PIEL-L Latinoamericana Publicacion periodica en dermatologia | Fundada en 1998
En «Nabucco» de Verdi, hay una hermosa sección cantada por el coro. «Va Pensiero»; está lleno de nostalgia de dolor y a la vez de recuerdo de dichas pasadas y de una esperanza teñida a la vez de tristeza y de angustia.
En ciertas versiones televisivas, la cámara muestra imágenes de la tierra de los exilados, de arroyos de palmeras y las caras ansiosas o elevadas en esperanza y anhelo de los que cantan.
¿De qué se trata? En «Nabucco», Verdi relata en canto y actuación la historia del exilio Babilónico del pueblo de Judá. El Reino de Judá entra en conflicto con el poderoso Imperio Babilónico, regido por Nabucodonosor. Tras una guerra cruenta, una resistencia tenaz y el asedio prolongado de la fortificada Jerusalén; el reino de Judá cae. El Rey y parte importante del pueblo son llevados al exilio en Babilonia. Poblaciones extrañas, extraídas de otras áreas y naciones son transportadas a Judá. Esta era una política imperial. Permitía mantener la productividad de las zonas dominadas y tener en ellas a seres humanos laborando pero sin arraigo a la tierra.
Los hechos se relatan en el capítulo 25 del Segundo Libro de Reyes, el 36 del Segundo Libro de Crónicas y el inmortal Salmo 137,»Junto a los Ríos de Babilonia »
El exilio, forzado o voluntario es siempre doloroso. Cuando es voluntario alberga también esperanzas, mejorar. Quizá volver. Salvarse, ayudar a los familiares. Formar familia en mejores condiciones. Pero el dolor permea todo. Migrar es un desgarro. Nacer y morir también lo son. El hombre es una especie migratoria, el concepto de patria puede no ser inherente a nuestra condición de especie, pero si lo es a nuestra condición de especie civilizada. No en vano era el destierro la pena más severa (aparte de la muerte) que se podía aplicar en las antiguas civilizaciones griega y romana. El exilado pierde en cierto modo la personalidad que ha adquirido durante su vida, heredada en parte, y tiene que construirse una nueva.
Venezuela no era un país de emigrantes. Era un país de recepción y reconstrucción, ahora lo es de emigración y fuga. Esta generación puede entender muy bien el salmo 137 ó las estrofas agridulces de «Vuelta a la Patria» de Pérez Bonalde.
Cuanta verdad transmiten las letras del Dr. M. Goihman en \»Va Pensiero\». Hoy en dìa no hay familia en Venezuela que no tenga parte de su gente fuera como inmigrante; es la fuga por causa del despotismo instaurado en Venezuela por hugo chàvez y su gente. Han destruido nuestra bella tierra. Pero, no son solamente los venezolanos que salen despavoridos. Los que vinieron a nuestra tierra como migrantes desde Europa (Españoles, Portugueses e Italianos), se van tambièn, y lloran tanto como nuestros hijos, porque para ellos Venezuela es su patria. Lo he vivido varias veces en mi consultorio, vienen con los ojos llenos de làgrimas a despedirse; porque quedaron sòlos, pues antes se fueron sus hijos Venezolanos. Que triste.
Dr. Josè R. Sardi B.
Dermatòlogo.
Caracas. Venezuela.
Lo demencial del éxodo venezolano es la sevicia en la que se regodean y la impunidad con la que lo ejecutan sus causantes.
Los que nos quedamos dentro padecemos de exilio interior, una especie de epidemia inoculada desde el poder que ha echado raíz en nuestros estrujados corazones el cual se ha aguzado buscando la auto protección ante la agresividad, militarismo y belicosidad.
Dios nos mire con ojos de piedad !
Amalia Panzarelli
Caracas
Dr Goihman Excelente y acertado análisis. Dr Sardi es una realidad. Casi a diario recibimos un paciente deprimido, triste, solitario como resultado de la separación obligatoria de sus familiares cercanos. Trato de no afectarme cada vez que vivo esa situación pero es francamente muy difícil.
Gracias por compartir