Homenaje Dr Rondón. Asunción 11 sept 2019
La perspectiva con que uno ve a sus verdaderos maestros es cambiante en el tiempo.
Conocí al Dr Rondón hace más de 35 años , quizás más de la edad de muchos de los asistentes a este homenaje, considerándolo mentor fundamental en lo que soy actualmente como Dermatólogo.
Llegando a ser por sus enseñanzas y cariño: mi papá dermatológico.
A lo largo de este transitar juntos, se fueron añadiendo sentimientos de respeto, admiración, y sólidos afectos de amistad que en el camino del tiempo se transformaron en estrechos lazos de familia,
El Dr Rondón, el Clarinés , el académico, el poeta exaltador del amor.
Orgulloso de sus orígenes y de su familia, siempre buscó como retribuirle a su patria chica, Clarines, lo recibido.
Su extraordinaria capacidad filosofal, con su razonamiento y su excusa basada en la sabiduría popular, “Cómo yo soy de pueblo….” y uno terminaba completamente convencido de su verdad.
Filosofal en el sentido extraordinario de piedra transformadora capaz de de convertir la entropía en orden, el caos en éxito, con inspiración y musa repentina para el logro final.
Siempre optimista ante las adversidades… “bien bueno por que podemos…”
El Dr. Rondón incluyente, globalizador y conciliador.
Incansable en sus relaciones humanas y en la importancia de éstas en una dermatología global, nacional, latinoamericana y mundial.
Inagotable motor en su actividad académica y siempre con algún proyecto poético o dermatológico, haciéndose en ocasiones difícil, sino imposible, lograr estar a su lado con un ritmo similar.
Nació en un pueblito en el oriente venezolano, Clarines vía Puerto La Cruz y Barcelona, un 11 de enero de 1939.
El Dr. Rondón, logró una vida llena de éxitos, desde sus orígenes humildes en esa Venezuela post Gomecista, convirtiéndose a punta de trabajo, perseverancia en un extraordinario médico internista y mejor dermatólogo. Dedicándose con cariño y gran pasión a sus labores asistenciales, científicas y sobretodo Académicas donde dejó la huella de lo que somos una buena parte de los Dermatólogos Venezolanos e Ibero Latino Americanos.
Desde la época del internado y la residencia médica comienza a asistir a la leprosería de Cabo Blanco donde es guiado por el Dr. Jacinto Convit a iniciarse en su pasión de vida, la Dermatología.
Al concluir el postgrado de Dermatología en 1969, ingresó como adjunto del Servicio de Dermatología del Hospital Vargas, hasta su jubilación, en donde llega a Jefe de Servicio. Comparte la asistencia con la docencia e investigación en la Catedra de Dermatología de la Escuela de Medicina “José María Vargas” de la Universidad Central de Venezuela, desempeñándose como Jefe de Cátedra y Director del Postgrado de Dermatología del Instituto de Biomedicina.
Como investigador, se destacó en el estudio de la Leishmaniasis, enfermedades de las uñas, patologías del pelo, alopecias, fotobiología, bioetica y por supuesto, la dermatología clínica, que describe como “fascinante”. Cientos de publicaciones incluyendo una decena de libros de Dermatología, dan constancia de su interés en la investigación y la educación médica continuada.
Presidió la Sociedad Venezolana de Dermatología Médica, Quirúrgica y Estética, en tres ocasiones, llevándola con incansable actividad, a un altísimo nivel académico.
Fundador y Coordinador, en conjunto con el Dr. Jaime Piquero Martín y Dr. Ricardo Pérez Alfonzo de las Jornadas de Terapéutica Dermatológica y Estéticas, en más de sus 16 ediciones.
Al recordarlo, siempre lo veremos como lo que fué, un gran hombre, siempre alegre, mejor padre, extraordinario amigo, inagotable en su producción intelectual, tanto dermatológica como poética, con la frase oportuna a flor de boca.
Y como siempre decía: “el tiempo se puede programar y para cada actividad se reserva un periodo: un tercio para descansar y comer, un tercio para trabajar y el otro tercio para disfrutar como si fueramos a morir al día siguiente”.
Cuando uno ha tenido el privilegio en la vida de haber podido compartir con gigantes como el Dr. Rondón, con su fuerza, uno los vé como eternos. Entiende lo que para ya una persona entrada en años, como yo, pueden ser los héroes, los q siempre están ahí cuando uno los necesita.
Así se convirtió en un ser que no tenía, no podía tener fin. En un ser con una fortaleza a prueba de los peores escenarios, con la mejor disponibilidad: ya q con él, se superaban todas las dificultades.
Pero Dios nos hizo comprender q estamos aquí bajo sus designios.
Que hasta los héroes mitológicos tienen un final en la Tierra.
Pero ….
El Dr. Rondón, no nos dejará, nos quedará su permanente presencia, su bonhomía, su gran carisma, su siempre disposición en pro de quien lo necesitase, con sus enseñanzas, sus ejemplos, sus cuentos, sus dichos, sus anécdotas.
Nos dejará su sonrisa ….
Es un orgullo haber sido su alumno, compañero y sobretodo su amigo.
“Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos.
Pero los hay que han luchado toda la vida:
esos son los imprescindibles.”
Eugen Berthold Friedrich Brecht
dramaturgo y poeta alemán 1898-1956.
Gracias Dr Guzman. Resumió en cortas y sencillas palabras, lo que ha sido y será para la Dermatología Iberoamericana, eei extraordinario Dermatólogo y mejor amigo, Antonio Rondón Lugo, como Presidente de la Sociedad Venezolana de Dermatología, sacó de Caracas hacia el interior del país la Dermatología. Gracias por ese homenaje. Su espíritu estará presente .
Excelente médico y por sobre todo excelente persona todos los que los conocimos en nuestro hermoso pueblo de clarines sabemos que fue así, todo lo que describe en este escrito lo certifica jamás sus títulos estuvieron por encima de su sencillez siempre saludaba a todos por igual con mucho cariño… QEPD Dr.Antonio José Rondón Lugo.
• Se debe ser médico en todo momento. Generoso a la hora de ayudar pero cuidadoso en la calidad de esa ayuda. Ese era Antonio Rondon Lugo, arquetipo de lo que es una vida de medico bien llevada, como lo es Francisco Kerdel Vegas y lo fueron Eva Koves de Amini y Oscar Reyes Flores y como son algunos vivos que no nombro porque puedo errar de omision de otros. De Antonio admiraba su bonhomia y su incansable trabajo por aprender. Gracias Ricardo por mantener viva la llama que dejo nuestro amigo
Gracias Toño por amable comentario.
Fué un honroso privilegio haber reflejado en palabras todos los sentimientos q tenemos por el Dr. Rondón
Ricardo
Antonio Rondòn Lugo fue ante todo un ser BUENO. Lo conocì cuando hacìamos el post grado de dermatologìa, el en la escuela Vargas, yo en la Razetti. Vivìamos a media cuadra, èl en un pequeño apartamento y yo «arrimado» en la casa de mis padres, en la urbanizaciòn Santa Mònica en Caracas. Años despuès, muchos, volvimos a ser vecinos en Las Terrazas del Club Hìpico. No podìa ser diferente, me invitò varias veces a su terruño, Clarines, pero solo una vez pude ir. Anècdotas por centenares recuerdo de èl. Se desbordaba en atenciones, lo querìa todo el mundo, y cuando todos te quieren es porque eres BUENO.
Gracias Dr. Sardi.
A odos los q tuvimos el privilegio de compartir con Rondón, nos quedó la indeleble huella de su bonhomia.
Tuve la suerte de conocer al Dr. Rondón y disfrutar de su amistad.
Hace ya años me referí a su alma de poeta al escribir sobre las relaciones entre la dermatología española y venezolana. Su laboriosidad y su preocupación por publicar sus conocimientos y facilitar que los demás también pudieran hacerlo eran también seña de su identidad.
Con el máximo afecto me uso a su homenaje.
Conocí a Antonio de cerca aunque un poco tarde. Conozco a su familia, conocí bastante de su interior. Desde la primera vez hubo una empatía mutua que pronto se transformó en una amistad internacional muy cercana. A través de él conocí el verdadero espíritu de los Dermatologos Venezolanos y el de sus amigos más cercanos como Ricardo y Jaime. Su generosidad, su fortaleza inigualable, su altivez y su talento fueron proverbiales. Fue un gran privilegio conocerlo y es una grata tarea recordarlo. El necesitaría de más elocuencia, pero yo carezco de ella. Mientras pueda, siempre recomendare a los jóvenes de nuestra especialidad, por lo menos imitar el comportamiento de personas como Antonio. Me entristeció su partida como pocas veces ha sucedido, me queda claro que su paso por esta tierra fue más que justificado y es me tranquiliza. Su memoria perdurará en muchos Dermatologa Latinoamericanos.
José María Ollague Torres
Ecuador
Vive en mi corazón aprendí mucho de él, un corazón enorme y una humildad sin par, espérame prof ya iré a reunirme contigo cuando Dios disponga
Agradecidos a Alejandra, Dr. Ollague, Dr Eduardo Fonseca y Dr Diez de Medina, por compartir sentimientos de cariño y admiración hacia el Dr Rondón
Antonio
Llevo en el alma el vacio
que me causó la tristeza,
la noticia de tu partida
nos dejo solo y sorprendido.
Pienso y pienso en la distancia
que hoy nos separa,
sinembargo siento cerca
tu presencia de guitarra.
RHP