Vicente Torres, Patricia Troielli, Jaime Piquero, María Isabel Herane y Adilson Costa.
Global Alliance Latinoamerica (GALA)
Pentobra: A Potent Antibiotic with Multiple Layers of Selective Antimicrobial Mechanisms against Propionibacterium Acnes. Nathan W. Schmidt, George W. Agak, Stephanie Deshayes, Yang Yu, Jackson Champer, Wujing Xian, Andrea M. Kasko, Jenny Kim, Alyssa Blacker and Gerard C.L. Wong. Journal of Investigative Dermatology advance online publication, 12 March 2015; doi:10.1038/jid.2015.40
Se han reportado cepas de P. acnés resistentes a los antibióticos habituales para tratar el acné como las lincosamidas, tetraciclinas, macròlidos y sulfas, lo que podría significar menor eficacia de la terapia, ello es difícil de evaluar debido a la adherencia terapéutica baja en acné; aproximadamente 50% de los pacientes realizan tratamiento correctamente, lo que lleva a resultados sub-óptimos que pueden confundir esos fracasos terapéuticos con resistencia bacteriana. Lo otro a tomar en cuenta es que los antibióticos en el acné funcionan como inmunomoduladores, (dosis antinflamatorias o sub-antimicrobianas de doxiciclina), y el P. acnés, no es eliminado en su totalidad de la piel pero si logrando una disminución logarítmica del número de propionibacterias.
Ante tal escenario, surgen preguntas como: ¿necesitamos más y mejores antibióticos para tratar el acné?, o ¿debería haber un manejo racional de los existentes?. Hasta ahora la corriente mas seguida es la de realizar un manejo racional de los antibióticos que ya tenemos, preconizando los ciclos cortos tanto por vía oral como tópica y nunca monoterapia, preferencia de antimicrobianos que no causen resistencia bacteriana como el peróxido de benzoilo, o retinoides sistémicos en los casos indicados y el uso de retinoides tópicos como piedra angular de la terapia tanto en fases agudas como de mantenimiento a largo plazo. Pero con el creciente aumento de la resistencia bacteriana del P. acnés a varios antibióticos, se están haciendo esfuerzos en la búsqueda de moléculas que destruyan las bacterias, obviando la resistencia bacteriana y con poco o ningún efecto sobre las células del huésped.
En un artículo reciente del Journal of Investigative Dermatology , se reporta la efectividad antibiótica ante el P. acnés, de una nueva molécula conocida como Pentobra, creada en el laboratorio a partir de la unión de un aminoglucosido (Tobramicina) y un péptido antimicrobiano de 12 aminoácidos, que facilita la acción de la Tobramicina en la unidad 16 S a nivel intracelular, ello es posible porque el péptido genera daño a la membrana bacteriana, permitiendo la penetración del aminoglucósido lo que provoca un efecto antibiótico más eficiente sobre el P. acnes. La microscopía electrónica demuestra que Pentobra al penetrar la membrana celular de la bacteria provoca la fuga del contenido intracelular al exterior y muerte de la misma, además de su potencial antinflamatorio con supresión de algunas quimiocinas inducidas por el P. acnés. Esta eliminación de la bacteria, aun en ambientes ricos en sebo como son los microcomedones aislados de humanos donantes, ocurre al perforarse la pared de los procariotes y no de las células eucarioticas del organismo.
La sinergia de ambas sustancias es fundamental, convirtiendo al Pentobra en una nueva molécula no toxica para el queratinocitos ni para las células mononucleares periféricas o sebocitos, pero si contra una variedad de distintos fagos de P. acnés que ocupan el 90% de la microbiota cutánea.
Los autores del artículo del Journal of Investigative Dermatology refieren que de los microcomedones de sujetos sin acné y con acné se extrajeron distintos linajes de P. acnés poseedores de distintos nucleopéptidos, con una selectividad destructiva de Pentobra hacia diversas cepas causantes de acné y menor eficacia contra otras de pacientes sin acné, lo cual es una ventaja para el equilibrio de la flora cutánea, y podría ser útil para corregir la “disbiosis” que acompaña al acné. Los péptidos antimicrobianos no causan resistencia bacteriana en la piel humana expresando catelicidina LL37 y Beta defensina HBD-3, moléculas que defienden la piel en forma permanente contra una gran variedad de gérmenes.
Aunque no siempre la acción in vitro es equivalente a la acción in vivo, drogas formuladas para la penetración intracelular de un antibiótico tienen potencial para utilizarse en el acné en forma tópica. La actividad conjunta con un péptido antimicrobiano que logra disminuir la producción de citoquinas hace del Pentobra, una nueva esperanza de tratamiento tópico a través de mecanismos de acción que no promueven la resistencia bacteriana a los antibióticos, con pocos o ningún efecto colateral.
Muchas gracias por la interesante información!