Al iniciar un nuevo año, comenzamos también un nuevo ciclo en PIEL-L LATINOAMERICANA, con la esperanza de que este esfuerzo ayude, principalmente, a los médicos dermatólogos jóvenes, como también a aquellos colegas residentes en lugares apartados de los grandes centros del saber y de los avances tecnológicos que facilitarían el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de la piel; asimismo, a los dermatólogos experimentados que han guardado sus conocimientos y experiencias por no tener un vehículo de difusión; pues bien, todos ellos tienen en Piel-L Latinoamericana, un espacio para el diálogo científico y con ello la oportunidad de interactuar desde óptica diversas.
Sin duda, estamos en la era de las comunicaciones; por ello la telemática nos ha permitido la democratización y la expansión del conocimiento científico, favoreciendo la discusión profunda y amplia de los diferentes temas planteados en nuestras ediciones, siempre dentro de un marco ético y coherente, pero de manera fundamental, sumando voluntades, grupos y sociedades médicas para hacerle llegar al mundo la dermatología latinoamericana.
Con más piel y menos ropa queremos resaltar la descomplejización que de ahora en adelante tendrán los enunciados de Piel-l Latinoamericana, sin que ello signifique reducir la jerarquía científica de los trabajos. De esta forma, podemos llevar la dermatología latinoamericana al escenario mundial.
Queremos, especialmente, en esta nueva etapa, resaltar la importancia de la evolución y seguimiento de los casos clínico-patológico que presentamos y presentaremos en nuestras publicaciones; es decir, ¿Qué ha pasado con los casos discutidos? ¿Cuál ha sido su evolución? Es vital saber los resultados y las conclusiones de los mismos y de esa manera cerrar el ciclo de aprendizaje fundamental para fijar ese nuevo conocimiento.
Deseamos mayor participación; Piel-l Latinoamericana, debe ser un foro o escenario de discusión libre, donde el médico expresa sus dudas, inquietudes y experiencias, sin temor y sin límites, nuestra limitación es la imaginación reflexiva.
Son nuestros sinceros deseos que todos ustedes tomen a Piel-L Latinoamericana como la tribuna solidaria para plantear las dificultades diagnósticas y terapéuticas de las enfermedades de la piel y todos los movimientos intelectuales y gremiales relacionados con la dermatológicas del día a día y al mismo tiempo compartir con nuestros 12.000 subscriptores los avances y experiencias personales.
Hemos madurado con la sabia de la experiencia del saber y con el riego diario y la vigilancia esmerada de un grupo importante de dermatólogos y científicos que han convertido a Piel-l Latinoamericana en un núcleo convergente de saber.
Alcanzado estos propósitos, ¿ cuál será el futuro de Piel-L Latinoamerina?
Los Editores
Hola!!! Feliz Anno!!! Que bueno contar con esta gran herramienta!!