En esta edición presentamos una selección de la obra de uno de los grandes de la pintura Vincent Van Gogh. Acompañando la iconografía presentamos un texto de Jorge Luis Borges " Y uno aprende" con fondo musical de Astor Piazolla " Balada para un loco"
Colaboración Dra. Martha Miniño
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Muy hermoso Dra. Raquel, despues de una semana de trabajo fuerte, una se relaja al oir tan hermosa valada y tan hermosa muestra de arte, que lastima de un pintor de esa talla solo vivio 40 años, de lo bueno poco.
Saludos
Luz
Ya había tenido la oportunidad de escuhar, ver y leer, esta síntesis de verdadera trilogía artística compuesta por V. Van Gogh – el Holandés Loco – como lo denominaba Vargas Lloza en su famosa novela «El Paraiso en la otra esquina», creador de innumerables obras pictóricas impresionistas de alto valor artístico, a pesar de su mente atormentada; de la belleza creativa de Borges y del acompañamiento de otro genio creativo musical (Piazolla).
Me fue enviado por cortesia del Dr. Jairo Mesa Cook, director de la revista Asocolderma y pensé re-enviárselos a Raquel, pero se me adelantó.
Bella presentación, que enriquece el espíritu y nos aleja, aunque sea por escasos minutos, de la mediocridad y la ignorancia que nos rodea.
Un saludo para Raquel,
Dr. Guillermo Planas G
Caracas-Venezuela
Piazzola es el Beethovhen del tango… un revolucionario.
Saben de quie es ésta poesía?
EL TANGO
Jorge Luis Borges
¿Dónde estarán?, pregunta la elegía
de quienes ya no son, como si hubiera
una región en que el Ayer pudiera
ser el Hoy, el Aún y el Todavía.
¿Dónde estará (repito) el malevaje
que fundó, en polvorientos callejones
de tierra o en perdidas poblaciones,
la secta del cuchillo y del coraje?
¿Dónde estarán aquellos que pasaron,
dejando a la epopeya un episodio,
una fábula al tiempo, y que sin odio,
lucro o pasión de amor se acuchillaron?
Los busco en su leyenda, en la postrera
brasa que, a modo de una vaga rosa,
guarda algo de esa chusma valerosa
de los Corrales y los Balvanera.
¿Qué oscuros callejones o qué yermo
del otro mundo habitará la dura
sombra de aquel que era una sombra oscura,
Muraña, ese cuchillo de Palermo?
¿Y ese Iberra fatal (de quien los santos
se apiaden) que en un puente de la vía,
mató a su hermano el Ñato, que debía
más muertes que él, y así igualó los tantos?
Una mitología de puñales
lentamente se anula en el olvido;
una canción de gesta se ha perdido
en sórdidas noticias policiales.
Hay otra brasa, otra candente rosa
de la ceniza que los guarda enteros;
ahí están los soberbios cuchilleros
y el peso de la daga silenciosa
Aunque la daga hostil o esa otra daga,
el tiempo, los perdieron en el fango,
hoy, más allá del tiempo y de la aciaga
muerte, esos muertos viven en el tango.
En la música están, en el cordaje
de la terca guitarra trabajosa,
que trama en la milonga venturosa
la fiesta y la inocencia del coraje.
Gira en el hueco la amarilla rueda
de caballos y leones, y oigo el eco
de esos tangos de Arolas y de Greco
que yo he visto bailar en la vereda,
en un instante que hoy emerge aislado,
sin antes ni después, contra el olvido,
y que tiene el sabor de lo perdido,
de lo perdido y lo recuperado.
En los acordes hay antiguas cosas:
el otro patio y la entrevista parra.
(Detrás de las paredes recelosas
el Sur guarda un puñal y una guitarra.)
Esa ráfaga, el tango, esa diablura,
los atareados años desafía;
hecho de polvo y tiempo, el hombre dura
menos que la liviana melodía,
que sólo es tiempo. El tango crea un turbio
pasado irreal que de algún modo es cierto,
un recuerdo imposible de haber muerto
peleando, en una esquina del suburbio.
Jorge Luis Borges
Un saludo,
Jairo Mesa Cock
Manizales, Colombia
Honor a quien honor merece
Esta sección que se ha enriquecido con las múltiples colaboraciones y a partir de ahora coordinada magistralmente por la Dra. Ramos puede recibir los aportes de quien asi lo desee. Este de Van Gogh junto a Borges y Piazolla fue cordiamlmente enviado por nuestra frecuente participante desde la Republica Dominicana la Dra. Martha Miniño, a quien saludamos desde estas páginas
Jaime Piquero Martin