Dr. José R Sardi B.
Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Caracas.
El injerto cutáneo libre esta formado por epidermis y una porción parcial de dermis, el grosor de la dermis puede ser fino, intermedio o grueso; otras veces es total, si lleva la totalidad de la dermis. La viabilidad de éstos dependerá de varios factores, mientras más delgados mayor es la posibilidad que “prenda”, el lecho receptor debe ser apropiado (buena vascularización), inamovilidad del injerto para lograr el contacto intimo y que no se infecte (causas más frecuentes por la que se pierden los injertos). Otras veces se emplean injertos compuestos (condrocutáneos). La zona de préstamo puede ser la región postauricular, la zona supraclavicular, la región nasolabial o la submentoniana.
Mucho se ha escrito sobre los pro y contra del uso de esta forma de reparación de defectos en la cara. Creo que es una opción, pero no como primera indicación, porque el uso de colgajos son cosméticamente superiores.
Presentamos esta oportunidad un paciente de 6o años de edad, que nos consultó con un carcinoma basocelular extenso, variedad plano cicatricial, localizado en el tercio superior del dorso nasal, vertiente izquierda, ángulo interno del ojo y parte del párpado inferior. Fue operado y el defecto fue cubierto con un injerto de piel de espesor fino tomado de la región supraclavicular izquierda.