La noche del pasado viernes cuatro amigos de la universidad fuimos a comer a un cotizado restaurant caraqueño, todos médicos, compañeros de promoción, las expectativas eran grandes, hablaríamos de todo, pero fundamentalmente de nuestros años como condiscípulos en la querida Universidad de los Andes.
Llegamos todos con la tecnología de moda: Iphone y BlackBerry en manos: otros incorporaban a este equipamiento tablas de última generación; incluso, había uno con un auricular o manos libres que, en el justo momento del encuentro y mediante acrobacias gestuales hablaba simultáneamente con nosotros y con el celular y no sabíamos a quién le dirigía la palabra.
Después del amable saludo prometedor de una cálido y familiar encuentro, nos sentamos -así lo supuse yo- a reafirmar la amistad con el intercambio y la evocación de tantas vivencias susceptibles de compartirlas pero, como si se tratara, de agentes y corredores de Wall Street ante una catastrófica caída de la bolsa, empezamos a recibir y enviar mensajes, actualizarnos con las noticias del día, revisar twitter y facebook, pin, WhatApp y uno de ellos a revisar con avidez el correo electrónico.
No hubo oportunidad de avivar más el apetito leyendo el menú, pues el colega caraqueño había solicitado por Internet lo que íbamos a comer, todo un derroche de tecnología y poca comunicación.
La reunión cena fue tan impersonal que en momentos llegué a experimentar un sentimiento de desolación; me sentí como en un archipiélago: aislado; de vez en cuando nos hablábamos y la mayoría de veces era para mostrarnos un chiste o una noticia importante de un periódico online que estábamos leyendo. Realmente no recuerdo lo que comí.
¡Estamos atrapados por la tecnología!
Resulta inquietante el curso que está siguiendo la vida del hombre en esta era del conocimiento y de las comunicaciones; cada día dependemos más de las bondades de esta maravillosa ciencia aplicada, lo cual no es nada malo, pero cuando la tecnología desplaza las formas naturales de vida, la conversación, los afectos, etc., también va poniendo en un lado nuestras valoraciones, al llegar a este punto debemos hacer un alto y revisar su aplicación ; seguro estamos de que las diversas formas de tecnología han llegado para quedarse por mucho tiempo, no nos van a abandonar, pero cuando ellas interfieren con nuestras relaciones interpersonales y familiares, creo que debemos prender las alarmas y buscar equilibrio.
Los médicos dermatólogos estamos bombardeados por diversos recursos tecnológicos que, indudablemente, nos ayudan en el diagnostico y tratamiento de nuestros pacientes. Cada día aparece un nuevo aparato, un láser más potente o más específico, y por supuesto, deberíamos estar al tanto de estas innovaciones y hacer un uso oportuno y muy racional de ellos. Por otra parte, los congresos tienen una sección comercial muy apetecible a nuestra curiosidad científica, en estos escenarios corremos el riesgo de intoxicarnos con una gama inagotable de aparatos y accesorios -proclives todos a la obsolescencia en el corto tiempo- con mínimas diferencias: por ejemplo, cámaras de fototerapias, aparatos para crecer los pelos, cámaras que permiten guardar el historial fotográfico y compararlo con un patrón de base y otros tantos equipos presentados a la tentación; sin embargo, y no sin reconocer el alcance que éstos pudieran tener en nuestro manejo clínico, creo que se impone una seria reflexión muy seria frente al uso de estos aparatos. No pretendo dictar cátedra sobre estos asuntos pero estoy convencido de que cuando la consulta médica se hace excesiva en aparatología, se pierde lo racional y humano del acto médico en detrimento de la sabiduría que, el tiempo y la experiencia deparan al médico.
Desde el punto de vista biológico los humanos evolucionamos adaptándonos convenientemente a sus circunstancias. La pregunta es si nuestro cerebro evoluciona de la misma forma o simplemente nos adaptamos o nos acostumbramos y de esta manera estamos creando un nuevo hombre paradójicamente más aislado.
Estamos en el momento de la tecnología, que pone a nuestra disposición desconcertantes innovaciones que desafían el tiempo y el espacio. El hombre ya no es la escala, sino el exceso.
Rolando Hernández Pérez
Hola Rolando excelente comentario sobre todo viniendo de ti que se que manejas la tecnologia y te mantienes al día: Pienso que hay varios factores que se combinan para que ese fenomeno que ya es rutina se produzca y uno de ellos es la Vanidad, esa necesidad de mostrar lo que poseemos y lo que sabemos y asi ser el primero o al menos no el menos y si no lo hacemos estamos fuera de la moda y del grupo, pero no hay Nada que pueda reemplazar al calor humano, mis felicitaciones!!
Magnifico Editorial y mancheta Rolando, para meditar. Todos estamos atrapados en este mundo que nos esta deshumanizando
Jaime
Comparto las felicitaciones por el excelente editorial. Centrándonos en el acto médico, como en todo, creo que en el término medio está la virtud y que hay que buscar un equilibrio entre la ayuda que nos proporciona la tecnología y preservar la relación humana médico-enfermo.
En medicina privada se corre el peligro de resultar esclavizado por la alta inversión en tecnología y convertir la consulta en una operación de venta de prestaciones tecnológicas, muchas veces sin relación con el problema que preocupa al paciente.
Excelente editorial.
Considero es màs apropiado decir que quisièramos que hiciera reflexionar a que de verdad lo logre debido al bombardeo al que estamos sometidos y al uso exagerado o, màs apropiadamente, al mal uso de la tecnologìa.
En cuanto a telèfonos y similares, me parece verdaderamente triste la paràbola o el cuento de Rolando que refleja la superficialidad, la desconsideraciòn y la mala educaciòn que muchos adultos, universitarios inclusive, reflejan a diario en su relaciòn con los demàs.
Quien es tan ocupado, importante o tiene tanto tan trascendente que hacer como para no silenciar o apagar su telèfono durante una cena con sus amigos? Y durante una pausa echar un vistazo y eventualmente responder.
Si vamos al teatro o al cine (duran lo que una cena) nos obliga a pagar o silenciar el telèfono.
Normalmente el Presidente de un paìs serio (o el Presidente serio de un paìs) cuando habla con un colega no permite que se le pasen llamadas.
El Papa cuando oficia una misa jamàs lo he visto contestar su celular…y lo mismo aplica para un Rabino, etc.
Es la necesidad de demostrar importancia, vanidad (como dice Ismery a quien saludo) y, sobre todo mala educaciòn e irrespeto a los demàs.
Sobre el aparte de la tecnologìa en los consultorios mèdicos me atrevo a decir que no solo gran parte de los equipos, que cuestan lo indecible, sirven para mucho menos de lo que dìcen de ellos y muchos colegas los compran porquè oyeron en una charla, a menudo dictada por alguien a quien le pagan el viaje, hotel o vacaciones por y, a menudo, ni siquiera es un verdadero experto en materia. Estoy convencido que el porcentaje de los dermatòlogos «laseristas» excelentes, en tèrminos de capacidad, es aùn menor comparado con el de los dermatòlogos que hace cirugìa y oncologìa dermatològica (que ya es bajito como porcentaje).
Es decir que si un equipo que sirve para poco es utilizado por un operador que no sirve para nada el resultado es imaginable.
Unos 8 años despuès que empecè a usar los làser ablativos que considero extraordinarios, dictando una charla en el Hospital Universitario de Caracas, el Dr. Sardi me decìa que èl considerò por mucho tiempo que los làseres eran electrocoaguladores costosos y eso no es mentira si no se sabe hacer con ellos cosas sutiles y precisas, altamente eficientes.
Despuès de esos equipos que solo pueden ser usados bien por quienes han hecho peelings agresivos y/o dermoabrasiones agresivas (el Dr, Sardi habrìa hecho maravillas con esos instumentos!!!) aparecieron una cantidad de aparatos que, creanme sirven para enriquecer a quien los produce o producir dinero a quien los usa porquè ya se los vendieron!
Los que venden tecnologìa làser o làser-like le venderìan hielo a un esquimal si se deja…y los dermatòlogos se dejan y encantados.
Si le preguntamos a dermatòlogos ensartados (y nos responden honestamente) cuàntos de esos equipos no los devolverìan si pudiesen: la respuesta no serìa menos del 85%, se los garantizo.
Asì que asì como podemos informarnos con expertos sobre què equipos tecnològicos deberìamos comprar tambièn recordemos que podemos apagar el BB o el IPhone durante la cena con nuestros colegas…o con nuestros semejantes.
Aunque sea para que no pasemos por maleducados y vanidosos!
Un abrazo,
Vito Abrusci
EXCELENTE ROLANDO!
QUE BUENA LECTURA DE LA REALIDAD.
TODOS TENEMOS QUE BUSCAR UN SANO EQUILIBRIO. ESTAMOS DEMASIADO EN TENSIÓN POR TODOS LOS REQUERIMIENTOS DEL AFUERA (LLAMADOS- PREGUNTAS- CONSULTAS) Y NOS OLVIDAMOS DE LAS NECESIDADES DEL INTERIOR (AFECTOS- EMOCIONES- ESPIRITUALIDAD)
GRACIAS POR ESTA REFLEXION
BIBIANA
Rolando, me sumo a las felicitaciones de mis antecesores. Esta editorialme recuerda a mi primera clase de Química Inórganica en tercer año de bachillerato, Tuve un excelente profesor, sumamente floklórico. Al terminar de pasar la lista, realizó un pregunta: «Quienes creen ustedes que es el responsable de la muerte de tantas personas por la Bomba Atómica? ¿La Química o el Hombre? y ahi mismo comenzaron a opinar 34 mocosas de edades entre 13 y 15 años. Cuando vio que terminaba la hora de clase, dijo: «Vo a cerrar esta discusión con la frase de una canción muy vieja…¿QUE CULPA TIENE LA ESTACA SI EL SAPO SALTA Y SE ENSARTA?». Como ven, jamás olvidé esta enseñanza. El problema amigos no está en la tecnología,está en el vacío, en el el no saber vivir el aqui y el ahora a plenitud.
Mil gracias Rolando por la oportunidad de compartir puntos de vista.
Raquel
Aunque la finalidad de las nuevas tecnologías de la comunicación es acortar distancias y facilitarnos la vida, la realidad señala que es todo lo contrario. Vamos al aislamiento personal y social e incluso a la ausencia de libertad porque el aislamiento progresivo conlleva a la falta del ejercicio de ésta.
Según la OMS, la depresión es actualmente la 4ta. enfermedad más frecuente, solo superada por la diabetes y enf. cardiovasculares.. y la tendencia es al aumento. ¿Cuanto de soledad y tecnología hay en ello?… mucho !.
He presenciado como jóvenes prefieren quedarse frente a un teclado que compartir con los amigos, la familia, ir a un cine, etc…
Este editorial debe llevarnos a la reflexión.Muy bueno.
AP.-
Estimados colegas ! muy buenas sus reflexiones!
Si bien la tecnología nos ayuda y nos acerca en algunas oportunidades , también es cierto que en muchas nos aleja!!
Debemos mantener y recatar cada vez mas las relaciones interpersonales , los valores y sobre todo el respeto a los demás!
Saludos Ana Graciela
Muy buena reflexion Rolando. Comparto tu punto de vista sobre este tema. Un abrazo
Hola:Felicidades por sus comentarios.Eso que Ud habla lo estoy viviendo todos los días.Unos los hacen para mostrar que tienen un poderio tecnológico y otro por falta de educación pero es asi lo que estamos viviendo.Gracias por sus comentarios
La cruda realidad, estimado Rolando tu Editorial es para reflexionar y coincido con Ismery que viniendo de ti mucho mas. Creo que la situación que describes de tu cena la hemos vivido todos y realmente es patética. Felicitaciones te inspiraste y se nota que te salio del alma. Abrazos
Estimados colegas: La vida está llena de instantes para desperdiciarlos en «necesidades creadas» continuamente para creernos que somos un poco más Grandes de lo pequeñísimo que significamos para el Universo…
Usemos el avance tecnológico para lo que realmente no sirva…no olvidemos nunca que «rico no es quien más tiene, sino el que menos necesita…»
A mi también me gusta esta Editorial de Rolando, nos invita a reflexionar sobre los abusos, y en este caso los abusos con las tecnologías.
Cada vez que aparece un tecnología los humanos las tomamos con pasión para luego nivelarnos con ellas. Así sucedió con las anteriores y así será con estas.
Nada vence al calor humano, nuestra necesidad de socializar, hacer poesía y hacer ciencia. Actividades muy humanas. Usemos las tecnologías para cultivarlas.
Rolando, pienso que los elogios sobre tu Editorial sobre :Atrapados por la tecnolgía , han sido muy merecidos y acertados.
Como señaló en una oportunidad el presidente de la República Romulo Betancourt ( el unico ESTADISTA presidente que hemos tenido los venezolanos ( tu puedes ser el Confaloniero sobre este tema.
No voy a entrar en discusiones sobre el uso o el abuso de ciertas tecnologias. Recordando al sabio A. Einstein , dijo algo asi como esto .Pregunto? algo simple cuantas veces en nuestro consultorio , le pedimos a un adolescente que nos saque la cuenta de que cantidad de Isotretinoina ha tomado ? estoy seguro de que al igual que a mi, mas del 80 % no saben multiplcar sin la ayuda de un telefono celular !.
En una de las ultimas intervenciones del presiente de la Academia de Me4dicina, Dr.Claudio Aoun, se refirio a los Accidentes de Transito por el uso de los celulares.
Y los abuso en los cines, inclusive en el consultorio> por regla general cuando un paciente o acompanate usa el celular, lo conmino apagarlo o me voy a otro cubiculo a ver a otro paciente .
En la familia debe ensenarse que en momentos de reuniones familiares debe abolirse el uso del celular.
I*nsito Rolando en la importncia del tema.
Pd Disculpas por acentos o comas etc.Pero la tecnologia >Nnueva computadora ?
Gracias a todos por sus comentarios; la idea de Piel-l Latinoamericana, desde su fundación, fue servir de plataforma para la controversia, no solo en temas relacionada directamente con nuestra especialidad, sino también con aquellos que forman parte de la vida diaria, como la influencia de la tecnología en nuestras relaciones.
Abrazos
Rolando Hernández Pérez
Venezuela
Rolando, ( hablando de tecnología , mandé el domingo pasado un comentario sobre tu interesante Editorial, enviado por una nueva computadora , que no es por donde acostumbro a mandar mis comentarios, y no se por que no apareci? ) bueno me uno a las felicitaciones de los que me precedieron ! Pienso que como señalaba el presidente Romülo Betancourt, único Estadista que hemos tenido los venezolanos como presidente, en lo relacionado con el tema por ti tratado, puedes ser el » Confaloniero» .
No vamos a recalcar lo que otros han señalado. Pero cuanta verdad hay en lo relacionado con la dependencia de estas herramientas y el aprendizaje, estoy seguro , de que el 80 % de los adolescentes que ustedes ven en su consulta diaria , no son capaces de sacar una simple ecuación matemática, sin el uso del teléfono o calculadora ? Algo así señalaba Albert Einstein : el problema no es cuando el hombre piense por la computadora , sino cuando la computadora piense por el hombre» . Para finalizar traigo a colación un magnifico trabajo presentado en la Academia Nacional de Medicina, por el para ese momento , presidente de la misma Dr. Claudio Aoün
disculpen: parte de la tecnología (El IPad ) .Decía que el Dr. Aoün presentó un importante trabajo sobre los accidentes de tránsito en nuestro país y señalaba el uso de los telefonos celulares como causa importante en esta materia.
Además de lo desagradable de estar en una reunión y la mayoría de los comensales pasan el momento comunicandose a través de estos aparaticos. En la misma consulta medica , cuantas veces el paciente o su acompañante reciben llamadas mientras estamos en el acto médico ? En ese momento los conmino apagar el ridícular o me salgo y regreso después de ver a otro paciente!
Bueno Rolando no dejemos eso ahí que siga rodando este editorial para beneficio y educación de muchos.
Raúl Fachin Viso
yo lo veo desde otro punto de vista… para mi el problema es generacional; curiosamente, hé asistido ultimamente a reuniones sociales con colegas de mi generación y creo que ninguno estaba en el lugar equivocado… si mucho, teníamos nuestros celulares -pero apagados- y todos usamos el PC, pero en la casa… no cargamos tablets, iphones, ni nada de eso y nos mantenemos actualizados en dermatología y podemos chismosiar y comunicarnos como siempre lo hemos hecho, sin sentirnos aislados… tomando tinto o guarilaque… y nos sorprendemos mirando a los muchachos de hoy tecleando en la mesa de enseguida y no nos sorprendemos hemos entendido que son otra generación que está aceitando sus alas… hay que ser tolerantes y entender que así como nosotros jugamos trompo y atari y perseguíamos a las muchachas , ellos están utiliazando lo que les ofrecen la sociedad y sus adelantos tecnológicos… están integrando un imaginario muy distinto al nuestro, muy lógico y razonable… como dice una hija mía… “me están tirando los perros por twiter y hay uno que ya quiere que me le empelote por skype o tener sexo chateando”… ellos están en su lugar y no es su sitio equivocado… es su sitio adecuado… creo que la barra de Rolando, si estuvo en el lugar equivocado… los que seamos mayores de 50 años, somos una generación que creció con un modus vivendi, muy diferente al de las generaciones actuales, y lo podemos mantener, si no tratamos de meternos en el lugar equivocado… en el espacio de otra generación… esa ya no es la de nosotros… no porque no seamos capaces de de aprenderla a manejar, sino porque eso no es sólo una cosa física, sino una actitud mental…
jairo
Amigo Jairo, no he planteado este editorial como un problema generacional ya que lógicamente hay una diferencia generacional, que no tiene discusión; el fenómenos de «Atrapados por la tecnología “ está ocurriendo en nuestro grupo etario y en nuestro gremio de profesionales de la salud, que es el objetivo primordial de este comentario.
Gracias por tu participación.
Rolando Hernández Pérez
Mil gracias Rolando…
jairo
De todas formas el planteamiento de tu editorial, “Atrapados por la tecnología”… desde el principio, me hizo recordar al Profeta cuando le dijeron… “háblanos de los hijos”… y él contestó “(…) sus almas habitan en la casa del mañana que vosotros no podéis visitar, ni siquiera en sueños”…. más o menos como le dijo el maestro a Raquel Ramos… “que culpa tiene la estaca, si el toro brinca y se ensarta? Y yo reflexiono… no se sentirá el pobre toro -por su culpa- muy aislado y en el lugar equivocado?
jairo
Jairo, yo, más que nadie y, tú lo sabes, estoy plenamente de acuerdo con los avances tecnológicos y más aún he navegado en ello y me fascina todo tipo de aparato electrónico, pero, creo que la dosificación y la utilización racional es vital para el equilibrio emocional y para nuestra salud mental y básicamente para el mantenimientos de nuestro sentido de vida. Tu posición contestataria es buena y vital para mantener esta discusión que al final resulta beneficiosa y productico, de nuevo gracias por tu participación y sobre todo tu sinceridad en los planteamientos que le imprimen a este foro seriedad y credibilidad.
Un gran abrazo, Rolando Hernández Pérez
estupendo editorial, para que reflexionemos todos recordando que No es la tecnología la que deshumaniza, sino las
propias personas a través de la tecnología. un abrazo a todos
para los amantes «deseperados» por la nuevas tecnologias… y de pronto, del lugar equivocado…
http://www.youtube.com/watch?v=3ceMb2bvXzw&feature=share
con todo respeto,
jairo