Estado actual del quemado en Venezuela

En esta edición el Dr. Alexis Mendoza-León invita al Dr. Francisco A. Arvelo A. a escribir en Ventana Molecular. FA es Profesor Titular de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela. Jefe del Laboratorio de Cultivo de Tejidos y Biología de Tumores del Instituto de Biología Experimental, UCV, hasta el 2006.

Estado actual del quemado en Venezuela

Las lesiones por quemaduras tienen un lugar relevante dentro de todos los tipos de traumatismo que son atendidos diariamente en todos los centros de salud asistenciales del mundo. Son de diferentes grado y extensión y por su incidencia y dramatismo constituyen un serio problema de salud pública. Sendo la piel el órgano  más grande y extenso del cuerpo, para un alto porcentaje de los pacientes quemados tales lesiones constituyen  un riesgo de muerte de acuerdo a la extensión y grado de compromiso, A diferencia de otros lesionados, el quemado de III grado usualmente amerita una hospitalización extremadamente larga y costosa, todo relacionada con el porcentaje de pérdida de piel. Este tipo de quemado siempre  requerirá la atención de un equipo de salud multidisciplinario que trabaje permanentemente, y por largo plazo para que sea posible eliminar el impacto tanto físico como psíquico de las lesiones en el paciente.

Físicamente las quemaduras provocan, en primer lugar, una alteración del metabolismo donde están involucrados, principalmente, el equilibrio hidro-electrolítico, la función respiratoria, la inmunológica y la  renal. La piel cumple funciones para la protección del cuerpo, por lo que su necrosis lleva a la invasión por bacterias, lo cual también ocurre  por translocación intestinal. La piel, adicionalmente, cumple importantes  funciones psíquicas al crear el sentido del esquema corporal llevando a la sensación de unidad en el cuerpo y para la protección en el ambiente externo. Psíquicamente la falta de piel aumenta la regresión mental, y las emociones adquieren una intensidad desproporcionada a los estímulos que las desencadenan.

Cada año, a nivel mundial, entre el 1 y el 2% de la población sufren quemaduras; de ellos, aproximadamente el 5 % requieren hospitalización y de 9 a 12 millones de personas quedan incapacitadas a causa de las quemaduras. En Latinoamérica la pobreza, la marginalidad y el hacinamiento creciente han producido un aumento en la  ocurrencia de los accidentes por quemaduras que han incrementado concomitantemente las muertes por esta causa. En este medio, las quemaduras ocupan el tercer lugar en los servicios de urgencia junto con los traumatismos craneales y fracturas.

En Venezuela, la carencia de políticas adecuadas en el sistema de salud dirigidas a la prevención y la mejora en la  atención del paciente quemado hace que muchos de estos mueran innecesariamente en la fase aguda, originando una alta mortalidad debido a la  ausencia de una adecuada atención hospitalaria. Por ser  un país petrolero y minero, es de alto riesgo para los accidentes por quemaduras, siendo las de tercer grado las más comunes, produciéndose anualmente entre 800 a 1000 las personas que sufren este tipo de quemaduras. Por la alta morbi-mortalidad  y el contexto socioeconómico  y laboral en que ocurre,  atender este problema de salud representa un gran reto para nuestra sociedad.  Actualmente el quemado se encuentra muy desasistido, no considerándose su situación de ser pacientes muy costosos, a lo cual se suma la no disponibilidad de camas de terapia intensiva en la mayoría de los centros hospitalarios. Como política de salud y de acuerdo a los estándares mundiales, debía preverse una cama de hospitalización para quemados por cada 30.000 habitantes; en Venezuela se requerirían aproximadamente unas 700 en las unidades de quemados, sin embargo no se llegan a tener 80 camas.

La causa más frecuentes de este tipo de accidentes, que ocurren tanto en la industria como en el hogar, son provocados por agentes de diversa naturaleza, siendo los más frecuentes: los líquidos en ebullición, que afecta mayoritariamente la población infantil; los hidrocarburos; el fuego directo; electricidad y accidentes de trabajo. La mayor tasa de incidencia de pacientes quemados ocurre en el sexo masculino, siendo las edades más frecuente las que están entre  los 15 y los  24 años; para los niños, los que se encuentran entre  1 a 4 años.  .

 En Venezuela son pocos los centros para la atención del quemado, estando distribuidos geográficamente  así: Unidad de Caumatología del Hospital Coromoto de Maracaibo;  Unidad de quemados del Hospital Militar “Carlos Arvelo”  y Unidad de quemados del Hospital “J.M. de los Ríos, ambos en Caracas; Unidad de quemados Dr. Raúl Soto Matos, Hospital Universitario de Maracaibo; Unidad de quemados, Hospital Ruiz y Páez en el Estado Bolívar.

Es urgente y necesario desarrollar políticas para educar y crear conciencia sobre la problemática de las quemaduras en Venezuela, tanto a nivel gubernamental cómo no gubernamental. Para ello hay que discutir, avalar y propiciar propuestas de convenios a todos los niveles e interinstitucionales para la atención integral a los pacientes así como crear campañas de prevención a la población general, seguridad laboral, diferentes niveles educativos y aquellos sectores productivos industriales donde se centran las mayores posibilidades de accidentes de esta naturaleza.

Dentro de las medidas urgentes a tomar están las de la prevención, habiendo que considerar: 1.- la prevención primaria, que debe estar dirigida a evitar la ocurrencia del accidente; 2.- la prevención secundaria, que consiste en minimizar los efectos de la quemadura que no pudieron evitarse; 3.- la prevención terciaria, que lleva a las acciones posterior al accidente,  que incluye el tratamiento de las secuela, la rehabilitación física, psíquica, y todo lo relacionado con la reincorporación del individuo a familia, trabajo y sociedad.

Para hacer prevención y atención al paciente, la formación de personal especializado de atención a este tipo de paciente es imprescindible, requiriéndose equipos interdisciplinarios donde estén presentes intensivistas, cirujanos plásticos, enfermeras, psiquiatras, psicólogos, nefrólogos, fisiatras, nutricionistas, educadores, etc. También es importante impulsar un sistema nacional de registro adecuado de quemados con estudios sistemáticos que permitan contar con estadísticas confiables, ya que existen grandes deficiencias a nivel de los ingresos hospitalarios que no permiten presentar datos confiables. En otras palabras, no se conoce realmente la incidencia nacional del problema, pues las estadísticas nacionales son mal llevadas y no confiables. Sin embargo, hay que decir que se conocen la de algunas unidades por el interés y dedicación de algunos profesionales  que ven la necesidad perentoria de tener registros, aunque sean parciales. Es sorprendente el despliegue publicitario sobre alertas epidemiológicas cuando se detecta un brote de dengue hemorrágico, influenza o encefalitis, pero no existen alertas sobre quemaduras que ocurren todos los días y todos los años por todo el territorio Venezolano, a pesar de que la Constitución Nacional es clara en sus artículos 83 y 84 en cuanto a la promoción de la salud, y en la prevención de las enfermedades como derecho social fundamental, y obligación del estado y toda la sociedad.

Ante este dramático escenario es importante desarrollar también una autentica política de donación de órganos, particularmente en el caso de la piel de cadáver, creación de bancos de piel para realizar los cubrimientos temporales. Por otra parte, crear laboratorios especializados para desarrollar la técnica de la obtención de piel artificial, y que su creación pueda suministrar material a bajo costo, y con la urgencia requerida. Además, mejorará las alternativas terapéuticas de los pacientes con lesiones en la piel, siendo una de éstas el autoinjerto obtenido a partir del cultivo de queratinocitos derivados de un pequeño fragmento de su propia piel. El desarrollo y aplicación clínica de estos autoinjertos es lo más conveniente para el paciente por las siguientes razones: 1.- disminución de riesgo de rechazo del injerto, 2.- disminución del riesgo de infecciones, 3.- disminución del número de intervenciones quirúrgicas a que son sometidos los pacientes a ser injertados con su propia piel, aumentando la agresión tanto física como psicológica, 4.- disminución de probabilidades de reintervenciones posteriores por formación de cicatrices y contracturas indeseables, 5.- disminución de costos tanto por estadía hospitalaria como por ausencia laboral, 6.- una mejor calidad de recuperación del paciente, 7.- rápida incorporación del paciente a la vida normal. 

Las quemaduras constituyen, desde hace mucho tiempo un serio problema de salud pública en Venezuela. La Sociedad Venezolana de Quemados (SVQ) y la Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica (SVCP) han hecho, desde hace muchos años, llamados a los organismos competentes, gubernamentales y no-gubernamentales, a fin de desarrollar una política al respecto, lo cual ha sido y es una necesidad urgente de resolver como un  grave problema de salud.

 

Referencias.

  1. Soto Matos R. Aspectos de la ética en quemaduras. Tomo II. VI Congreso Venezolano de Quemaduras. Ciudad Bolivar. Ed. Ateproca 1997; p: 156-167
  2. Buzon de LB, Salamanca de Fernando E. Factores Psicológicos en el tratamiento de pacientes quemados hospitalizados. Rev Cir Plast Ibero.Americana 1983; 7: 281-284
  3. Sheridan R, Remensnyder J, Schnitzer J, Schulz J, Ryan C, Tompkins R. Current expectations for survival in pediatric burns. Arch Pediatr Adolesc Med 2000; 154: 245-249
  4. Zapata R. Atención inicial del paciente quemado. En: Del Reguero A. Actualización en el tratamiento de las quemaduras. VI Congreso Venezolano de Quemaduras. T-2, Venezuela; 1997. P. 95-108
  5. Arvelo F, Pérez P, Cotte C. Obtención de láminas de Piel Humana mediante Ingeniería de Tejidos. Acta Científica de Venezuela 2004; 55: 74-82
  6. Francisco Arvelo. Ingeniería de Tejidos, Producción de Piel Humana In vitro. Investigación Clínica. 2007; 48: 367-375. http://www.scielo.org.ve/scielo.php?pid=S0535-51332007000300011&script=sci_abstract
  7. Meana A, Iglesias J, Del Rio M, Larcher F, Madrigal B, Fresno M, San Roman F, Tevar F.  Large surface of cultured human epithelium obtained on a dermal matriz based on live fibroblast containing fibrin gels. Burns 1998; 24: 621-630
  8. http://es.wikipedia.org/wiki/Ingenier%C3%ADa_de_tejidos

 

El Dr. Francisco Arvelo se graduó de Lic. en Biología  en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela (1976), obtuvo su Doctorado en  Farmacología Molecular y Celular en la Universidad Pierre y Marie Curie, Paris VI (1990), con post-doctorado en el Laboratorio de Terapéutica Experimental, Citogenética Oncológica, Instituto Curie, Paris- Francia, 1997-1998. Trabaja actualmente en el Centro de Biociencias, Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) y en el IBE-UCV.

 

Imagen tomada de flickr.com Alberto Pérez Barahona

 

 

Acerca de Alexis Mendoza-León

Alexis Mendoza-León, PhD. Venezolano, UCVista, Biólogo

3 comentarios

  1. Muy bueno su artículo sobre una problemática frecuente pero donde todo el mundo, léase Gobierno, Ministerio de Salud, los encargados de diseñar políticas de salud (existen??); se hacen la vista gorda, a pesar de las pingües cantidades de dólares que han entrado a este país en los últimos años. Creía que en el Hospital Pérez Carreño en Caracas, existía una Unidad de Quemados.

    Los dermatólogos también atendemos casos de quemaduras, quizás no tan severas pero igual invalidantes por la alta morbilidad incluso psíquica que ello acarrea , como bien lo expuso en su escrito. En lo que va de año he tratado 2 casos de quemaduras pediátricas que ameritaron el auxilio de Cirugía Plástica para cura quirúrgica en pabellón. Uno por líquido en ebullición y otro con una plancha caliente que dejó zonas de 3er grado en palma de una mano.Otros casos han sido por ollas de presión, depilaciones con ceras muy calientes, agua caliente,entre otras. De manera que todos estamos involucrados en esta problemática.

    Cordial saludo,

    Amalia Panzarelli
    Dermatólogo
    Caracas,Ven.

  2. Tal Como Dice la Dra. Panzarelli, incontables las cantidades de Dolares, que le han entrado a este Multimillonario Pais,y lo digo por sus Riquezas tanto petroleras como mineras entre otras, sin que ningun ente Gubernamental haya optado por abocarse tanto a este caso como a muchos, que requieren atencion primordial siempre y en todo momento, solo se entraban mas que todo en temas politicos y de otras tematicas que obvian los que en realidad hacen falta a la hora de una Emergencia especializada.

  3. Buenas noches.. Tengo un familiar que desde hace 1 mes el 08 de febrero tuvo un accidente con una bombona de gas y se quemo la cara, brazos y piernas, estas últimas esta muy graves, el fue atendido en el hospital Pérez Carreño en Caracas, pero allí no hay unidad de quemados y también sabiendo la problemática y situación país, tanto el hospital como los familiares no contamos con los dólares que se necesita para hacerles las curas y todo lo que el requiere.. De verdad es muy difícil esta situación estamos desesperados, no tenemos los recursos para costear los gastos que son diarios para sus curas, exámenes y todos los cuidados que él requiere. Me gustaría que me ayudara a conseguir una fundación, o alguna ayuda para que él se pueda curar.. Ya tiene infección en sus piernas.. Por favor alguna ayuda o sugerencia. Gracias

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