No olvidar la leishmaniasis

La leishmaniasis es hoy día un problema de salud pública. La coinfección con el virus de inmunodeficiencia humana (HIV) y el calentamiento global han contribuido a su expansión. El problema de la cuenca mediterránea llegó a su máximo en los 90s y gracias a la poliquimioterapia (HAART) usada contra el SIDA, los números vienen en franco descenso. Queda el problema de las perreras del Reino Unido y de los EEUU, con animales infectados que llama a reflexionar sobre nuevas formas de transmisión por nuevos vectores como las garrapatas o infecciones mecánicas por transfusión sanguínea.

Al ser la leishmaniasis una enfermedad transmitida por vectores, la dolencia (desde el punto de vista del parásito Leishmania) es muy eficiente. Tan eficaz que se ha constituido en un modelo de infección con manifestaciones clínicas, parasitológicas e inmunológicas ideales para comprender la relación entre un patógeno y su huésped mamífero. Además, tiene la ventaja de poder reproducir las formas clínicas que se observan en humanos en cepas singénicas de ratones.

Desde el punto de vista de los vectores, los mosquitos trasmisores flebotominos (Diptera: Nematocera) miembros de la familia Psychodidae,  subfamilia Phlebotominae tienen una amplia distribución mundial, en zonas tropicales y subtropicales. Los géneros Phlebotomus y Lutzomyia son los reconocidos como vectores en la transmisión de Leishmania.

Es importante señalar, que los mosquitos hembras necesitan de una ingesta sanguínea para madurar sus huevos, lo que llevó evolutivamente a cambios genéticos que facilitaran este proceso. Así, la saliva flebotomina es rica en sustancias que favorecen la  ingesta sanguínea, como el maxadilan que es un neuropéptido similar al CGRP. Molécula que los parásitos Leishmania utilizan en su favor para infectar más eficientemente.

En Brasil, el grupo del FioCruz de Salvador (Bahía) liderizado por Aldina Barral y Manoel Barral-Netto, viene trabajando en las propiedades que la saliva de los flebotominos ejerce sobre el curso de la enfermedad al modificar la respuesta inmunitaria. Ellos han demostrado que la saliva de Lutzomyia longipalpis es protectora frente a la infección por Leishmania, pero la saliva de Lutzomyia intermedia favorece el reclutamiento de neutrófilos y monocitos, las cuales son células apetitosas para ser invadidas por el parásito.

La alta densidad y variabilidad de las leishmanias y los flebótomos, aunado a los cambios climáticos y la urbanización en hábitats de los vectores, señalan lo lejos que están las soluciones efectivas para combatir esta enfermedad.

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11 comentarios

  1. Jairo Mesa Cock

    Maravilloso enfoque… así entendemos mejor que es lo que pasa… a veces olvidamos que lo primero es la definición y la patogenia…
    felicitaciones,
    jairo

  2. Dra. Monica Gomez

    Aqui no nos olvidamos de la Leishmaniasis…Aproximadamente se diagnostican 1 o 2 por año, generalmente la forma cutaneomucosa en pacientes trabajadores rurales que emigran de zonas boscosas del norte de Salta y Tarija (Bolivia) hacia aqui con el objetivo de cambiar su calidad de vida, atraidos por el trabajo en quintas de verduras. Los tratamientos son dificiles, con resistencia a los antimoniales y recidivas. Generalmente son tratados con Anfotericina B con buenos resultados.
    Saludos a todos los colegas Latinoamericanos.

  3. estupendo conocer otras experiencias como la de la Dra Mónica… en nuestra región si la vemos con más frecuencia… yo ya no trabjo en instutuciones.. en 2010, ví 5 casos en mi consulta… no sé otros datos… todos respondieron bien al glucantime… en mi pais es droga muy controlada… ya se imaginarán el porqué… guerrilla etc,,,

  4. Guillermo Planas Girón

    Presumo que este interesante editorial sobre «No olvidar la leishmaniasis», fue elaborado por mi buen amigo, el biólogo investigador Félix Tapia. En su interesante enfoque como lo refleja el Dr. Jairo Mesa, engloba todo el espectro biológico de la enfermedad: sus aspectos epidemiológicos, reservorios, huéspedes intermediarios, vectores conocidos y por descubrir, transmisión, ciclo biológico en los insectos y aspectos bioquímicos de la secreción salival (neuropéptido maxadilan), similar al CGRP, neuropéptido relacionado con el gen de la calcitonina en probable relación con los macrófagos como se observa en procesos inflamatorios en humanos como la pulpitis; la relación de la zoonosis con HIV, etc.

    Me llamó mucho la atención que a pesar de los importantes recursos que se han aportado a nivel mundial por organismos internacionales encargados de proteger la salud pública mundial, tipo NIH, CDC americanos y otros Institutos de Investigación en diversos países tanto desarrollados como emergentes, la Leihsmaniasis haya sido incluida por el CDC en el grupo de las “enfermedades más olvidadas” .Es posible que tenga un error de percepción y que en realidad los recursos dedicados a la investigación, diagnóstico, tratamiento y control de la enfermedad, no hayan sido tan suficientes como suponía, si se compara con la desaforada ansiedad armamentista donde casi todos los países, (desarrollados y emergentes) invierten miles de millones de dólares en una carrera delirante por el poder. Lo cierto es que esta afección, al igual que la malaria, dengue, fiebre amarilla, SIDA, disenterías, cólera etc, muchas de ellas asociadas a la pobreza, exigen de los centros de poder, políticas públicas de salud, que deriven ingentes recursos para su control epidemiológico con el fin de proporcionar a la humanidad entera una mejor calidad de vida.

    El otro aspecto que motivó mi atención fue el de las “perreras” en Inglaterra y EE.UU. Conocía la presencia del parásito en perros, equinos y monos y algunos tipos de marsupiales, como el conocido “rabipelado” en Venezuela. Tengo entendido que la presentación en perros es más que todo la forma visceral de la enfermedad y que los potenciales vectores en esos países, según algunas fuentes, no poseen la agresividad y/o las condiciones biológicas apropiadas para realizar la transmisión de una forma eficiente. No obstante, la enfermedad ataca especialmente los perros de caza y en los países desarrollados mencionados, si se ha reportando la transmisión perro a perro y perro a hombre, es decir una zoonosis transmitida por vector.

    En relación a éste último tópico recomiendo “accesar” a la información de los CDC (Centers for Disease Control and Prevention) donde se puede obtener información interesantísima y actualizada sobre la “Leishmaniasis Visceral Zoonótica en perros” en más de 700 artículos sobre el tema originados en diversos rincones del mundo.

    Quería felicitar a los editores de Piel-L.org porque observo que cada día sus editoriales tratan los más diversos temas enfocados con gran profesionalismo, profundo conocimiento científico y clara densidad intelectual.

    Un saludo cordial
    Dr. Guillermo Planas Girón
    Caracas-Venezuela

  5. gloria m. de chalabe

    En mi provincia se reportan como minimo 90 casos anuales de Leishmaniasis Tegumentaria (braziliencis),hubo años, en concordancia con desmontes o fenómenos ambientales globales, que se notificaron 900 casos,tanto de formas primarias como mucocutáneas. El año pasado tuvimos el primer caso de Leishmaniasis Visceral(amazonensis), confirmado parasitologicamente con PCR y Rk39, aquí intervino el factor fronterizo con Paraguay, de donde ingresaron canes parasitados (es en ésta forma clínica el perro un reservorio, en la primera sólo un huesped accidental). Este caso fue tratado con Anfotericina Liposomal con todo éxito, aunque el cuadro fue desesperante. La forma tegumentaria la tratamos con Glucantime, entre 21 a 28 días según forma clínica.Formas resistentes o recidivantes: con Anfotericina B. Se están desarrollando protocolos de investigación con drogas diversas: azitromicina, levamisol, miltefosina.
    Saludos cordiales a todos los colegas
    Dra. Gloria M. de Chalabe
    Salta-Argentina

  6. Completísimo lo que dices Guillermo… voy contigo en tu última frase… es todo un sabio Editorial de Piel-L… nos pone al punto….
    jairo

  7. Si señor… pocas veces se aprovecha tanto !!! … mire que buena labor de piel-l… ni idea tenía… no le había parado bolas…que los canes fuesen tan importantes hoy en la patogenia de leishmaniasis humana… nos lo dijo gmo y nos confirma gloria… desde salta (900 casos???) recuerdo cuando empezaron a informar la importancia de gatos y esporotricosis… mejor dicho… mirá quien timbra a tu puerta y mucho cuidado si crees que lo que tenés es un simple carranchil…
    abrazos y gracias…
    jairo

  8. perdón… 90 casos…
    jairo

  9. siempre pensaba… leishmaniasis… lutzomia y del perrito qué?… NO LO HÁS VISTO LEVANTAR LA COLA?
    jairo

  10. Antonio Batista

    Creo que las autoridades de Salud Pública de algunos paises hermanos van a tener que ponerse más en contactos con las autoridades de Venezuela porq. aqui es una rutina el colocar las vacunas en contra de la leishmaniasis. Esa combinacion de BCG mas cepas de leishmanias dan excelentes resultados.
    Por cierto que se atienden muchos casos de hermanos colombianos que nos llegan.

  11. Como leishmaníaco y uno de los Editores de Piel Latinoamericana, quiero agradecer el interés por la Editorial dedicada a la leishmaniasis. Sus palabras son un gran estímulo para seguir trabajando.

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