La hominización
La hominización es el proceso evolutivo que determinó la aparición de la especie humana a través del cambios progresivos, en poblaciones de primates superiores, por medio de los mismos procesos biológicos -mutaciones, recombinación genética, selección natural…- que ha presidido la evolución de la biosfera. Desde el punto de vista anatómico los principales cambios han sido la bipedestación y el desarrollo del cerebro.
El bipedismo ocasionó una especialización muy marcada de las extremidades: la posterior quedaron destinadas a funciones locomotoras, y las anteriores, al quedar libres de aquella función, generaron movilidad y precisión, con sus numerosas articulaciones y finura de movimiento -gracias a cambio como el alargamiento de los dedos y la oponibilidad de los pulgares -. De esta forma, la mano se transformó en un órgano prensil y manipulador de gran perfección.
Precisamente la posibilidad de utilizar una mano tan dotada tuvo relación con la evolución del cerebro<, de la misma manera influyeron el bipedismo y la posición frontal de los ojos, al mejorar el campo visual. El desarrollo del cerebro, posible por la evolución craneana hacia una mayor capacidad, no es, sin embargo, tan sólo una cuestión de volumen, sino, básicamente de desarrollo de la corteza cerebral: los hemisferios cerebrales, que aumentaron la capacidad de abstracción y de coordinación de las funciones nerviosas.
A partir de un determinado momento, la aparición y el desarrollo del lenguaje permitieron que la incipiente especie humana trasmitiera y acumulara información por una vía suplementaria a los genes: la cultura.
Desde aquel instante, la evolución cultural ha influido en el desarrollo de las poblaciones humanas – y no humanas- al lado de la evolución biológica con una importancia creciente a medida que la medicina y la tecnología han aportado parcelas de autonomía frente a la naturaleza.
Nosotros a través de este foro de PIEL-L LATINOAMERICANA estamos constantemente ejercitando la mente y los sentidos, y por otra parte acrecentamos los lazos de unión entre médicos dermatólogos del mundo en favor del paciente dermatológico. Nos sentimos complacidos al contribuir con estos objetivos propuestos hace algunos años.
Pensemos por unos segundos que podrá ser del hombre en un futuro no muy lejano con el vertiginoso adelanto tecnológico y este dominio de las telecomunicaciones. La Dermatología venezolana ha sido pionera en esta disciplina y la crónica dejará constancia de esto.
Los Editores.