Dioxinas – leche y sebogénesis

Las dioxinas son un grupo de hidrocarbonos halogenados muy poco biodegradables. Su nombre es policloro dibenzo-p-dioxinas (PCDD) y son una familia de 75 compuestos. La dioxina más estudiada y más tóxica es la  2, 3, 7, 8- tetracloro-dibenzo-p-dioxina, conocida comúnmente como TCDD. Los furanos  cuyo nombre genérico es  policloro-dibenzofuranos (PCDF) son un grupo de 135 compuestos de estructura similar a las dioxinas que se consideran los contaminantes principales de los policlorobifenilos (PCB). Habitualmente al referirse a las  dioxinas se incluyen a los furanos y PCB. 

Estos compuestos se producen en la fabricación de pesticidas, papel, la combustión de productos químicos, gasolina con plomo, plástico, papel o madera. Sus características físicoquímicas favorecen su acumulación en el suelo y agua, ingresando a la cadena alimentaria. Son lipofílicas y se depositan en el tejido graso humano y de animales. La principal vía de exposición de las dioxinas y furanos para los seres humanos es la ingestión de  alimentos contaminados, especialmente carne y productos lácteos.  La presencia de dioxinas y furanos en estos alimentos  se debe a que el ganado consume forraje vegetal contaminado con estos compuestos y se bioacumulan en los tejidos grasos y leche de los animales. Existen Comisiones Internacionales1 que controlan el contenido de dioxinas en los alimentos y  los niveles máximos tolerables de consumo humano. La actividad carcinogénica ha sido ampliamente demostrada, especialmente en relación a cáncer mamario.2 Además estudios epidemiológicos asocian su consumo con el desarrollo de diabetes3. Tard y col 4 recientemente confirmaron que  las principales fuentes de consumo son el pescado y la leche. Los pescados del Atlántico tienen el doble del nivel que los del Pacífico1.  La leche constituye el mayor factor  de consumo de dioxinas en niños y adolescentes, representando un 43%.   En este estudio, un 20% a 28% de la población tuvo un consumo superior a lo permitido. Esto traduce que la exposición a estos compuestos  hidrocarbonados es mayor que lo tolerado. A nivel cutáneo,  la principal manifestación es el cloracné. Éste se produce porque las dioxinas alteran la diferenciación del sebocito, afectando la lipogénesis de la glándula sebácea5. Considerando los otros factores por los cuales la leche favorecería el acné,  la presencia de dioxinas es otro elemento que agravaría la situación en la población susceptible. Referencias 1.    COMMISSION OF THE EUROPEAN COMMUNITIES Brussels, 10.7.2007SEC(2007) On the implementation of the Community Strategy for dioxins, furans and polychlorinated biphenyls (COM(2001) 593). 2.    Lin PH, Lin CH, Huang CC, Fang JP, Chuang MC. 2,3,7,8-Tetrachlorodibenzo-p-dioxin modulates the induction of DNA strand breaks and poly(ADP-ribose) polymerase-1 activation by 17beta-estradiol in human breast carcinoma cells through alteration of CYP1A1 and CYP1B1 expression.Chem Res Toxicol. 21(7):1337-47, 2008. 3.    Uemura H, Arisawa K, Hiyoshi M, Satoh H, Sumiyoshi Y, Morinaga K, Kodama K, Suzuki TI, Nagai M, Suzuki T. Associations of environmental exposure to dioxins with prevalent diabetes among general inhabitants in Japan.Environ Res. 2008 Jul 21 4.    Tard A, Gallotti S, Leblanc JC, Volatier JL. Dioxins, furans and dioxin-like PCBs: occurrence in food and dietary intake in France.Food Addit Contam.24(9):1007-17, 2007. 5.    Ju Q, Fimmel S, Stahlmann R, Zouboulis CC. 2,3,7,8-tetrachlorodibenzo-p-dioxin alters the differentiation of SZ95 sebocytes in vitro.Exp Dermatol. 17(7):632, 2008.