El desarrollo que unos investigadores de la Universidad de Harvard llevaron a cabo en el año 2010 se llama Organs-On-Chips, haciendo un juego de palabras con SoC (system on a chip), un elemento básico en la fabricación de dispositivos como los smartphones. Lo que en aquel momento era meramente un trabajo científico ahora está listo para comercializarse y acaba de ser escogido por el Museo del Diseño de Londres como mejor diseño del año.
Organs-on-Chips es un chip cubierto de plástico transparente que en lugar de contar con los cables y piezas habituales de silicio está formado por microtubos compuestos de células humanas. La intención de este dispositivo es imitar las estructuras biológicas de una persona. Más concretamente pretenden simular el comportamiento que tendría un órgano humano, con el fin de estudiar lo que ocurre en él.
Los microtubos de Organs-On-Chips están preparados para que a través de ellos fluyan aire, nutrientes, sangre e incluso bacterias causantes de infecciones. De esta forma los científicos pueden ver cómo se comportan estos elementos y, sobre todo, cuál es la manera más eficaz de combatir una determinada infección.
La base de la fabricación de uno de estos dispositivos es la misma que se emplea para producir los chips que llenan los ordenadores y otros sistemas electrónicos. Pero en lugar de electrones lo que fluyen son células de los pulmones, los intestinos, riñones, el hígado o el corazón. La idea es que esta estructura simuladasirva para probar medicamentos y otras soluciones a determinadas enfermedades.
FUENTE:
Pablo G. Bejerano
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