¿Es satisfactorio el trabajo hospitalario?

Mientras leen el editorial los invitamos a oir con la Filarmonica de Berlín (1987) Dirigida por Herbert von Karajan, con Anne-Sophie Mutter como Violin principal el Invierno de “Las Cuatro Estaciones” del compositor Antonio Vivaldi

Fotografía: Bóveda Global de Semilla Svalbar(Silo de vida en el planeta verde): Uno de una serie de silos de semillas que se están instalando en varias partes, el de la fotografía es en Noruega, y permite poder tener un banco futuro para que pueda enfrentar la pérdida incrementada de cultivos. La bóveda de Semillas conserva una diversidad de cultivo que conservaran una variedad de cultivos que no puedan ser ya encontrados actualmente

Al inicio de nuestro ejercicio profesional llevamos una mochila cargada de ilusiones, propósitos y sobretodo futuro. El sacrificado pasado estudiantil, el laureado presente logrado con ingente dedicación lo ganamos a pulso, con esfuerzo personal, el futuro no tiene límites. Luego, el encuentro con la realidad  hospitalaria, llena de carencias e incertidumbres; la práctica se sobrepone a la teoría idealista y el egresado flamante médico se ve ante un cúmulo de carencias que lo sobrepasan y lo hacen reflexionar, no siempre para mal porque comienza a desarrollar alternativas que lo ayudan a madurar en el desempeño profesional.

Nos estamos refiriendo al ejercicio médico en instituciones públicas. La carencia de insumos, la desidia laboral y la falta de una estructura funcional  efectiva impiden el óptimo servicio de salud que debemos ofrecer y que el paciente merece y esto incide en el aumento de la demanda de nuestros servicios en la consulta privada, porque aún el paciente pobre hace un gran esfuerzo para pagarla cuando se ve enfrentado a una dolencia para la cual no logra solución. Así, día a día  se llenan las salas de espera de los consultorios médicos privados de pacientes hospitalarios decepcionados por el deterioro de la calidad del servicio que los hospitales ofrecen.

Mientras que en países del primer mundo un grupo de médicos expresa insatisfacción en la escogencia de la Medicina como profesión, no ocurre así en Latinoamérica donde los médicos en general, se sienten satisfechos de la profesión que escogieron mas no así de los hospitales y centros de salud donde laboran. La queja es general: pírricos salarios considerados diezmos a la sociedad que los formó, malas políticas de salud, falta de reconocimiento y estímulo, funcionarios incapaces y/o corruptos, escasos recursos para el diario desempeño, menosprecio a la actividad de investigación en  parte sostenida por la industria farmacéutica, falta de apoyo y control a la publicación de estadísticas actualizadas que permitan redireccionar los recursos, y así… un gran número que quejas.

De todo ello se deducen las causas del desánimo, y como  éste  afecta tanto a los propios profesionales como al público doliente.

En un artículo  publicado por la revista de medicina hospitalaria  (Scheurer D, McKean S, Miller J, Wetterneck T. U.S. physician satisfaction: a systematic review Journal of Hospital Medicine 2009; 4(9): 560-8. ) se demuestra que los  niveles de satisfacción fueron en general estables entre los médicos, y que las ocasionales caídas son mas frecuentes entre dedicados a la atención primaria. Para los médicos estadounidenses, según los resultados obtenidos en ésta, los niveles de satisfacción guardan este orden: la demanda de sus servicios profesionales, el control que pudieran ejercer sobre su propio trabajo, el apoyo de los colegas, el nivel de ingresos monetarios y la existencia de otras retribuciones o gratificaciones de índole no monetaria.

La satisfacción nuestra a nivel de consulta privada es comparable a la que tienen los médicos en la encuesta de Scheurer y colaboradores, no así a nivel hospitalario en donde los factores expuestos en los primeros párrafos de este editorial cunden el desanimo laboral, aunque estamos concientes de que esta  estructura de actitudes muestra que las dificultades que puedan existir son considerablemente modificables, y que es posible tomar medidas concretas para disminuir nuestra insatisfacción. Contamos con jóvenes preocupados y muy bien preparados que desean cambiar estos patrones de desaliento y con sus bríos deben luchar no por radicarse en  otras latitudes sino impulsar lo autóctono, sin dejarse manipular ni ceder en el ideal médico, exigir antes que conceder, siempre en el beneficio del enfermo, sin fórmulas políticas que lo comprometan ni factores externos que los condicionen.

Nuevos jóvenes con renovadas esperanzas tomaran el bastón de posta y reactivaran con nuevos bríos las instituciones públicas latinoamericanas, hoy deprimidas, tenemos la esperanza puesta en ellos; sus maestros deben haber sembrado una buena semilla, de calidad, digna de un silo de vida en el planeta verde.

Los Editores

Acerca de Editores PIEL-L

Mesa de redacción de Piel Latinoamericana. Donde recibimos casos, aportes e información de interés para la comunidad latinoamericana dermatólogica

4 comentarios

  1. Mauricio Goihman Yahr

    La editorial está muy bien escrita.El punto central,que los médicos están descontentos de los hospitales por las condiciones de trabajo en ellos es correcto. Pero lo fundamental no tiene que ver con la poesía o el idealismo.Nuestros hospitales marchan mal porque nunca hubo un real plan central de acción ni mecanismos de selección y promoción racionales.Cuando ciertas áreas u hospitales tuvieron éxito parcial o relativo se debió a la acción personal de ciertos individuos o grupos.Ello sigue el curso vital de todas las acciones individuales.Aparte de ello se agrega ahora la incompetencia de las autoridades, la pasividad de quienes trabajan en los hospitales y un plan claro de destruír lo preexistente con un propósito implícito pero no alcanzable de construír algo mejor..Destruír es mucho más fáil que construír.
    Mauricio Goihman

  2. Ana Graciela Angulo M

    Aplaudo este editorial… Creo quen en verdad es capaz de llegar y tocarnos el alma!!!
    En momentos como estos cuando vemos como los hospitales estan en pesimas condiciones , los sueldos son escasos, nosotros como jovenes sentimos una gran decepcion… Sin embargo no debemos perder la esperanza, aun mas ,debemos generar un sentido de PERTENENCIA por nuestras instituciones, luchar por nuestros derechos, defender nuestros ideales, nuestra dignidad!!!! No podemos permitir MAS HUMILLACIONES…Tenemos que sentirnos HOY Y SIEMPRE …. de ser MEDICOS!!!!
    Ana Graciela Angulo Menendez

  3. Los dos comentarios realizados hasta el momento tiene verdaderas irrefutables por las cuales, nos paseamos cuando realizamos el editorial.
    La primera versión de éste era muy parecido a lo que plantea el Prof. Goihman, incluso lo adornamos con el viejo guitarrista de Picasso http://www.medicinaycultura.org.ar/09/Images/El%20viejo%20guitarrista%20ciego%20Picasso.jpg y colocamos el invierno de las cuatro estaciones de Vivaldi.
    Inmediatamente nos dimos cuenta que era una visión pesimista del problema, cuando es conocido que todas las sociedades a través de la historia había podido solventar las dificultades apelando a las generaciones jóvenes. Es por ello que le dimos un giro optimista y lo adornamos con la boveda Global de semilla Svalbar, aunque dejamos el invierno, pero con un allegro maravilloso de Anne Sophie Mutter.

    Pero ambas visiones, tanto del veterano profesor que ha recorrido el camino (Prof Mauricio Goihman), como la joven residente que se apresta con bríos a no dejar desfallecer sus sueños le han puesto puntos de vista interesantes en que pensar al lector.
    Gracias por intervenir
    Los Editores

  4. lamentablemente las instituciones hacen desagradable el trabajo por sus politicas y tarde o temprano tienes que sucumbir a el «vis-a-tergo» ya que un medico que arroje buenos numeros es mejor que aquel que atiende humanamente enfermos; en nuestro pais para ejemplo, en el IMSS la politica es un paciente cada 12 minutos (¡¿que esperan que haga uno en 12 minutos?!!) asi que se tarda uno mas en llenar formatos en la computadora que atendiendo al paciente ademas de que el paciente llega «manoseado» poruqe no es adecuado dar tantos pases de segundo nivel (de nuevo los numeros hablan: menos pases = mejores medicos de primer nivel segun ellos) estas y tantas politicas como «se hace lo que se puede con lo que se tiene» y «hacen como que me pagan, hago como que trabajo» merman hasta al mas brioso medico en ciernes… cuando las politicas de salud se basen en pacientes satisfechos con mejor calidad de vida y no en numeros de productividad y que esto impacte en el reconocimiento profesional, emocional y economico del medico entonces el trabajo en institucion sera inspirador… pienso dejandonos de romanticismos y casos aislados de medicos entregados vocacionalmente a este tipo de medicina pocos se sentiran satisfechos por los beneficios de la medicina institucional, ejeciendola mas por una necesidad de asegurar un salario y una pension (claro es valido) ya que como sabemos los medicos que progresan dentro de las instituciones son por situaciones politicas mas que por resultados en su quehacer medico (salvo el 2% por merito propio, a poco no?)… la medicina institucional (salvo casos aislados) esta condenada a seguir siendo un moustro necesario que consume voluntades y vocaciones.

Responder a humberto cantu Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies