Sabemos que los virus no son seres vivos; son parte de material genético (ADN o ARN, nunca ambos), protegidos por proteínas y, eventualmente, algunos lípidos. Esencialmente, eso es un virus, por lo tanto, para “vivir”, necesita infectar una célula, porque carece de la estructura mínima de vida. Los virus infectan todas las células, bien sea arqueas, bacterias o eucariotes (hongos, plantas, animales, hombre). No son considerados microorganismos, porque no son seres vivos, pero si submicroscópicos, porque no se visualizan con microscopio óptico, sino con microscopios electrónicos, de lo minúsculos que son. Los virus, también tienen la capacidad de infectar otros virus, y se les conoce con el nombre de virófagos, pero de eso hablaremos en otro capítulo.
Los virus que infectan bacterias, son bacteriófagos. Los virus son las estructuras más abundantes de la tierra, y del universo, ya que se ha demostrado su presencia en el espacio sideral. Gracias al secuenciamiento humano, se pudo demostrar, que el genoma del hombre, es 68% viral, 10% bacteriano y 3% humano, el resto está por establecerse. Basados en esta información, hay 100 veces más virus que células eucariotas.
El papel de los virus es controlar la diversidad microbiológica en la microbiota. Los principales géneros bacterianos de la piel son: Corynebacterium Propionibacterium y Staphylococcus. Los virus más representativos de la piel, pertenecen a los bacteriófagos de estos dos últimos géneros y la teoría de los investigadores es que están presentes en esas bacterias, para impedir la colonización del tracto respiratorio. En las áreas sebáceas, la diversidad es menor, con respecto a otras zonas de la piel (húmedas). La mayoría de los virus son Caudovirales y en menor proporción están Myoviridae y Siphoviridae. Se sabe que estos bacteriófagos suelen ser lisogénicos, con la capacidad de infectar una amplia diversidad de células bacterianas. Siphoviridae es el bacteriófago de Propionibacterium acnes. Otros de los bacteriófagos pertenecen a las familias Inoviridae, Microviridae y Podoviridae.
De los virus de las células eucariotas, los que predominan son Adenoviridae, Anelloviridae, Circoviridae, Herpesviridae, Papillomaviridae, Polyomaviridae y Poxviridae. El virus del papiloma humano o papilomavirus, pertenece a la familia Papillomaviridae. De esta familia hay unas 200 especies, de las cuales sabemos que existen algunas que tienen la capacidad de producir cáncer (VPH 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59 y 66). Su abundancia está ubicada en la palma de las manos, en la frente, en las arrugas retroauriculares y el occipucio.
El virus de la polio, pertenece a la familia Polyomaviridae; sin embargo, hay descritos 13 poliomavirus humanos, de los cuales, solo hay cuatro patógenos. Uno es el agente causal del carcinoma de las células de Merkel, otro produce leucoencefalopatía multifocal progresiva, otro es responsable de triclodisplasia espinulosa asociada a poliomavirus y el que genera la nefropatía. Los poliomavirus, son altamente conservados entre los individuos de diferentes regiones geográficas, lo cual se traduce como poca variabilidad genética. En otras zonas del cuerpo, se han encontrado cepas de las familias Mimiviridae, Phycodnaviridae y Poxviridae.
La familia Circoviridae, tiene como principal exponente al género Gyrovirus, el cual se encuentra en personas sanas. Normalmente, es un virus aislado de casos de anemia en pollos, es un importante patógeno aviar, por lo que se sospecha una transmisión zoonótica. De la familia Parvoviridae, el virus PARV B19, se asociaba con eritema infeccioso, pero se ha aislado de pieles totalmente sanas.
No se habla de virus comensales, porque los virus siempre están presentes de forma infectante en nuestro cuerpo, ellos infectan células para poder reproducirse; pero si se habla del viroma humano, en el cual se involucran a los virus que infectan todas las células del cuerpo humano (humanas o microbianas). De hecho, los virus que solo infectan plantas, también se encuentran en nuestro cuerpo, porque ingerimos alimentos y quedan en nuestro sistema digestivo. Así como el virus del mosaico del Tabaco, en personas que fuman. Como ven, no necesitamos estar enfermos, para portar virus en nuestro cuerpo.
Imagen tomada de Wikimedia Commons bajo licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported.
Buenos días y mil gracias por este muy interesante artículo. Quiero hacer un aporte: Los parásitos también son «hospederos» para los virus. Es el caso de la leishmania que tiene un RNA virus descrito hace casi 30 años y al que recientemente le han buscado función como modificador de la evolución clínica o de la presencia de resistencia a medicamentos. Aparentemente los casos mucosos mas severos y las fallas terapéuticas podrían explicarse por las modificaciones en el genoma del parásito inducidas por la presencia del LRV-1.
En un estudio en curso y del que hemos preparado un reporte preliminar, investigadores de la U. Nacional de Colombia, del Centro Dermatológico Federico Lleras de Bogotá y de Funderma Bolivia damos cuenta de que 52% de pacientes con LM y 49% de las fallas terapéuticas tiene leishmanias infectadas por LRV1. Una vez terminado el procesamiento de las mas de 200 muestras procedentes de mas de 70 enfermos esperamos tener información para correlacionar con las presentaciones clínicas y la respuesta al tratamiento.
saludos desde Santa Cruz,
jaime soto
Mis mejores deseos Jaime para este nuevo año 2020. Le presento mis disculpas por no haber respondido a su interesante comentario. Pero mi correo no funciona y no me llegó la notificación de su comentario. Tdoso aprendemos todos los días. Un abrazo
Importante aporte de esa síntesis al desconocimiento generalizado respecto a la microbiota humana. Hay datos de valor, que aportarán contenidos a muchas exposiciones en el pregrado seguro.
Gracias.
Bendecido 2020 mi estimado Arnaldo, gracias por su comentario. Siempre a la orden, cualquier separata que necesite me la puede solicitar al correo electrónico [email protected]. El que necesite, en el menor tiempo posible se lo haré llegar. Un abrazo