«Existe una profunda interconexión de toda la vida en la Tierra, desde los organismos más pequeños hasta los ecosistemas más grandes, y absolutamente entre cada persona». – Bryant McGill
La comunidad veterinaria ha estado siguiendo la evolución de la pandemia mundial de covid-19 para identificar los riesgos en los animales y la posible transmisión zoonótica, es decir, la transmisión a otros animales.
Las infecciones por coronavirus se han descrito principalmente en murciélagos y la pandemia de covid-19 permite ubicarlos en animales domésticos, de granja o zoológicos y hábitats silvestres.
Actualmente, hay información limitada sobre animales y covid-19, especialmente sobre si los animales pueden propagar el coronavirus. En la mayoría de las circunstancias, las personas infectan a los animales (transmisión de humano a otro animal). Según la Organización Mundial de Sanidad Animal, no ha habido informes de mascotas que transmitan covid-19 a los humanos. Sin embargo, los informes de los Países Bajos y Dinamarca sugieren que el visón ha infectado a algunos trabajadores en las granjas de visones. Esta es un área que continúa en estudio. La Agencia de Salud Pública de Canadá rastrea y analiza investigaciones e informes de casos de todo el mundo sobre covid-19 y animales.
Los primates no humanos
Las siete especies de grandes simios descritas en la actualidad -chimpancés, bonobos, gorilas orientales, gorilas occidentales y orangutanes- se encuentran en peligro de extinción.
La iniciativa de la Organización Mundial de la Salud denominada Una sola salud (One Health, en inglés) trabaja por extender el concepto de salud a uno que englobe la de los humanos y la del resto de los animales. Su estrategia es reunir médicos, veterinarios, biólogos y otros profesionales de la salud para mejorar y proteger a todos los animales, incluyendo a los humanos, y su relación con el medio ambiente. Esta iniciativa considera que todos estamos conectados en el ecosistema planeta Tierra, el cual tiene una única salud.
La pandemia causada por el coronavirus SARS-CoV-2 representa un riesgo potencial real para los grandes simios y para otros primates en peligro de extinción a nivel mundial. Reconociendo estos riesgos, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) -junto con la sección de los Grandes Simios del Grupo de Especialistas en Primates de UICN- emitió una declaración conjunta sobre las precauciones que deben tomarse a la hora de interactuar con los grandes simios. Las recomendaciones son similares a las que conocemos en estos tiempos para los humanos, como distanciamiento social, higiene extrema, uso de mascarillas y guantes, entre otros.
De modelos experimentales en primates de covid-19
Desde hace varias décadas se vienen utilizando modelos experimentales de primates para evaluar enfermedades que afectan a los humanos. La pandemia ha llevado a establecer modelos de covid-19, entre otros, en dos familias que incluyen 3 especies de primates no humanos. Las tres especies, Macaca mulatta, Macaca fascicularis y Callithrix jacchus, fueron infectadas experimentalmente con SARS-CoV-2, seguidas de análisis clínicos, hematológicos, bioquímicos, inmunológicos e histopatológicos. El estudio demostró que tanto Macaca mulatta como Macaca fascicularis, pertenecientes a monos del viejo mundo, eran susceptibles a la infección por SARS-CoV-2, siendo Macaca mulatta más susceptible a la infección viral que Macaca fascicularis. Por su parte, Callithrix jacchus, un mono del nuevo mundo, era relativamente resistente a ser infectado por SARS-CoV-2.
Varios estudios in silico compararon las secuencias del receptor ACE2 -la puerta de entrada del virus ubicada en células epiteliales del huésped- de 16 especies de monos del viejo mundo, 6 monos del nuevo mundo, 4 primates muy alejados filogenéticamente, así como de otras especies de animales no primates. Además, se analizó la región RBD de la proteína de la espícula del virus, que tiene gran relevancia en el reconocimiento. Los experimentos mostraron que, en todos los monos del viejo mundo, la ACE2 es exactamente igual a la humana, pero difiere más en el resto de las especies analizadas, a excepción de un pequeño lémur de Madagascar, Propithecus coquereli. Esto quiere decir que, al menos en teoría, nuestros parientes más cercanos, grandes simios, macacos, babuinos, papiones, en otras palabras, todos los monos del viejo mundo, podrían sufrir covid-19.
Covid-19 en otros mamíferos
En los cerdos y algunos rumiantes, el coronavirus es omnipresente y está asociado generalmente con enfermedad en el tracto gastrointestinal, más que en el tracto respiratorio. Sin embargo, la infección por coronavirus es parte del complejo grave de enfermedades respiratorias porcinas. Los coronavirus también contribuyen a una morbilidad significativa, pérdida de peso, en el ganado lechero y de carne.
El estudio de Schlottau y colaboradores al inicio de la pandemia -en el que se ocupan de investigar la susceptibilidad de un grupo de posibles huéspedes animales y el posible riesgo de infectar a humanos- consistió de 12 murciélagos, 12 hurones, 12 cerdos y 20 pollos. Los resultados mostraron que los animales de granja -pollos y cerdos- fueron resistentes a la inoculación intranasal de SARS-CoV-2. Por el contrario, los hurones y los murciélagos frugívoros se infectaron abrumadoramente.
Debe hacerse una distinción importante entre un animal huésped temporal y un reservorio animal. Por ejemplo, un gato mascota puede contraer covid-19 de su dueño y desarrollar una breve enfermedad respiratoria que se recupera por completo, y no se transmite a otros gatos o humanos. Este gato es un agente casual o transitorio. Por el contrario, los venados de cola blanca de EE. UU. ya se consideran reservorios del SARS-CoV-2, capaces de infectarse y establecer la transmisión comunitaria en los venados.
En otro estudio reciente, publicado en el repositorio de preimpresos BioRxiv, el 33 % de los venados de cola blanca dieron positivos al SARS-CoV-2 presente en los ganglios linfáticos retrofaríngeos. Hasta el presente, se desconoce cómo se transmite el virus de humanos a venados y tampoco se ha detectado la transmisión de humanos a venados. Sin embargo, los venados no mueren y el coronavirus se disemina. Este resultado de los venados sobreviviendo a la infección y transmitiendo el virus a otros venados fortalece la función de las poblaciones de venados como reservorios del SARS-CoV-2.
Algunos animales se infectan con SARS-CoV-2, pero son transmisores poco eficientes
En un estudio del riesgo potencial de covid-19 para los humanos por parte de poblaciones animales, Smriti Mallapaty revisó los extensos estudios en animales llevados a cabo por la OMS, el Departamento de Agricultura de EE. UU. y el CDC. La evidencia indica que los cerdos fueron los más susceptibles al coronavirus, pero generaron una replicación pobre del SARS-CoV-2 en las pruebas de desafío. Solo dos especies de murciélagos, el murciélago herradura y el murciélago frugívoro, fueron infectados con SARS-CoV-2. Otros animales que cohabitan con los humanos, incluidos ratones de campo, mapaches, vacas, patos y pollos, fueron en su mayoría resistentes a la covid-19. Los animales que tuvieron más probabilidades de albergar el virus SARS-CoV-2, incluidos hurones, gatos, mapaches y perros mapaches, no manifestaron covid-19. La única excepción notable de esta lista fue el observado en las granjas de visones neerlandesas con una transmisión comunitaria documentada.
Animales que pueden contraer SARS-CoV-2
La siguiente lámina fue traducida de la página web de la Agencia de Salud Pública de Canadá, la cual muestra la susceptibilidad al SARS-CoV-2 y su capacidad de contagio en animales de granja, silvestres y domésticos. Otra lista similar se encuentra en Wikipedia.
Los murciélagos son los súper reservorios de los virus
Los murciélagos son muy distintos al resto de los mamíferos. Entre sus características excepcionales, están su capacidad de volar, acelerado metabolismo, alta diversidad biológica, tener un sistema inmunológico bajo-regulado y ser longevos. Todas estas características convierten a los murciélagos en el reservorio ideal para los virus, destacándose los coronavirus.
De las 6400 especies de mamíferos, 1423 son de murciélagos, el 22 por ciento. Esta diversidad se corresponde con su amplia distribución geográfica, que respeta solo las regiones polares, los climas desérticos extremos y algunas islas oceánicas.
A pesar de la posibilidad de un huésped intermedio, como se confirmó en MERS y SARS1, todavía no se ha podido demostrar, pero algunos virólogos creen que el SARS-CoV-2 tiene un origen ancestral en los murciélagos, con base en la alta similitud entre el SARS-CoV-2 y el coronavirus de murciélago RaTG13 3. De ser así, los murciélagos fueron probablemente el primer reservorio verdadero del SARS-CoV-2.
Estudios recientes sugieren que 64 millones de años de evolución adaptativa con los virus, llevaron a los murciélagos a tener un sistema inmunológico que modera la defensa e induce la tolerancia frente a los coronavirus, haciéndolo su reservorio ideal.
Algunos investigadores sugieren que las altas demandas metabólicas para el vuelo de los murciélagos podrían generar productos metabólicos alterados, los cuales inducirían tolerancia inmunológica en los virus patógenos.
Perspectivas
Los investigadores no están impacientes por los brotes de covid-19 entre los animales en cautiverio. En estos casos, los veterinarios generalmente pueden controlar la situación a través de cuarentena, vacunación y, en último lugar, el lamentable sacrificio de los animales. En los zoológicos, no se ha observado transmisión de covid-19 entre dos especies en cautiverio. Hasta el presente, todos han sido infectados por humanos.
La situación con los animales domésticos o de compañía es similar con transmisión de SARS-CoV-2 de humanos a los animales, y entre ellos solo se han confirmado la transmisión comunitaria (entre la misma especie).
El trabajo más difícil ha sido estudiar y controlar la susceptibilidad al SAR-CoV-2 de animales silvestres. Debido a esto, los científicos de todo el mundo continúan estudiando el riesgo de brotes en especies silvestres. Además, constantemente se evalúan los animales en zoológicos, hogares, refugios, clínicas veterinarias, granjas y sus áreas adyacentes. Cuando se consiguen casos positivos de covid-19, los países alertan a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
La verdad es que, si hay que alertar a alguien, es a los animales del planeta, porque es el Homo sapiens el primer transmisor de covid-19.
Si bien los científicos conocen que el riesgo de transmisión de animal a humano es relativamente bajo, se debe proteger a los animales. Para ello es necesario tomar ciertas medidas para reducir cualquier riesgo de covid-19:
- No alimentar a los animales silvestres ni tocar los excrementos de los animales en general.
- Mantener usted y sus mascotas una distancia segura de los animales silvestres.
- Lavar sus manos después de trabajar o jugar al aire libre con sus mascotas o animales de granja.
- No interactuar directamente con animales huérfanos.
- No tocar ni acercarse a un animal enfermo o muerto.
- No comer carne de caza que incumpla con las pautas de la entidad reguladora de la vida silvestre de su país.
- Por su importancia, debemos controlar el contacto con murciélagos, evitando: a) turismo a regiones con alta densidad y diversidad de murciélagos; b) visitas a los llamados mercados húmedos; c) visitas a cuevas; d) captura y consumo de murciélagos, y e) visitas a medio ambientes perturbados que alteren los hábitats y las conductas de los murciélagos.
Tomado de Prodavinci.com:
https://prodavinci.com/la-covid-19-en-los-animales-no-humanos/