Emigración a Oriente. Autor Tito Salas, 1913
Muchos médicos latinoamericanos han empacando maletas en búsqueda de un futuro mejor en los países del primer mundo con la esperanza cifrada en mejores condiciones académicas y económicas.
A otros factores se agrega la limitada oportunidad de los jóvenes de independizarse económicamente, falta de insumos y equipamiento de hospitales donde trabajan, inseguridad personal, bajos salarios y usurpación de cargos por médicos extranjeros.
En Venezuela, lo anterior genera una disminución importante del número de aspirantes a cursar los diferentes postgrados del país. En el año 2008, la Comisión de Estudios de Postgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela presenta un cuadro desolador, de 661 plazas se ocuparon 565, con 96 vacantes, algunos de ellos en forma crítica, por ejemplo:
Disciplinas | Cupos para 2008 | Vacantes para 2008 |
Inmunología |
2
|
2
|
Medicina crítica |
10
|
7
|
Medicina oncológica |
8
|
7
|
Nefrología |
12
|
12
|
Neonatología |
19
|
19
|
Esta migración calificada ha traído como consecuencia una sensible baja en la calidad de la asistencia médica a todos los estratos sociales además de un sentimiento de frustración en todo buen médico que aún sabiendo, en teoría, que puede curar o aliviar a un paciente no lo logra en la práctica, pues se topa con una barrera insalvable de deficientes recursos, baja remuneración que merma su autoestima y poder adquisitivo y limitado reto académico.
Ante todo este escenario se le plantea la alternativa insegura pero posible de intentar sus sueños fuera de su país.
¿Qué puede aprender un joven médico, estudiante del postgrado si la realidad lo limita y restringe?
¿Qué puede esperar un país cuyos jóvenes lo abandonan?
Estimados amigos:
Que puedo yo añadir a este editorial…quizás mi propia experiencia de ser una médica venezolana, que hace casi seis años se planteo emigrar a los 36 años luego de una carrera y dos especialidades, una de ellas Dermatología, realizadas en Venezuela. Por cierto, mi esposo, tambíen médico, es especialista en una de esas áreas en que quedaron 7 de 8 cupos vacantes.
¿Que te motiva a tomar esta decisión? Básicamente el miedo. Miedo a tu integridad física y sobre todo a la de tus hijos, al estado de indefensión jurídica, a la política de un régimen que no es más que un quitate tú para ponerme yo, al deterioro galopante de un sistema que cada vez más premia no al esfuerzo y al trabajo, sino al amiguismo político, y que lo único en la cual parece crecer es en número de pobres aunque el precio del petróleo se dispare a niveles impensables, ¿que paradójico,no?, en fin al no saber que futuro les deparará a mis hijos en la Venezuela de dentro de un rato.
Cobardía… muchos podrán interpretarlo así, pero yo creo que hay que ser muy valientes para tomar esta decisión, porque si es difícil tomarla, un vez en ella hay que echarle un camión… para seguir adelante. Y los primeros años son extraordinariamente duros…sobre todo por el sacrificio profesional que ello lleva.
Y por supuesto que extrañamos a Venezuela, sobre todo a la de nuestra infancia, a la de nuestra adolescencia, a la de los años mozos….de la actual muy poco, solo el calor, playas que calienten de verdad verdad, algunos amigos, porque un porcentaje considerable han tomado la misma decisión que nosotros y se han dispersado por el mundo mundial, ah…y por supuesto, toda la familia de mi marido que vive en Venezuela.
¿Que lo volvería hacer? Por supuesto que sí, por solo una razón, porque todas las motivaciones que tuve en su momento no se han cambiado luego de estos años, con lo cual creo que no cometimos un error sino un gran acierto.
Ya para finalizar, quiero expresarle mis respetos y admiración a los editores de esta página, sobre todo a Félix Tapia, quien será mi tutor por siempre, a los cuales celebro la labor encomiable de elaborar esta revista hasta nosotros. Un saludo y un fuerte abrazo, allende los mares.
Jeannette Reyes, medico con especialidad en medicina interna y cuidados intensivos, trabajo en el hospital de clincias caracas solamente.
mi opinión es: Estoy muy preocupada por esta situación, no solo porque no tenemos generación de relevo,y nosotros los baby boomer, nos quedamos sin médicos que nos cuiden en es pais golpeado por el marginalidad, sino porque nuestros pacientes estan en manos de gente empirica, no médicos, entrenados en el manejo ideológico de las situaciones politícas, que sus familias en cuba esperan de él o ella todo, pero ademas con pensamientos magico religiosos muy marcados y sin un liderazgo medico que pueda contrarrestar la impericia, imprudencia y negligencia que se avalanza sobre todos .