Enero 26, 2009, tomado de Bitácora medica.
Las limitaciones, sobre todo económicas y geográficas, en la difusión de la información sobre salud propias de los medios impresos y aún de la televisión y de la radio, han sido ampliamente superadas desde el advenimiento de Internet y su explosivo crecimiento como fenómeno universal sin precedentes.
Todas las revistas médicas de significación tienen una versión digital a la cual se puede acceder en forma instantánea y en cualquier parte del mundo, al disponer de un computador y acceso a Internet. Y los subscritores pueden leer la totalidad de la publicación incluso horas y hasta días antes de que aparezca la versión impresa. Muchas de ellas ofrecen la posibilidad de leer algunos de los artículos allí publicados y los resúmenes de los mismos de manera gratuita. De hecho existen, desde hace varios años, revistas médicas de prestigio, como PLosMedicine, totalmente gratuitas en su versión digital.
Uno de los problemas de esta difusión universal de la información sobre salud es la barrera lingüística existente, pues nos guste o no, la verdad es que las revistas médicas más importantes del mundo se publican sólo en inglés (en los Estados Unidos y Gran Bretaña), aunque atraen a sus páginas a los autores más renombrados de otras lenguas, nacionalidades y culturas, que con toda razón ansían ver el resultado de su trabajo e investigaciones, publicado en una revista de prestigio, influencia y circulación mundial, así quienes no dominan esa lengua tienen dificultades para informarse.
Observamos con interés y aplaudimos la iniciativa de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (los afamados CDC de Atlanta, Georgia, EE.UU.) de lanzar al ciberespacio información sobre salud, sobre todo la parte epçdemiológica, en Internet, en su versión en español, y utilizar para ello no sólo su página Web, sino modalidades más amigables al público en general como son programas ultracortos en vídeo y audio, que pueden verse y escucharse a cualquier hora, todos los días, desde una computadora o de un reproductor MP3.
Es evidente que los CDC se dan cuenta de la importancia de llegarle a medio millardo de hispanohablantes, para no hablar de los 45 millones de hispanos en el territorio de los Estados Unidos.
Tal como nos indican esas informaciones tienen una especial utilidad:
“¿Tiene planes de viajar al extranjero y quiere saber si necesita alguna vacuna? ¿Vigila su salud o la de su hijo? ¿Es usted dueño de una mascota, médico, seguidor de un deporte, maestro o funcionario de salud pública? Si respondió que sí a alguna de estas preguntas entonces los podcasts de los CDC pueden ser de su interés … Pese a que su nombre suena parecido al de los iPod de la empresa de computadoras Apple, para escuchar un podcast no es necesario tener un iPod. Usted puede ver o escuchar un podcast utilizando cualquier reproductor digital de audio o de video, o cualquier computadora PC o Mac que tenga software para reproducir audio y vídeo. Los CDC producen podcasts sobre temas de salud y seguridad para el público en general, así como para profesionales de la salud y de la comunidad médica”.
Damos la bienvenida a esta importante iniciativa de los CDC e invitamos a los interesados a acceder a esos audios y videos de fuente institucional tan autorizada , a los que se puede acceder gratuita y fácilmente desde el Blogroll de nuestro blog sobre salud, www.bitacoramedica.com.
La disponibilidad de este tipo de información actualizada en los teléfonos celulares es otro de los grandes avances de nuestro tiempo.
Enviado por Francisco KERDEL-VEGAS · para la Sección Novedad Médica