Se trata de un joven de 26 años de edad, que consulta por presentar un tumor en el hombro derecho de aproximadamente cuatro años de evolución, asintomático, de crecimiento paulatino.
A la palpación la lesión es firme, no dolorosa. Nos planteamos clínicamente los diagnósticos: Calcinosis tumoral vs Pilomatrixoma vs Dermatofibrosarcoma. Se solicitan exámenes de laboratorio preoperatorios que resultaron normales. En la radiografía de tórax se hace referencia a una “masa tumoral en piel, que no compromete las estructuras óseas del hombro”.
Se toma muestra para estudio histológico que nos es informada como Pilomatrixoma. Bajo sedación por el Servicio de Anestesiología e infiltración de Lilocaína al 2% con adrenalina alrededor de la lesión se practica exéresis de la neoplasia.
Macroscopicamente nos encontramos con un tumor bien limitado con consistencia y aspecto de yeso. Microscópicamente vimos el patrón clásico de este tumor: un agregado de células basaloides haciendo como la pared del tumor que se transforma en forma abrupta en una masa eosinófila sin límites nucleares (células fantasmas o sombras), hay células gigantes y calcificación.
Este tumor junto con otras lesiones, como los quistes o hamartomas tienen vida propia (A.B.Ackerman); comienza como una neoplasia quística con un epitelio infundibular que recuerda el epitelio de la vaina pilosa, que al madurar lo hacen hacia un tipo de corneocito o células sombra. También se puede ver en los quistes tricolemales proliferantes. Las células sombra también pueden estar en el tricoepitelioma desmoplásico, en el tumor mixto folículosebaceo apocrino.