Recientemente tuve la oportunidad de leer algunos artículos sobre la denominación «nómadas digitales», aplicadas a cierto tipo de personas que no tienen sitio fijo de trabajo, y con una laptop deambulan ciudades y hasta países efectuando trabajos con sólo la conexión a Internet. Este tipo de especialista informal cobra auge sobre todo en la juventud estudiantil de las universidades donde los tiempos permiten períodos de ocio e indagación en nuevas plataformas; así mismo profesionales universitarios que han visto bloqueada sus aspiraciones laborales inmediata, han incursionado en este mundo de la economía digital informal, estableciendo su consultoría y/o gestoría en espacios abiertos .
Este nuevo modo de vida me hizo pensar en el ritmo actual de nosotros como médicos dermatólogos, salvando las distancias por supuesto, pero no acabamos de participar en un evento científico, cuando ya estamos dándole al teclado para preparar conferencias y presentación casos clínicos en el programa de un próximo congreso, taller, jornada o reunión de expertos y en ese vaivén de modus operandi nos encontramos con colegas donde compartimos experiencias y no falta quien con su celular o laptop nos muestra algún caso para que expresemos nuestra opinión. No es esto entonces una forma de «nómadas digitales de diagnóstico médico»?
La Dermatología junto a las nuevas tecnologías de comunicación han desembocado en una especialidad médica de rápidos y certeros resultados, gracias a la plataforma comunicacional que permite la colaboración virtual haciendo uso de servicios como el correo electrónico bien sea desde nuestra PC como desde el celular. Esta historia apenas comienza, en estos días escuchamos y leemos noticias de otras latitudes donde pretenden cercenar el acceso a Internet, a las horas aparecen entonces avances sobre técnicas para saltar filtros y bloqueos. Esto es un reflejo de una realidad que desde el 1998 proclamamos en Piel-L Latinoamericana, el Internet llegó para quedarse, o nos montamos o estamos condenados a formar fila en la medicina arcaica del fax.
Nuevos retos se nos plantean, nuevas formas de ejercer nuestra profesión científica basada en observación y evidencia, pareciera que nunca terminamos de aprender, quisiéramos estacionarnos en el oasis de nuestro consultorio, pero una vez que pisamos calle nos damos cuenta que hay un fenómeno comunicacional que está formando parte de nuestras necesidades básicas. Es cuando el twitter, el blog y la banda ancha hacen fila en nuestra sala de espera.
Continuemos comunicandonos y creciendo juntos en esta nueva aldea digital que nos ha unido con lazos muy fuertes a través del delgado hilo de la fibra óptica.
Los Editores
Me parece muy interesante su publicación. Y de hecho yo he incursionado en esto que se llama «social media». Estoy en unos proyectos utilizando esta plataforma de información. La trascedencia y el impacto aún los estoy midiendo. Hago uso de twitter (@MSLDermatopato), página fanpage en Facebook (MSLDermatoopato), así como un blog y red mediante Linkedin. Estoy creando una red social profesional que haría más sencilla nuestra comunicación. Saludos cordiales
Muy acertado este tema de Dermatología Virtual,
al cual me he visto unida involuntariamente por
la emigración masiva de pacientes a otros paises.
Es realmente útil, pero nunca sustituirá la clínica presencial.
Por ahora «social media» es solo una herramienta (online) en paralelo a la medicina presencial (offline). Claro que ambas tienen que ir de la mano. En un futuro puede crearse utensilios tecnológicos que le den un mayor avance a la medicina a distancia. Gracias por su respuesta. Saludos
estoy de acuerdo de que la revision presencial no se puede suistituìr, pero en algunos casos, el checar una foto on line, de algunas dermatosis, ha tranquilizado al paciente, y me ha orientado a modificar esquemas de tratamiento.