Espérame sin horas, donde la garza blanca se posa sin hollar.
Espérame en el río
Que está lejos del mar.
Espérame en la noche de estas tinieblas claras, sin luz artificial.
Espérame en el sol callado y mudo,
Sentada a cualquier puerta que convide a sentar.
Espérame más vieja, más joven, más sin años,
Más sin tiempo, quizás…..más cerca de mi misma y de toda verdad.
Desnuda y libre como un niño, a quien no pueden domar.
Regresaré en la tarde, con la alegría humilde de haber andado
Todas las horas que me diste…..
Arde el ocaso. Arde todo lo que era triste….
Poesia de Raquel ramos