De nuevo el Dr. Enrique Hernandez Perez nos deleita con este hermoso poema a la vida
Renovación
A mis nietos y a mi Esposa
Ahora que mi piel está menos turgente,
Cuando aparecen en mis párpados líneas inocultables
Que difícilmente puedo ocultar a la gente,
Cuando mis gestos, aun sin quererlo, parecen menos amables
Y en mi frente se dibuja el cansancio de los años
Cuando en mis sienes se advierten destellos plateados
Y mi fuerza vital también acusa los daños
Veo en mis nietos esa inocencia
Que aún no ha sido alienada por el peso de la ciencia
Y sus risas y su energía me renuevan
Y restauran en mí ese cariño que hace que me conmueva,
Y me siento otra vez joven,
Fuerte, alegre, sin preocupaciones, con una vida nueva,
Y nacen en mi corazón brotes de verdes floraciones,
Y no sé realmente si me han hechizado
Lanzándome dardos impregnados de cariño
O dándome sorbos de elíxir de ternura
Y ¡Oh¡ ¡Maravilla de maravillas¡
Me siento nuevamente romántico y enamorado
Porque son mis genes los que están allí
Remozados, iniciando otra vez la vida,
Como al principio del tiempo
Sin ataduras a un pasado
Que ya quedó atrás
Porque la vida está en ellos
Y yo, ciertamente estoy en sus mentes tiernas
En sus vocecitas frescas
En sus risas francas y dulces
Con la dulzura de la juventud
Y la frescura de los frutos recién cortados,
¡Son mis hijos reverdecidos¡
Y al sentirlos pienso y agradezco a
mi Esposa
A quien como la Madre Gea de la Mitología
Debo todo cuanto adoro,
Porque de Ella han surgido estos frutos
Que ahora provocan mi renovación
Enrique Hernández-Pérez