¿Qué he aprendido en el ejercicio de la medicina?

“La Pudicizia” de Antonio Corradini, (1752) Capilla Sansevero, Nápoles

Después de 50 años practicando la Dermatología con dedicación y pasión, voy a compartir algunas aseveraciones personales que pueden ser objeto de reflexión y cuestionamiento.

En mis años nóveles mi meta era adquirir conocimientos científicos en contraposición de la experiencia. Hoy en día puedo decir sin temor a equivocarme que todo importa, hasta las reuniones informales con colegas dermatólogos resultan de utilidad.  La elaboración de un plan de vida que incluya estudio, investigación, conocimientos médicos actualizados debidamente certificados, avances tecnológicos, entre otros, generan indudables éxitos. No he cumplido a cabalidad cada uno de esos ítems, pero me he dado cuenta de la necesidad de mencionarlos.  

Del conocimiento

Es fundamental la aplicación del método científico, así como también la identificación de la verdad de resultados de estudio falseados, en busca de notoriedad. Para ello, acuda a su sentido común, a la evidencia, a fuentes acreditadas. Recuerde, los conocimientos son susceptibles de ser cuestionados y revisados.

Hoy, mas que nunca hay que dudar de resultados espectaculares pues con la IA todo es posible.

Del ejercicio profesional

He entendido que el paciente es un enfermo que viene a nuestra consulta privada o institucional con su problema. Merece todo nuestro respeto y paciencia, lo cual a veces se complica con el tema de personalidades agrias o chocantes en cuyo caso he aprendido a no enojarme, en definitiva, el vino a mi, y aunque sea solo por eso merece ser bien atendido personal y profesionalmente. Su cuerpo y mente son un reto para nuestro conocimiento y comenzar con el examen físico completo y exhaustivo interrogatorio, dará la pauta para corresponder al tratamiento que el vino buscando. Es duro tener delante a un enfermo que dudamos curar pero he aprendido que más duro es para él que lo padece. Cuando ese es el caso muchas veces me he visto tan sensibilizado con el paciente que no dudo en consultar con colegas e incluso recurrir a la esperanza porque también la fé en una mejoría, aunque informemos de la gravedad, ayuda a la curación; por supuesto agotando todos los recursos que nos ayudan a identificar y tratar la enfermedad. Un buen punto de contacto que me ayuda es dirigirme a él por su nombre y también puedo aseverar que mienten, casi todos mienten directa o indirectamente. Por ejemplo, si pregunto cuales son sus enfermedades pueden decir ninguna, pero si le pregunto por los medicamentos que toma frecuente u ocasionalmente llego a la verdad. También cuando vienen acompañados mienten para no complicarse la vida dando explicaciones embarazosas al familiar o amigo que trajo.

En oportunidades he sido duro para mí recomendar tratamientos y examenes a personas de bajo poder adquisitivo; entonces la realidad se impone y la ayuda tiene que ir hasta el límite posible en cada caso. La respuesta, creo firmemente, ha sido y es, no abandonar lo que somos, lo que hemos estudiado, ver las enfermedades más alla de la apariencia y de sus manifestaciones en piel, estudiando y no conformándonos en el facilismo de derivar en otras especialidades médicas lo que significa mayor estudio del paciente que nos consulta.

En un escrito anterior hice una recopilación de recomendaciones que podrían ser de utilidad para dermatólogos jóvenes y que, seguramente podrán ser refrendadas o cuestionadas sin dificultad. Es más, me sentiria mas que satisfecho si las leyeran cuando tuvieran un rato en su agenda. “Reflexiones del ejercicio de la Dermatología” https://piel-l.org/blog/52419

Del diagnóstico clínico

  • No olvide que la piel es expresión del resto del organismo
  • Busque la lesión elemental.
  • Describa la lesión elemental primaria y secundaria. (color, tamaño, configuración, textura, localización, peri lesión)
  • En base a las lesiones elementales primarias haga un diagnóstico sindromático, para lograr un buen diagnóstico definitivo.
  • No solo vea las lesiones, observe, toque, si lo permite su experiencia.
  • Los diagnósticos se hacen siguiendo la frecuencia de consulta, de lo más frecuente a lo menos frecuente.
  • Vea pacientes, para poder tener el ojo entrenado, conéctese a centros de salud que tenga volumen de pacientes. (entrenamiento constante)

 

De los exámenes paraclínicos

  • Las herramientas de diagnóstico invasivas y no invasivas son un complemento a su evaluación clínica. Entrénese en ellas.
  • Los exámenes de laboratorio o imagenológicos si no corresponden con su examen clínico, repítalo y/o cambie de sitio realizado.
  • La biopsia no es el diagnóstico, lo es la correlación clínico-patológica
  • Realice los exámenes directos si la afección la considera, aunque el diagnóstico clínico sea obvio.

 

Del manejo terapéutico

  • Sigan guías y pautas de manejo de las enfermedades. No invente con el paciente.
  • La hidratación, lubricación o emoliencia de la piel siempre es un plus a la terapia.
  • Los vehículos de la terapia tópica tienen tanta importancia como los ingredientes activos.
  • Use el esteroide tópico a la potencia necesaria para la patología o área afectada.
  • La pasta de zinc (grasosa o acuosa) es un recurso magnifico en el manejo de las afecciones localizada en pliegues.
  • Utilice las compresas húmedas para áreas rezumantes o inflamatorias
  • Use el calor como antiflogístico
  • Use el frío como vasoconstrictor y alivio de dolores musculares.
  • La más practica técnica para extirpar quirúrgicamente una lesión, es el “losange”.
  • Cuídate de los procedimientos en miembros inferiores.
  • La mayoría de los problemas de los pies son ortopédicos.
  • En acné inflamatorio la solución de Vleminckx es un magnífico antinflamatorio.
  • Paciente mujer que consulte por acné, o caída de cabello, con desarreglos menstruales tiene un síndrome metabólico hasta que no se demuestre lo contrario.

 

La respuesta es no abandonar lo que somos, lo que hemos estudiado, ver las enfermedades más allá de la apariencia, no ceder espacios para que otros no los ocupen.

Acerca de Jaime Piquero Martín

Profesor Emerito Instituto de Biomedicina Jacinto Convit UCV. Ex Jefe del Servicio del Hospital Vargas de Caracas. Coeditor de Piel latinoamericana. Fundador del Global Alliance para el estudio del acne, del Grupo iberolatinoamericano del acné (Gilea), Grupo latinoamericano del acné (GALA) y del Grupo de acné y Rosacea en Venezuela (GARVE)

5 comentarios

  1. Raul Fachin Viso

    Feliz día a todos. , Gracias Jaime por enseñar de tus experiencia.
    Pienso que nunca dejaremos de aprender .
    Te lo digo yo próximo a 56 años de mi salida del Vargas como dermatólogo . Teniendo la suerte de tener profesores como el maestro Convit , Kerdel Vegas , Gómez Garcilazo , kowalenko, Eva Koves de A , Suprani , María Bastardo de Albornoz y muchos más.
    La enseñanza a nuestros alumnos nos sirve para aprender también nosotros .
    Seguiremos aprendiendo .
    Recuerda : El experto sabe no piensa .
    Gracias y a seguir enseñando

  2. Carlos A. Martín La Riva.

    Excelente, tal como se espera al leer el nombre del autor.
    Experiencia, estudios, conocimientos se reflejan en el es rito, mas aun, en la consulta, diagnòsticos y tratamiento.
    El protocolo del Conocimiento Científico está presente, tanto en las Consultas como en los escritos.
    Felicitaciones hoy y siempre.

  3. Amadeo Leyba Ferrer

    Amigo Jaime, tu editorial me recordó, cuando daba clases teóricas al 5to año de Medicina, les hacía a los alumnos una pregunta que pocos acertaban: ¿Si como futuros médicos ustedes se consiguen la Lámpara de Aladino y el genio les ofrece cumplir 1 deseo, cual de estos escogería: ¿Conocimiento, intuición, dedicación habilidades, disponibilidad, memoria, buen trato o responsabilidad?
    La respuesta era RESPONSABILIDAD, ya que las demás dependen de ella.
    Entre los dioses de la Medicina está Esculapio, en su templo (Roma) se conservan 2 figuras que son la esencia de la medicina: el gallo (vigilancia) y la serpiente (paciencia).
    En la medicina hipocrática la simbología es la víbora, debido a sus cambios de piel , suponiendo que por ello obtenía la vida eterna, lo cual es el desideratum de nuestra profesión.
    La otra simbología ha sido el portar el anillo de oro, pero era una norma de distinción, creada por el Emperador Julio César quien por agradecimiento al médico griego, esclavo, por curarle el paludismo que sufría, diciéndole: «De ahora en adelante llevarás un NELO DI ORO , para distinguirte de las otras profesiones».
    Amadeo Leyba Ferrer

  4. Excelente! Gracias ppr seguir enseñando. Es un honor aprender de 50 años de ejercicio sobre el lienzo cutáneo. Un abrazo Dr Piquero

  5. Rolando Hernández Pérez

    El ejercicio de la medicina enseña lecciones valiosas. Los médicos aprendemos que cada paciente es único, lo que exige un enfoque personalizado en el tratamiento. La humildad es crucial, reconociendo que no se puede saber todo y que el aprendizaje es continuo. También se destaca la importancia de escuchar y respetar al paciente, transformando la relación médico-paciente ( el encuentro entre el Dermatologo y el paciente) en una colaboración horizontal. Además, los médicos deben ser conscientes del impacto de sus palabras ( el poder de la palabra) y gestos, ya que pueden influir profundamente en el bienestar emocional del paciente.Acoger es admitir en el consultorio a alguien. Valor humano de incuestionable importancia , se puede nacer más o menos acogedor, pero también se cultiva, se educa. La acogida abre puertas tanto en el que recibe como en el que es recibido . Oír y escuchar, oír es persistir con los oídos un sonido, escuchar es prestar atención a lo que se oye. . Calificar las molestias del paciente, yo siempre uso tablas , por ejemplo del 0 al 10 cuanto le duele, cuanto le pica. Dar poder al paciente, compromiso , desafío, convicción de tener control. Evitar frases iatrogénicas ( para eso no hay cura) . Conducir al paciente a otras percepciones. Llamar la atención del paciente para los efectos de la imaginación, El pensamiento creas realidades. Estimular la fe. Hacer diagnósticos evitar pronósticos. Tocar , se trata de fomentar una conexión física y mental entre el médico y el paciente; el tacto significa la naturaleza humana de la situación en que se enfrenta el paciente y el médico. El tacto humaniza esa situación , el tacto genera confianza, tranquilidad y es un sentido de comunión; el tacto puede incluso transmitir la idea de supervivencia. El tacto llega antes que la vista, antes del discurso, es el primer idioma y es el último, siempre dice la verdad.
    Gracias Dr. Jaime Piqueto por plantear este interesante y vital tema para la vida misma. Me gustó mucho tu editorial.

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