Autor. Pablo Neruda
Dedicado a su segunda esposa Delia Del Carril.
Las gentes se acallaron y durmieron
Como cada uno era y será:
Tal vez en ti no nacía el rencor,
Porque está escrito en donde no se lee
Que el amor extinguido no es la muerte
Sino una forma amarga de nacer.
Perdón para mi corazón en donde
Habita el gran rumor de las abejas:
Yo sé que tú, como todos los seres,
La miel excelsa tocas y desprendes
De la piedra lunar, del firmamento,
Tu propia estrella,
Y cristalina eres entre todas.
Yo no desprecio, no desdeño, soy
Tesorero del mar, escucho apenas
Las palabras del daño
Y reconstruyo
Mi habitación, mi ciencia, mi alegría,
Y si pude agregarte la tristeza
De mis ojos ausentes, no fue mía
La razón ni tampoco la locura:
Amé otra vez y levantó el amor
Una ola en mi vida y fui llenado
Por el amor, sólo por el amor,
Sin destinar a nadie la desdicha.
Por eso, pasajera
Suavísima, hilo de acero y miel que ató mis manos
En los años sonoros,
Existes tú no como enredadera
En el árbol sino con tu verdad.
Pasaré, pasaremos,
Dice el agua
Y canta la verdad contra la piedra,
El cauce se derrama y se desvía,
Crecen las hierbas locas
A la orilla:
Pasaré, pasaremos
Dice la noche al día,
El mes al año,
El tiempo
Impone rectitud al testimonio
De los que pierden y de los que ganan,
Pero incansablemente crece el árbol
Y muere el árbol y a la vida acude
Otro germen y todo continúa.
Y no es la adversidad la que separa
Los seres, sino
El crecimiento,
Nunca ha muerto una flor: sigue naciendo.
Por eso perdóname
Y perdono
Y él es culpable y ella
Y van y vienen
Las lenguas amarradas
A la perplejidad y a la inmundicia,
La verdad
Es
Que todo ha florecido
Y no conoce las cicatrices.
Colaboración de la Dra. Raquel Ramos
Al pensarse en los amores de Neruda, es como si fuese una fase «oscura», porque con nuestros prejuicios, vemos al hombre que deja como el»malo». Al leer este poema me conmoví mucho, sobre todo: «amé una vez y levantó el amor una ola. Por el amor, sólo por el amor. Sin destinar a nadie la desdicha…»
Neruda amo con intensidad inususitada a sus mujeres.Su segunda esposa, Delia del Carril, a quien conocio en España y fueron incansables trabajadores por la libertad en la guerra civil española, le llevaba 20 años. Y asi no le llevara ninguno, quién dice que es lo que es y lo que no es? . Hay tanta gente parada, pero no firme, atada a convencionalismos.
Este poema lo lei en «Biografía de Neruda» Por Antonio Skármeta, libro que les recomiendo. Saludos .
Dra. Raquel M Ramos M
Valencia
Venezuela