Cuando Juan Luis Guerra escribió esta canción Republica Dominicana era un país pobre (tal vez sigue siéndolo), pero sobrevive dignamente con su turismo. Juan Luis, y que hacemos en venezuela,»pa que no se sufra tanto?».
Artista: Juan Luis Guerra Y 440
Album: Ojalá que llueva Café
Canción: Ojalá que llueva café
Ojalá que llueva café en el campo
que caiga un aguacero de yuca y té
del cielo una jarina de queso blanco
y al sur una montaña de berro y miel
oh, oh, oh-oh-oh, ojalá que llueva café.
Ojalá que llueva café en el campo
peinar un alto cerro de trigo y mapuey
bajar por la colina de arroz graneado
y continuar el arado con tu querer
oh, oh, oh-oh-oh…
Ojalá el otoño en vez de hojas secas
vista mi cosecha de pitisalé
sembrar una llanura de batata y fresas
ojalá que llueva café.
Pa que en el conuco no se sufra tanto, ay ombe
ojalá que llueva café en el campo
pa que en Villa Vásquez oigan este canto
ojalá que llueva café en el campo
ojalá que llueva, ojalá que llueva, ay ombe
Ojalá que llueva café en el campo
ojalá que llueva café.
Ojalá que llueva café en el campo
sembrar un alto cerro de trigo y mapuey
bajar por la colina de arroz graneado
y continuar el arado con tu querer
oh, oh, oh-oh-oh…
Ojalá el otoño en vez de hojas secas
vista mi cosecha é pitisalé
sembrar una llanura de batata y fresas
ojalá que llueva café.
Pa que en el conuco no se sufra tanto, oye
ojalá que llueva café en el campo
pa que en Los Montones oigan este canto
ojalá que llueva café en el campo
ojalá que llueva, ojalá que llueva, ay ombe
ojalá que llueva café en el campo
ojalá que llueva café.
Pa que to los niños canten en el campo
ojalá que llueva café en el campo
pa que en La Romana oigan este canto
ojalá que llueva café en el campo
ay, ojalá que llueva, ojalá que llueva, ay ombe
ojalá que llueva café en el campo
ojalá que llueva café.
Esta mancheta me recuerda el cuento de García Márquez: ”El Coronel no tiene quien le escriba” (París, Enero 1957), en el cual la mujer del coronel, por una parte, afligida por tantas vicisitudes- hambre, miseria y desesperanza, y el coronel, por la otra, en una eterna agonía esperando la prometida y merecida pensión de guerra a que aspiraba por los servicios prestados a la patria (Colombia), y tratando de vender, sin éxito, cuantos “peroles” poseían para sobrevivir, ambos, cifraron sus escuálidas esperanzas en una pelea de gallos donde competiría el único gallo de raza que poseían.
En el ínterin, en un acto de desesperación, la mujer agita al coronel por la pechera y le pregunta:
¿Y mientras tanto, qué comemos?
La obra concluye patéticamente así:
“El coronel necesitó 75 años- los 75 años de su vida, minuto a minuto- para llegar a ese instante. Se sintió puro, explícito, e invencible en el momento de responder:
Mierda!“
Algunos sarcásticamente dirán:
!Lo más probable es que no alcance para todos!.
Parece mentira pero es la realidad. En el país de los petrodólares donde se han transferido en dos o tres años, más de 35.000 millones de dólares en dádivas a otros paises(la mitad de nuestras reservas internacionales),sin el consentimiento de los Venezolanos, y en procura de la creación de un liderazgo de papel, en tanto que el país ya entró en una debacle institucional, que llevará muchos años enmendarla.
Un saludo cordial
Dr. Guillermo Planas Girón
Ccs-Vzla
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Cuando Juan Luis Guerra escribió esta canción Republica Dominicana era un país pobre (tal vez sigue siéndolo), pero sobrevive dignamente con su turismo. Juan Luis, y que hacemos en venezuela,»pa que no se sufra tanto?».
Artista: Juan Luis Guerra Y 440
Album: Ojalá que llueva Café
Canción: Ojalá que llueva café
Ojalá que llueva café en el campo
que caiga un aguacero de yuca y té
del cielo una jarina de queso blanco
y al sur una montaña de berro y miel
oh, oh, oh-oh-oh, ojalá que llueva café.
Ojalá que llueva café en el campo
peinar un alto cerro de trigo y mapuey
bajar por la colina de arroz graneado
y continuar el arado con tu querer
oh, oh, oh-oh-oh…
Ojalá el otoño en vez de hojas secas
vista mi cosecha de pitisalé
sembrar una llanura de batata y fresas
ojalá que llueva café.
Pa que en el conuco no se sufra tanto, ay ombe
ojalá que llueva café en el campo
pa que en Villa Vásquez oigan este canto
ojalá que llueva café en el campo
ojalá que llueva, ojalá que llueva, ay ombe
Ojalá que llueva café en el campo
ojalá que llueva café.
Ojalá que llueva café en el campo
sembrar un alto cerro de trigo y mapuey
bajar por la colina de arroz graneado
y continuar el arado con tu querer
oh, oh, oh-oh-oh…
Ojalá el otoño en vez de hojas secas
vista mi cosecha é pitisalé
sembrar una llanura de batata y fresas
ojalá que llueva café.
Pa que en el conuco no se sufra tanto, oye
ojalá que llueva café en el campo
pa que en Los Montones oigan este canto
ojalá que llueva café en el campo
ojalá que llueva, ojalá que llueva, ay ombe
ojalá que llueva café en el campo
ojalá que llueva café.
Pa que to los niños canten en el campo
ojalá que llueva café en el campo
pa que en La Romana oigan este canto
ojalá que llueva café en el campo
ay, ojalá que llueva, ojalá que llueva, ay ombe
ojalá que llueva café en el campo
ojalá que llueva café.
Esta mancheta me recuerda el cuento de García Márquez: ”El Coronel no tiene quien le escriba” (París, Enero 1957), en el cual la mujer del coronel, por una parte, afligida por tantas vicisitudes- hambre, miseria y desesperanza, y el coronel, por la otra, en una eterna agonía esperando la prometida y merecida pensión de guerra a que aspiraba por los servicios prestados a la patria (Colombia), y tratando de vender, sin éxito, cuantos “peroles” poseían para sobrevivir, ambos, cifraron sus escuálidas esperanzas en una pelea de gallos donde competiría el único gallo de raza que poseían.
En el ínterin, en un acto de desesperación, la mujer agita al coronel por la pechera y le pregunta:
¿Y mientras tanto, qué comemos?
La obra concluye patéticamente así:
“El coronel necesitó 75 años- los 75 años de su vida, minuto a minuto- para llegar a ese instante. Se sintió puro, explícito, e invencible en el momento de responder:
Mierda!“
Algunos sarcásticamente dirán:
!Lo más probable es que no alcance para todos!.
Parece mentira pero es la realidad. En el país de los petrodólares donde se han transferido en dos o tres años, más de 35.000 millones de dólares en dádivas a otros paises(la mitad de nuestras reservas internacionales),sin el consentimiento de los Venezolanos, y en procura de la creación de un liderazgo de papel, en tanto que el país ya entró en una debacle institucional, que llevará muchos años enmendarla.
Un saludo cordial
Dr. Guillermo Planas Girón
Ccs-Vzla