media), de extremidades, brazos y muslos.
Las calcificaciones a nivel de epífisis y metáfisis (cartílago de
crecimiento de los huesos largos) y producen una disrupción en la
formación de hueso encondral, que origina la rizomelia. Asocia retraso
psicomotor (retraso en la adquisición de las habilidades que requieren
la coordinación de la actividad muscular y mental).
Se considera de mal pronóstico ya que la evolución puede ser fatal
durante el periodo neonatal o antes del primer año de la vida.
3.- Tipo recesivo ligado a X o tipo de genes contiguos: en la que
suele ser más frecuente la ictiosis y también puede aparecer
hipoacusia (disminución de la capacidad auditiva, pérdida del oído),
anosmia (disminución o pérdida completa del olfato) e hipogonadismo
(secreción insuficiente de las glándulas genitales).
4.- Tipo dominante ligado a X o síndrome de Happle: en el que también
aparece catarata congénita en el 70% de los casos.
El síndrome de Conradi Hunerman se debe a una alteración de base
genética, muy heterogénea en la que están implicadas diferentes genes,
que se traduce en alteraciones a nivel del metabolismo peroxisomal (el
peroxisoma es la parte de la célula responsable del acortamiento de
ácidos grasos de cadena muy larga, con el fin de que la mitocondria
pueda metabolizarlos completamente y de la oxidación de la cadena
lateral del colesterol, necesaria para la síntesis de ácidos
biliares).
Pueden aparecer también variedades secundarias a agresiones durante la
vida del feto, siendo las más frecuentes las relacionadas con hijos de
madres tratadas durante el embarazo con sustancias como warfarina
(antivitamina K), fenobarbital e hidantoínas, o en la embriofetopatía
alcohólica. Puede aparecer asociado a enfermedades peroxisomales como
el síndrome de Zellweger y en el déficit de oxidasa del ácido
fitánico.
Las técnicas diagnósticas por imagen, radiografía simple sobre todo,
escáner y resonancia magnética nuclear muestran acortamiento de las
extremidades, posibles malformaciones esqueléticas y específicamente
calcificaciones puntiformes o «en granulado» de tipo condral
localizadas en áreas epifisarias proximales y distales (distal que
está más alejado de un centro tronco o línea media) y de localización
múltiple; éstas son consideradas uno de los signos diagnósticos guía,
pero sólo pueden visualizarse durante el primer año de la vida.
La biopsia de piel manifiesta cambios histológicos similares a los de
la ictiosis vulgar: hiperqueratosis leve y una ausencia o disminución
en la epidermis de los gránulos de queratohialina y de la
profilagrina, que son proteínas con un papel importante en la
cornificación normal.
Se aconseja completar el estudio con otras exploraciones
complementarias: ecografía cerebral y abdominal fondo de ojo y
cariotipo.
El diagnóstico de sospecha es fundamentalmente clínico y se basa en
las características del fenotipo (aspecto físico que aparece como
consecuencia de la expresión de un gen) del recién nacido y el estudio
radiográfico. Para la confirmación se precisa estudio genético;
también resultan de utilidad diagnóstica la consanguinidad paterna y
la ecografía prenatal.
Es importante tener en cuenta la importancia del diagnóstico precoz,
ya que la condrodisplasia punctata es una alteraciones ósea fácilmente
demostrable, pero pasajera.
Puede hacerse consejo genético, que vendrá condicionado por el
diagnóstico del tipo exacto de condrodisplasia punctata.
El pronóstico por lo general es sombrío, ya que la mayoría de estos
niños fallece antes de los dos años, por cuadros infecciosos
intercurrentes de origen bacteriano o micótico.
El diagnósticos diferencial se debe hacer con todos los procesos que
puedan causar calcificaciones epifisarias puntiformes y en caso de
afectación cutánea con candidiasis mucocutánea y acrodermatitis
enteropática.
El tratamiento es exclusivamente sintomático, siendo importante
mantener una adecuada higiene de la piel del neonato, aunque la piel
no esté afectada. Si existe afectación cutánea puede resultar eficaz
la aplicación tópica de solución de Burow, óxido de Zinc y derivados
imidazólicos.
La cirugía correctora de las malformaciones más severas puede estar
indicada en algunas ocasiones, en los casos que sobreviven. Se deben
tratar, siempre que aparezcan, las complicaciones infecciosas.
El síndrome de Conradi Hunermann, considerado en sentido genérico, es
una enfermedad con marcada heterogeneidad genética. La mayoría de
pacientes con formas autosómicas recesivas tienen mutaciones en el gen
PEX7, que codifica la peroxina 7, pero también se han hallado otras
mutaciones relacionadas con efectos en el fibroblasto. Las formas
recesivas ligadas a X se deben a mutaciones en el gen de la
arilsulfatasa E (ARSE), que se ha localizado en el brazo corto del
cromosoma X (Xp22.3).