En una sencilla y sobria edición española titulada Pequeñas doctrinas de la soledad, su autor Miguel Moray cita esta reveladora experiencia: "De entre las particularidades de la práctica educadora de Sócrates, Diógenes Laercio destaca que exhortaba a los jóvenes a que se mirasen frecuentemente en el espejo, a fin de hacerse dignos de la belleza, si la tenían; y si eran feos, para que disimulasen la fealdad con sabiduría.
Dos mil años después podríamos preguntarnos acerca de, ¿;Cuál sería el contenido principal de esa sabiduría que era capaz de disipar lo feo en los jóvenes atenienses?
Cuando pensamos en la sabiduría de los griegos, vienen a nosotros algunas intemporales frases que son la manifestación viva de los ideales que dieron origen a eso que llamamos Occidente.
Uno de esos ideales, exhorta a conocerse a sí mismo. Otro advierte que la salud del cuerpoes consecuencia de la mente. En estas dos frases: "conócete a ti mismo" y "cuerpo sano en mente sana" hay una sabiduría que apunta hacia la unidad e integración del Ser humano, condición esta vital para alcanzar un estado ideal de equilibrio.
Conocerse a sí mismo, es una tarea que solo puede darse en la voluntaria introspección y en el diálogo íngrimo y franco con nuestro propio ser. Además, no es difícil inferir que esta cita reflexiva forma parte de la sabiduría necesaria para disipar lo feo. Se trata, así lo creo, de un transitar sincero y honesto por el complejo territorio del alma, del espíritu, de la mente, del cuerpo; identificando lo que somos y como somos.
Al identificar lo que somos y como somos, comparecemos ante nuestra virtudes y defectos, asimismo ante nuestras bellezas y feuras; pero sobre todo, avanzamos hacia la común-unión con el Ser que nos habita, es decir, ante el permanente riesgo de escindirnos -enfermarnos-, nos integramos en el ser que somos…
Así, el conócete a ti mismo es una forma de reconocerse como individualidad particularísima en el mundo, y es un paso muy cercano para la aceptación propia y la consecuente búsqueda del equilibrio y el bienestar.
Retomar el tema que nos convoca y visto lo anterior, podríamos afirmar que se trata de la belleza ideal del ser humano: hombre, mujer, niño, viejo, blanco, negro, indio, mulato, zambo, mestizo, culto, ignorante, rico, pobre, escuálido o rojito, etc., es decir, se trata de la belleza capaz de ser alcanzada por un ser humano.
Por otra parte, creo que se impone idealizar la belleza desde atributos universales intrínsecos a la condición humana, y alcanzables, independientemente de la raza, de su estatus social, de su edad, de la religión que profese; en fin, damos por un hecho que ese estado ideal de la belleza humana existe como una potencia en el hombre y que de lo que podría tratarse será de una conquista de ese ideal o de un rescate de esas condiciones que por alguna razón se han ocultado.
Y si admitimos que el bienestar psicológico del individuo es un estado indispensable para la salud de su cuerpo y para su sano desenvolvimiento y aceptación en la vida familiar y social, estamos admitiendo también que ese ideal de la belleza humana debe ser un estado inmanente al Ser y como tal debe irrumpir de los más profundos estratos de la existencia, con lo cual arribamos a una primera conclusión al afirmar que belleza humana es igual a bienestar.
Para complementar lo anterior, invocamos otro pensamiento griego que ha llegado con mucha fuerza hasta nuestros días y que ayuda a sostener el razonamiento anterior: "Mente sana en cuerpo sano"
Según este pensamiento, una mente sana tendrá necesariamente su correlato en un cuerpo sano; es decir, las patologías y desajustes sicológicos en el individuo no proveerán al cuerpo de salud.
Si desde estas condiciones corporales y síquicas de naturaleza endógenas, se asumen aquellos preceptos universales de la buena alimentación, la higiene y el desarrollo de la espiritualidad, podríamos estar describiendo, no el ideal de la belleza humana, sino las condiciones necesarias para idealizar la belleza humana.
Hoy por segundo año consecutivo la Sociedad Venezolana de Dermatología y Cirugía Dermatológica -SVDCD- presenta ante ustedes la II edición de la Jornadas de Estética y Antienvejecimiento/2008.
Felicitamos a la Junta Directiva de la Sociedad Venezolana de Dermatología y Cirugía Dermatológica (SVDCD) por lo atinado del programa y la calidad de los invitados internacionales y nacionales.
Especial reconocimiento a sus coordinadoras Dras. Elda Giansante y Nahir Hela Loyo que han puesto todo su empeño y esfuerzo en el éxito del mismo.
Los editores
—————-
Discurso pronunciado por el Dr. Rolando Hernández Pérez durante el acto inaugural de las II Jornadas de estética y antienvejecimiento. Gran Meliá Caracas, 17 de Abril del 2008.
Excelente discurso Rolando, muy útil, necesario en tiempos de crisis o caos, que es todo lo contrario a cosmos o armonía de donde procede la palabra cosmetología.
Dos consideraciones quiero hacer:
-La primera me nace del recuerdo de una bella estrofa de un poema de Andrés Eloy Blanco. “Ni existe mujer tan pura, ni existe mujer tan bella, como la que se figura, el hombre que piensa en ella….”.
– La segunda va un poco más allá del recuerdo, es un análisis sobre lo que está sucediendo con el ser humano y su conciencia de ser. La mente es un instrumento, una herramienta. Está ahí para utilizarla en una tarea específica y cuando se termina la tarea, hay que dejarla de lado. Como la usamos ahora, yo diría que el 80-90% del pensamiento de la mayoría de las personases, no sólo repetitivo e inútil, sino que por su naturaleza es disfuncional y a menudo, negativa, gran parte de él, también es perjudicial. Esto causa una grave pérdida de energía vital. Este tipo de pensamiento compulsivo, es en realidad, una adicción. ¿Qué es lo que caracteriza a una adicción?. Simplemente esto: la persona ya no siente que puede elegir detenerse. También da una sensación falsa de placer, placer que invariablemente se convierte en dolor.
Cuando vivimos adheridos al pensamiento, derivamos nuestro sentido de si mismos, sólo de él, de su contenido, de la actividad de la mente. Creemos que dejaremos de ser, si dejamos de pensar….Según crecemos, nos formamos una imagen mental de quien somos, basada en condicionamientos personales y culturales. Cuando sólo nos identificamos con lo que crea nuestra mente, estamos muy mal. PENSAMIENTO Y CONCIENCIA no son sinónimos. El pensamiento es sólo un pequeño aspecto de la conciencia. Cuando trabajamos a base de conciencia, usamos el pensamiento sólo con fines prácticos, porque logramos paz interior. La mente es esencialmente una máquina de supervivencia: recogemos, almacenamos y analizamos información.
La creación verdadera se da desde un lugar de la no-mente, de quietud interior. Si nuestro pensamiento no se acompaña de esa quietud, pues definitivamente vamos caminando sobre un campo minado. Al mirarnos al espejo, no sólo nos estamos viendo como somos, sino cómo pensamos. Esta arruga aquí, esta barriga allá. Y venga a joder.
Cuando realmente estamos en un estado de paz, podemos observarnos con bondad, como el individuo que realmente somos. Y ya veremos desde esa bondad hacia nosotros mismos cuáles recursos utilizaremos para AÑADIR BELLEZA A LO QUE BÁSICAMENTE YA ES BELLO.
DRA. Raquel M Ramos M
Valencia
Venezuela
Buen discurso.
Hay que ser bella por fuera y por dentro.
Dra. Salomé Salloum Salazar
Ciudad Bolívar. Estado Bolívar. Venezuela.