- TEATRO: AYAX. Autor: Sófocles
- POESIA: Cese al Fuego. Michael Longley
- ARTE GRIEGO: La Grecia clasica y su legado.
TEATRO: AYAX. Autor: Sófocles
Al principio, se enfurece Áyax pues la armadura de Aquiles fue otorgada a Odiseo en lugar de a él. Jura matar a los jefes griegos que lo habían deshonrado. Antes de que tome venganza, Atenea le hace creer que los reyes griegos eran un hato de reses. Mata a algunas de ellas, y lleva otras a casa para torturarlas.
Entonces, compadeciéndose de su desgracia, su esposa Tecmesa le suplica que no la abandone. Manifiesta que está persuadido y afirma que irá a purificarse y enterrará la espada que Héctor le obsequió. Después de que se ha ido, un mensajero llega para informar que el vidente Calcas ha vaticinado que Áyax morirá ese día si sale de su casa. Su esposa y los soldados tratan de localizarlo, pero llegan tarde. Áyax había dejado que la espada sobresaliera del suelo y, exigiendo venganza contra el ejército griego por la afrenta, se abalanzó sobre la espada.
En el último acto, los jefes discuten lo que harán con el cadáver de Áyax. Su hermanastro, Teucro, desea sepultarlo, a pesar de que Menelao y Agamenón lo habían prohibido. Aunque había sido su rival, Odiseo los persuade para que se entierre a Áyax con honores.
Aquiles y Ayax jugando durante la guerra de Troya.
Breve recuento:
La Ilíada, poema guerrero, acaba antes de la muerte de Aquiles: pero sobre todo antes de la toma de Troya. Todo lo que puede la fuerza nos lo dice la Ilíada (y todo lo que pueden las súplicas contra la fuerza). Sabemos, definitivamente, que la captura final no se decidirá en campo abierto, en victoria regular. Para hacerse con la ciudad enemiga, hará falta utilizar astucia y reflexión. La conquista es obra de Ulises.
La muerte de Aquiles, sus armas destinadas al más valiente y la preferencia otorgada a Ulises en detrimento de Ayax. Y esto ya se presta a reflexión: ha desaparecido la gran figura heroica, aquella en quien se daba cumplimiento una perfección espontánea, una supremacía indivisa. El puesto está vacante. Ningún nuevo Aquiles podía reemplazar a este protagonista absoluto. Son tiempos nuevos -tiempos de los herederos- los que dan comienzo. Pero las armas codiciadas, herencia del guerrero muerto, preservan los vínculos con los tiempos precedentes (que eran los tiempos épicos). La ruda expedición aún no ha terminado, queda intacta la tarea: queda tomar Troya. La oposición de Ulises y de Ayax, herederos rivales, pone tal vez de manifiesto la escisión de lo que estaba aún unido en la persona de Aquiles: fuerza y reflexión. Desde el instante en que el asunto pasa a ser materia de debate, y la decisión se pone a votación, es de esperar el triunfo de la reflexión. Todo sufragio corona una obra de lenguaje. Y Ulises es aquél que sabe hablar y convencer, su habilidad está en el miramiento para con los dioses y los jefes: nada mejor para ganarse los favores. Los nuevos tiempos -tiempos del debate- delimitan mediante la palabra un campo clauso, gobernado por las reglas de la persuasión y de la autoridad verbal: la violencia deberá ser abandonada. El campo clauso de los tiempos anteriores era el campo de batalla, campo del encuentro armado, de la pelea aguerrida y del furor que las palabras no pueden detener. Los hombres no se niegan a entrar de nuevo en él, pero se han percatado de lo que así pueden perder.
POESIA.
Cese al Fuego.
Michael Longley
I
Pensando en su propio padre y con lágrimas
En los ojos, Aquiles tomó por la mano al anciano rey
Y lo apartó con suavidad, pero Príamo se echó a sus pies
Y lloraron juntos hasta que sus tristezas llenaron la tienda.
II
Aquiles tomó el cadáver de Héctor en sus brazos
Y ordenó que lo lavaran y, para complacer al rey,
Lo vistió con uniforme, listo para que Príamo,
Al amanecer, se lo llevara a Troya como regalo.
III
Después de comer juntos, les complació
Mirarse el uno al otro como si fueran amantes,
Aquiles, formado como un Dios, y Príamo, todavía
Bien parecido y buen conversador y lleno de ingenio,
Quien antes había dicho:
IV
"Me arrodillo y hago lo que se debe,
Besar la mano de Aquiles, asesino de mi hijo"
ARTE GRIEGO.
La Grecia clasica y su legado.
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**Comentario del teatro griego
No hay nada de evidente en eso de los hombres son iguales. Más bien todo lo contrario, lo evidente es que los hombres son radicalmente distintos unos de otros. Los hay cobardes, los hay débiles, fuertes y valientes, fuertes y cobardes, débiles pero valientes, inteligentes, lerdos. Es decir, lo que salta a la vista no es la igualdad entre los hombres, sino su desigualdad. Con la evolución de la historia, los hombres acentuaron sus desigualdades, ya que no dependieron de sus Aptitudes, Sino también de su linaje familiar o posesiones. SE HICIERON DESIGUALES NO SOLO POR LO QUE ERAN SINO TAMBIEN POR LO QUE TENÍAN. Y lo más importante, estas desigualdades se hicieron hereditarias. Quedó establecido que unos vendrían al mundo a mandar y otros a obedecer. La jerarquía social se justificaba por miles de creencias religiosas (además avaladas por líderes más vivos que otros). Los griegos se dieron cuenta de esta eventualidad. Ello sintieron pasión por lo humano, por sus capacidades, por su energía constructiva y destructora…. Sófocles resumió la opinión de sus compatriotas al escribir en una de sus tragedias: “DE todas las cosas dignas de admiración que hay en el mundo, ninguna es tan admirable como el hombre”.
Por ello, los griegos inventaron la polis, ese invento, el más revolucionario políticamente hablando que nunca se haya dado en la historia humana: LA DEMOCRACIA. En Grecia nacieron los dos espectáculos de masas democráticos por excelencia, inimaginable entre egipcios o persas: el deporte y el teatro. Para competir con los otros hay que igualarse antes con ellos. Para competir con los demás, se necesita a los demás. Nadie compite sólo.
EL TEATRO fue el trascendental corolario que tuvo la democracia griega. Fue en Grecia donde por primera vez los hombres convirtieron en espectáculo las pasiones y emociones puramente humanas. Gracias a esto, se dieron cuenta, se miraban unos a otros y veían sus diferencias dentro de la igualdad política. GRACIAS A QUE SE TRATABAN COMO IGUALES SE DIERON CUENTA DE LO DIFERENTE QUE ERAN UNOS DE OTROS. Reírse del prójimo y temblar ante los excesos de lo que somos capaces (comedia y tragedia) es reírse de uno mismo y temblar ante uno mismo. El teatro nació como un instrumento de reflexión democrática sobre el individuo, que más allá de los dioses y de la naturaleza, tiene que ser capaz de gobernarse a si mismo.
**Comentario sobre el poema de la Iliada.
Este poema fue descubierto por una escritora francesa, y pertenece a un escritor irlandés nacido en 1939 en Belfast, y ella lo publica en 1999: Michael Longley.
Dos reflexiones sobre este poema:
– Es un poema sobre el dolor compartido. El de Aquiles por Patroclo y el de Príamo por su primogénito Héctor.
– La otra reflexión no es mía, pero la he recordado a raíz de este poema. Pertenece a Fernando Savater, en su espléndido libro “Ëtica para Amador”: “Amador…. Ya conoces las termitas, esas hormigas blancas que en África levantan impresionantes hormigueros de varios metros de alto y duros como la piedra. Dado que el cuerpo de las termitas es blando, por carecer de corazón quitinoso, que protege a otros insectos, el hormiguero les sirve de caparazón colectivo contra ciertas hormigas enemigas mejor armadas que ellas. Pero a ves uno de esos hormigueros se derrumba, por culpa de una riada o de un elefante (a los elefantes le gusta rascarse los flancos contra los termiteros, qué le vamos a hacer). En seguida, las termitas-obrero se ponen a trabajar para reconstruir su dañada fortaleza, a toda prisa. Y las grandes hormigas enemigas se lanzan al asalto. Las termitas-soldado salen a defender su tribu e intentan detener a las enemigas. Como ni por tamaño ni por armamento pueden competir con ellas, se cuelgan de las asaltantes, intentando frenar todo lo posible su marcha, mientras las feroces mandíbulas de sus asaltantes las van despedazando. Las obreras trabajan con toda celeridad y se ocupan de cerrar otra vez el termitero derruído….. pero lo cierran dejando afuera a las pobres y heroicas termitas- soldado, que sacrifican sus vidas por la seguridad de las demás. ¿No es justo decir que son valientes?. CAMBIO DE ESCENARIO: En la Ilíada, Homero cuenta la historia de Héctor, el mejor guerrero de Troya, que espera a pie firme fuera de las murallas de su ciudad a Aquiles, el enfurecido campeón de los aqueos, aún sabiendo que éste es más fuerte que aquel y que probablemente va a matarle. Lo hacedor cumplir su deber, que consiste en proteger su familia y a sus conciudadanos. (nota de Raquel: me pregunto…¿por qué no era el deber de su hermano que al fin de cuentas fue el que raptó a Helena?). Nadie duda de que Héctor es un héroe, un auténtico valiente, pero ¿es Héctor heroico y valiente del mismo modo que las termitas soldado? ¿cuál es la diferencia entre un caso y otro?. Sencillamente, l diferencia estriba en que las termitas-soldado luchan y mueren porque TIENEN que hacerlo. Héctor, a cambio, sale a enfrentar a Aquiles, porque QUIERE. Las termitas están programadas por la naturaleza para cumplir su heroica misión. El caso de Héctor es distinto. Pudo haber aducido cualquier excusa, porque al fin y al cabo, no está programado para ser héroe: ningún hombre lo está. De ahí que tenga mérito su gesto y Homero cuente su historia con épica emoción. A diferencia de las termitas, Héctor es LIBRE.