…,»Y miré, y he aquí un caballo amarillo: y el que estaba sentado sobre él tenía por nombre Muerte, y el infierno le seguía : y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad y con las bestias de la tierra».
Apocalipsis 6:8.
Las plagas afectan las civilizaciones. Generalmente en tiempos de inestabilidad social o climática. Aparecen de forma insidiosa pero luego se generalizan y afectan una parte importante de la población. Se extienden como ondas casi siempre recurrentes y de creciente intensidad. Saltan por encima de divisiones geográficas, sociales o económicas. Pueden persistir por largos períodos y extinguirse al fin; o cambiar en su forma y acciones y permanecer por largo tiempo. Otras veces se comportan como volcanes con períodos de erupción y otros de tranquilidad aparente, pero con lava bullente subterránea.
Las plagas debilitan, a veces permanentemente, a países y civilizaciones. En ocasiones, los cambios que generan llevan a la larga al progreso. Es un proceso siempre doloroso y que desearíamos evitar o poder domar..
La plaga de Justiniano, debilitó a Constantinopla e hizo abortar la reconquista del Imperio de Occidente por los romano-bizantinos. Favoreció las alteraciones sociales que llamamos Alta Edad Media en Europa.
La terrible plaga del siglo XIV, seguramente de peste bubónica, debilitó a las estructuras sociales de la Baja Edad Media, y cambió el balance de fuerzas a favor de los productores campesinos y manufactureros, pero sólo tras largas décadas de inestabilidad social y guerra. En éstas últimas se incluían las quemas de judíos y de cosechas.
De chozas y de castillos.
No hemos podido hacer mucho para prevenir terremotos , huracanes o erupciones volcánicas. La medicina ha logrado sin embargo prevenir la aparición y propagación de la viruela y de la poliomielitis y tratar satisfactoriamente a la tuberculosis, la sífilis e incluso la peste bubónica. La naturaleza no obstante se ríe de las vallas que los humanos erigimos y crea nuevas plagas y pestes. No estamos inermes frente a ellas, pero tampoco las podemos considerar como domadas ni necesariamente domables.
El presente azote del llamado COVID 19, no sólo ha causado sufrimientos y muertes. Los mismos medios que se emplean para prevenirlo e incluso combatirlo causan daños importantes en las estructuras sociales y sobre todo económicas.
Al lado de la tendencia de mutua ayuda humana y convergencia de esfuerzos ; está aquella que propone el encierro y el aislamiento tras murallas económicas, físicas y legales. Las medidas de prevención epidemiológica , causan efectos económicos severos y favorecen explosiones sociales y tendencias y acciones destructivas. El ser capitán de un bajel en tormenta requiere condiciones especiales de la tripulación y el capitán. Los daños en la estructura de los barcos pueden llevar al naufragio. También pueden conducir a progresos en el arte de la navegación y del diseño de barcos.
Una cosa es cierta, la estabilidad de las estructuras sociales y económicas de un país o grupo de países, no puede lograrse a expensas de otros o ignorándolos. Nuestro barco se llama Planeta Tierra y los tripulantes somos todos…..
Mauricio Goihman Yahr
Excelente. Como siempre uno aprende un montón. El último párrafo es una cita que fotografía la actual realidad. Saludos, Felix
Estimado Mauricio: como siempre, sabias palabras e importantes citas históricas. Un abrazo, Rafael