Arte y ciencia en fotodermatología

El científico ruso LeonidPonomarev ha descrito elocuentemente dos formas de conocimiento: “Sabemos desde hace mucho que la ciencia no es más que uno de los métodos para estudiar el mundo que nos rodea. Otro método -complementario- es el del arte. Uno puede dedicarse completamente a la ciencia o vivir exclusivamente a través del arte. Ambos puntos de vista son igualmente válidos, pero tomados por separado son incompletos. La columna vertebral de la ciencia la constituye la lógica y el experimento. La base del arte es ser atemporal y holística. Ambas se complementan, en lugar de contradecirse”

La ciencia médica se ha orientado a la explicación racional de las patologías de los pacientes dividiéndolos en sus partes constitutivas, para describirlas lo más fielmente posible. Es por ello que la ciencia es muy propensa a incubar métodos reduccionistas y monoparadigmáticos. Al rescate de las propiedades integrales de los pacientes, inaccesibles para la ciencia, entra en juego el arte, por la necesidad y obligación de percibir a los pacientes en su integridad holística, sin dividir en partes a la estética, la armonía, la simetría, que son cualidades muy propias de la percepción artística.

Entre las especialidades médicas, para la fotodermatología esto es particularmente cierto, ya que incluye la comprensión fisiopatológica, clasificación y tratamiento basado en la evidencia de las fotodermatosis y aquellas patologías susceptibles a ser tratadas con luz; pero también es un arte de la observación, donde el médico con experiencia es capaz de reconocer las numerosas variaciones clínicas que la naturaleza produce en nuestro tegumento como manifestaciones de distintas enfermedades, y que además este arte se verá reflejado cuando se realizan los tratamientos con técnicas basadas en luz, que requieren inclusive “dibujar” las lesiones.

Nuestra sección se dedicará a la fotodermatología, una subespecialidad de la fotobiología y la dermatología, que se ocupa de la interacción de la piel con la radiación no ionizante del espectro electromagnético solar. Los efectos resultantes de esta interacción pueden conducir a:

• Fotodermatosis: por daños en los tejidos, y trastornos de fotosensibilidad, que van desde la fotosensibilidad inducida por drogas a la erupción polimorfa a la luz.
• Fotoprotección: entendiendo la importancia de los medios físicos y químicos existentes.
• Fotodiagnóstico: la luz también puede ser utilizada con fines diagnósticos, desde la conocida luz de Wood, hasta novedosos equipos con diversas luces para precisar características de la piel, así como los fotoparches cuando sean necesarios.
• Fototerapia: tratamientos basados en diferentes longitudes de onda, desde la radiación ultravioleta, pasando por la luz visible hasta la radiación infrarroja. Además, incluyendo diversos dispositivos como lámparas fluorescentes, luz emitida por diodo (LED), y la tecnología laser.

La fotodermatología es un área que nos diferencia como dermatólogos de otros médicos, siendo la formación en este campo un componente fundamental de la educación durante los años de residencia y a posteriori. Esperamos que sea del provecho de todos, esta nueva sección.

Dra. Ingrid Rivera Pineda.
Dra. Zulay Rivera Pineda.