Basado en estudios realizados por Ralf Paus y colaboradores de la Universidad de Hamburgo, en Alemania, en relación con el folículo piloso como una zona de privilegio inmunológico, ahora conocemos que una serie de moléculas producidas por los queratinocitos pueden jugar un papel clave en el control de la homeostasis de la piel. Estas moléculas son péptidos bioactivos, tales como alfa-MSH (hormona alfa estimulante de melanocitos), IGF-1 (factor de crecimiento 1 de insulina), IL-10, IL-6 y TGF beta1-(factor transformador de crecimiento beta1). Paus consideró que estas moléculas son los guardianes de la homeostasis inmunológica.
Por ejemplo, los eventos que se producen en la curación de heridas pueden colocar estas ideas en contexto. Evidencias recientes sugieren que la liberación de enzimas generadas por trauma, como triptasas, promueven la división celular del epitelio y la producción de quimiocinas tales como IL-8 y ICAM-1 que atraen leucocitos al sitio de la lesión. Las triptasas también activan a los mastocitos y células de Langerhans, y generan cininógeno y quininas que son importantes para la formación y remodelación de la matriz intracelular. Además, estas enzimas median la expresión de PAR2 (receptor 2 activado por proteasa) en las las células endoteliales, el cual promueve el reclutamiento de leucocitos. Factores esenciales como IL-6, TGF-beta, factor endotelial activado por plaquetas (PAF), alfa-MSH y IGF-I son alterados por la herida, permitiendo el reclutamiento de células con dermotropismo activo.
Además, la lesión o cualquier otro estrés antigénico aumentan la cantidad de CRH (hormona liberadora de corticotropina) y NGF (factor de crecimiento del nervio) en la piel, la cual puede ser producida también por mastocitos activados después de su estimulación por ellos mismos o por CGRP (péptido relacionado con el gen de la calcitonina) o NT (neurotensina). Al mismo tiempo, triptasas producidas por los mastocitos activados inducen neuropéptidos inflamatorios, como SP (sustancia P), a través de vías dependientes de PAR2, generando mecanismos autocrinos y paracrinos de activación de los mastocitos con la subsecuente producción de NGF, además de otras citocinas inflamatorias.
Estos nuevos resultados nos obligan a investigar sobre la importancia del epitelio, como sitio de regulación inmunitaria, en las enfermedades de la piel.
Lectura recomendada:
1. Namazi MR. Possible molecular mechanisms to account for the involvement of tryptase in the pathogenesis of psoriasis. Autoimmunity. 2005, 38:449-52.
2. Paus R, Nickoloff BJ, Ito T. A ‘hairy’ privilege. Trends Immunol. 2005, 26:32-40.
3. Paus, R, Ito, N, Takigawaw, M, Ito, T. The Hair Follicle and Immune Privilege.JID Symposium Proceedings 8:188 ^194, 2003
4. Paus R, Theoharides TC, Arck PC. Neuroimmunoendocrine circuitry of the ‘brain-skin connection’. Trends Immunol. 2006 Jan;27(1):32-9.