La ciencia examina y escudriña constantemente los problemas, con el fin de develar la verdad. Para que esta pueda desarrollarse con éxito es necesario un ambiente de libertad donde podamos profundizar la búsqueda e investigación, contrario al principio autoritario donde subyace la visión dogmática de todo el espectro del saber.
La ciencia sólo puede vivir y florecer en un ambiente de libertad, la verdad así lo impone por sí misma, libertad de examinarla y libertad de exponerla. O, en otros términos, libertad de investigación, libertad de discusión y libertad de expresión. No deben existir pensamientos delimitadores en el saber.
La ciencia aumenta los conocimientos, desarrolla la inteligencia, es un factor de cultura que incide en el bienestar material y espiritual de todas las personas.
El papel de la ciencia se ejerce sobre la sociedad en tres planos principales: intelectual, técnico y moral.
En el plano intelectual busca la verdad y esclarece el espíritu con conocimientos demostrados en forma cada vez más exacta. Modifica los conceptos sobre el hombre y el mundo y acostumbra a maneras nuevas y cada vez mejores de razonar y demostrar. Esto acostumbra a la tolerancia y a la discusión incesante, serena, correcta y precisa.
La ciencia es un producto de colaboración internacional a través del tiempo y del espacio. Tiene una continuidad a través de las generaciones y una continuidad entre todos los pueblos contemporáneos. La ciencia crece así por transmisión, aumento, revisión y perfeccionamiento incesante.
En el campo técnico, su papel es evidente. La investigación científica fundamental es la fuente de donde derivan las aplicaciones científicas y técnicas. Sin investigación fundamental se estancan o retroceden las técnicas, los países se atrasan y son sobrepasados, llevados a remolque o explotados. En otras palabras, del desarrollo de las ciencias y sus aplicaciones dependen la alimentación, el bienestar, la riqueza, la potencia y aun la independencia de las naciones.
Los portentosos adelantos que han revolucionado la vida social se deben a los grandes descubrimientos de los investigadores y muy poco a la acción de los políticos. Citaremos la electricidad, los motores de vapor o a explosión, la sanidad, los medios de transporte y comunicación, la producción agrícola e industrial, etcétera.
En el plano moral, los adelantos científicos debieran ser empleados solamente para aumentar el bienestar material y espiritual, para asegurar la libertad y la dignidad del hombre, para ayudar y construir, y no para oprimir, matar, dañar o destruir.
Los adelantos científicos deben llegar lo más rápidamente posible a su aplicación, y ésta debe beneficiar al mayor número de seres humanos.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de ideas y sentimientos. No sólo trabaja para su provecho inmediato, sino también por el bien de sus semejantes y de las futuras generaciones, para su elevación moral e intelectual y para su mayor bienestar material.
Estos ideales de progreso y sus resultados constituyen la razón que hace respetar y ayudar al adelanto de la ciencia.
La universidades y los tecnológicos deben ser grandes centros del pensamiento libre, en donde aprendemos a pensar sin compromisos, involucrados solamente con la verdad o con lo que el científico crea que es la verdad.
Los Editores
Al leer este hermoso esta hermosa editorial, no puedo menos que pensar en el esfuerzo titánico que año tras año realiza el grupo de Actualizacion en terapeutica dermatológica, porque parece que , basta que esté todo preparado para que se desencadene algo usual ya en nuestro país, como disturbios, y es seguir las palabras de Bolívar: «Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca». EStimados oraganizadores y mejores amigos, los quiero, los admiro y siempre sigan adelante, demostrando que si se puede.
Dra. Raquel M Ramos M
Valencia
Venezuela