Y siguiendo con la saga de las manifestaciones dermatológicas del SARS-CoV-2, se ha reportado en la literatura el compromiso ahora de anexos y mucosas, con características clínicas a considerar y en un porcentaje no despreciable de los pacientes.
Fuera de los patrones antes descritos se han reportado nuevas formas de manifestación en piel por este coronavirus, que muy probablemente se incluirán en un futuro.
Usualmente cuando un virus, nobel o conocido, emerge, es común el repunte de otras infecciones virales como por ej. El dengue. Pero también se ha descrito la manifestación del SARS-CoV-2 en piel en forma de pitiriasis rosada, e incluso la reactivación de herpes virus 6, 7 y Epstein Barr durante la infección del coronavirus.1
Y es que la afectación por el virus se ha extendido incluso hasta los anexos. Es así como Wambier y col. describen el “signo de Galbrin”, en honor al Dr. Frank Falbrin, quien fuera el primer médico americano en fallecer por COVID-19. Este signo relaciona la posible asociación entre pacientes hospitalizados por la enfermedad y la presencia de Alopecia Androgenética (AAG). De 175 individuos confirmados con la enfermedad, 67% presentaron AAG, con una media entre hombres y mujeres de 71 años. Estos resultados sustentan una hipótesis donde los andrógenos median en algún punto de la infección y plantean que no es descabellado iniciar terapia antiandrogénica en estos casos, como la bicalutamida y la espironolactona, sin embargo sugieren estudios de mayor cohorte para verificar dicha hipótesis. 2 Incluso se ha establecido el signo de la “media luna roja” donde hay compromiso longitudinal de las uñas, tipo banda eritematosa que bordea la lúnula, presente en una paciente contagiada y que se mantiene un mes posterior a la infección.3
Además, cada vez se hace más frecuente los motivos de consulta por herpes zóster de nueva aparición en pacientes PCR-TR positivos, es así como se empiezan a describir las primeras presentaciones zosteriformes, planteándose que esta forma de presentación pudiera catalogarse como un indicador de infección latente de COVID-19.4
Más recientemente se publicó un caso de aislamiento del virus en una lesión en vulva, de una paciente de 31 semanas de gestación que presentaba vulvovaginitis y a su vez clínica respiratoria. A pesar de que la transmisión vertical no ha sido hasta ahora reportada, la presencia del virus detectable en los genitales femeninos, no descarta que ésta sea una vía probable de contagio.5
Además, la mucosa oral no queda exenta de la acción de este coronavirus. En un informe de un hospital de campaña en España durante el pico de la pandemia, casi la mitad (45,7%) de los 666 pacientes con COVID-19 tenían hallazgos mucocutáneos, más altos que los reportados en publicaciones anteriores. Aproximadamente una cuarta parte tenía hallazgos orales, los autores describieron con mayor frecuencia papilitis lingual transitoria (11,5%), estomatitis aftosa (6,9%), glositis con indentaciones laterales (6,6%) y glositis con pérdida de papilas en parches (3,9%). Casi el 40% experimentó afectación palmoplantar, más comúnmente descamación difusa que favorece los sitios de soporte de peso (25,3%) o máculas acrales marrones (15,1%).6
Este análisis observacional informa varios hallazgos dermatológicos que no se habían informado previamente como asociados con COVID-19, que incluyen glositis, papilitis y descamación palmoplantar asintomática difusa. Este estudio también demuestra una alta prevalencia de hallazgos orales y palmoplantar en pacientes con COVID-19 y, curiosamente, la erupción cutánea fue relativamente poco común en comparación (11,6%).6
Así que como dermatólogos, no nos quedemos meramente en piel, si no que nuestro examen físico en un paciente infectado por SARS-CoV-2 debe ir más allá, incluyendo mucosa oral y genital, pelo y uñas.
Y con respecto a la imagen de Mafalda de: “Paren el mundo, que me quiero bajar”, en honor al recientemente fallecido Quino, muy controversial porque muchos dicen que no es de la autoría de Mafalda, lo que si es cierto es que estamos a punto de una segunda oleada (en Venezuela) y solo quiero bajarme el día que la vacuna esté al alcance de todos. ¡A cuidarse!
Bibliografía
1.- Drago F, Ciccarese G, Rebora A, Parodi A. Human herpesvirus 6, 7 and Epstein Barr virus reactivation in pitiriasis rosea during COVID-19. J Med Virol. 2020. Carta al Editor. DOI: 10.1002/jmv.26549
2.- Wambier C, Vañó-Galván S, McCoy J, Gómez-Zubiaur A, Herrera S, Hermosa-Gelbard A el at. Androgenetic alopecia present in the majority of patients hospitalized with COVID-19: The ‘‘Gabrin sign’’. J Am Acad Dermatol. 2020. Preimpreso. https://doi.org/10.1016/j.jaad.2020.05.057
3.- Guglirlmo I, Virdi A, Gaspari V, Starace M, Piraccini B.M. The red half-moon nail sign: a novel manifestation of coronavirus infection. Eur A Dermatol Venerol. 2020. Preimpreso. DOI: 10.1111/jdv.16747
4.- Elsaie M, Youseff E, Nada H. Herpes zoster might be an indicator for latent COVID 19 infection. Dermathol Therap. 2020. Preimpreso. DOI: 10.1111/dth.13666
5.- Runi E, Sansone S, Hirshberg A, Clement E, Srinivas S, et al. Detection of COVID-19 in a Vulvar Lesion. Am J Perinatol. 2020. Preimpreso. DOI: 10.1055/s-0040-1713665
6.- Nuno-Gonzalez A, Martin-Carrillo P, Magaletsky M, Martin M, et al. Prevalence of mucocutaneous manifestations in 666 patients with COVID?19 in a field hospital in Spain: oral and palmoplantar findings. Br J Dermatol. 2020. Preimpreso. DOI: 10.1111/bjd.19564
Fotos cortesía de la Dra. Maria Esther Chirinos, pacientes con PCR positiva para SARS-CoV-2
excelente cada dia aprendemos cosas nuevas y mas conecte virus….
saludos